Con un progresivo aumento del descontento social, canalizado en algunos países a través de masivas movilizaciones y protestas, y con un nuevo “rescate” financiero aprobado por el parlamento de Irlanda, el cierre de esta semana en Europa muestra la crisis que atraviesa la región, donde todos los gobiernos optaron por recortar los beneficios y conquistas laborales para de esta forma salvar al capital y sostener al mercado “estable”.
Los planes de ajustes aplicados en Grecia, Portugal, Irlanda y España, además de las medidas regresivas sostenidas desde hace meses por Francia y Gran Bretaña, están cortadas por un misma tijera controlada por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El despido masivo de empleados públicos, el aumento de los aranceles universitarios, el recorte de presupuestos en salud y educación, el aumento de la edad de jubilación, son los principales puntos exigidos para que las naciones europeas sean inyectadas de dinero que, en su mayoría, va destinado a recapitalizar bancos y entidades financieras privadas.
Como sucedió en Estados Unidos luego del estallido de la burbuja inmobiliaria que desencadenó la actual crisis, las “políticas de Estado” decididas tanto por la Casa Blanca como por Europa tuvieron un solo horizonte: rescatar a quienes generaron la debacle económica y hundir todavía más a los sectores desprotegidos de esas sociedades.
España se moviliza
La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) anunciaron que este sábado en España se llevarán a cabo más de 40 manifestaciones, para reclamar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que revierta su actual política económica.
Estas protestas son una continuación de la huelga general realizada el pasado 29 de septiembre, luego que el Ejecutivo aprobara una controvertida reforma laboral, y de las manifestaciones efectuadas este miércoles.
Además del rechazo a la reforma, que facilita a las empresas a efectuar despidos, las principales centrales sindicales vienen alertando sobre el aumento de edad para jubilarse, medida que el gobierno nacional busca aprobar.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo,
aseguró que los sindicatos “no van a tolerar” una decisión de este tipo porque “no es posible, es injusto y supondría condenar a medio millón de jóvenes cada año ha permanecer en el paro”.
Irlanda cede a presiones de UE y FMI
Bajo el mismo argumento de salvar a los mercados, el miércoles el Parlamento irlandés aprobó un duro plan financiero diagramado por el FMI y la UE.
Ambos organismos entregarán al gobierno de Irlanda 85,000 millones de euros (113,000 millones de dólares) para recapitalizar su endeudado sistema bancario y financiar el déficit presupuestario, que se disparó a 32% del Producto Interior Bruto (PIB).
Las organizaciones irlandesas Fine Gael y el Partido Laborista se opusieron a la medida de ajuste y la calificaron como una “absoluta obscenidad”.
Desde el partido Sinn Féin explicaron que el paquete aprobado busca el rescate de la banca, ya que las entidades financieras privadas consumirán más del 40% de la ayuda.
Como contrapartida al rescate, el Ejecutivo irlandés se comprometió reducir una quinta parte del gasto público y aumentar los impuestos.
El plan afectará principalmente a los pobladores más vulnerables, ya que se elevará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 22% en 2013 y al 23% en 2014.
En el proyecto se estipula el despido de más de 20 mil empleados públicos, aumentar la edad jubilatoria, subir el precio de la matrícula universitaria y reducir el salario mínimo.
Grecia paralizada
Grecia amaneció este viernes sin noticias en las radios y canales de televisión debido a que los trabajadores y trabajadoras de esos sectores adhirieron a las protestas que se extienden por todo el país.
Como consecuencia del plan de ajuste aprobado en mayo, cientos de periodistas y técnicos fueron despedidos y la publicidad en los medios se ha reducido un 50%.
Desde hace días se repiten las protestas, donde participan miles de personas, y la única respuesta son las acciones violentas de los cuerpos policiales.
Conductores de trenes y ómnibus, maestros, y empleados públicos rechazan el plan de ajuste, ratificado por los legisladores griegos el martes.
Gran Bretaña prepara despidos masivos
Antes del 1 de enero, el gobierno de Gran Bretaña prepara el despido de al menos 100 mil empleados públicos, en el marco del plan de ajuste más grande implementado en los últimos 60 años en el país.
Así lo reveló el periódico The Guardian ,y agregó que la medida apuntará principalmente a las alcaldías locales, a las fuerzas policiales y a otros servicios públicos.
Esta cifra se suma a los 33 mil trabajadores cesanteados desde octubre pasado, cuando el Ejecutivo anunció un paquete de medidas que permite reducir el gasto estatal en un 20% en los próximos cuatro años.
Sumado a esto, la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en sus siglas en inglés) informó que el índice de desempleo en Gran Bretaña trepó al 7,9% anual y elevó el número de personas sin trabajo a 2,5 millones.
La salida a la crisis británica a su vez afectó a los estudiantes, ya que el Parlamento aprobó el aumento de los aranceles universitarios, situación que desató las masivas protestas de los jóvenes.
Revueltas en Italia
Asediado por escándalos de prostitución y corrupción, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, también es blanco del descontento estudiantil, matizado todo esto por las también críticas de EEUU hacia el mandatario italiano por su cercanía con los líderes de Rusia y que encuentran en los medios de comunicación transnacionales un amplio eco.
Para la próxima semana se espera que los jóvenes se manifiesten durante la discusión en la Cámara de Senadores para dar vía libre al proyecto del Ejecutivo de reducir la financiación a las universidades y las becas de estudio e investigación.
Entrevistado por el diario Liberazione, el historiador y sociólogo italiano Marco Revelli, explicó que los jóvenes que se gradúan del nivel medio-superior se enfrentan a un escenario privado de oportunidades profesionales.
Añadió que el descontento se refleja en inmigrantes, obreros y el resto de las capas sociales ignoradas por las dinámicas políticas actuales, culpables de que el odio y el empobrecimiento de la sociedad aumente día tras día.
El lunes pasado, las ciudades de Nápoles, Palermo y Roma fueron el escenario para las marchas estudiantiles, que tuvieron como respuesta la represión policial, que ocasionó más de un centenar de heridos y cerca de 30 detenidos.
Todo esto sucede en medio de los cuestionamientos al primer ministro italiano, que resultó ileso ante las mociones de confianza y censura presentadas en el Senado y en la Cámara de Diputados, rechazadas por un diferencia de apenas tres votos.
“Un huracán de regresión social sin precedentes azota con violencia a Europa y puede arrastrar a su paso todas las conquistas sociales arrancadas en duros combates por varias generaciones sucesivas”, expresó Mohamed Belaali en un artículo publicado por el sitio Rebelión este viernes.
Para Belaali “las clases dirigentes europeas libran una auténtica guerra contra todos los avances sociales, pequeños y grandes. Son los enemigos declarados del progreso. Ningún ámbito está a salvo: empleo, trabajo estable, jubilaciones, familia, sanidad, libertades públicas, etc. La regresión es general y absoluta. El fantasma de la miseria planea sobre Europa. Los trabajadores unidos deben enfrentarse a esa burguesía retrógrada que los explota y los reduce a una existencia inhumana”.
Con este panorama en Europa, en el que también se observa la atención cautelosa y oportuna de la poderosa Alemania, se desprende que tanto los gobiernos nacionales como las grandes empresas y entidades financieras buscarán soportar las revueltas sociales, apostando por su paulatino desgaste, mientras que queda en manos de los ciudadanos que salen a las calles, principalmente los jóvenes, el desafío de torcer el brazo a la UE y al FMI.
Leandro Albani / AVN
Los planes de ajustes aplicados en Grecia, Portugal, Irlanda y España, además de las medidas regresivas sostenidas desde hace meses por Francia y Gran Bretaña, están cortadas por un misma tijera controlada por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El despido masivo de empleados públicos, el aumento de los aranceles universitarios, el recorte de presupuestos en salud y educación, el aumento de la edad de jubilación, son los principales puntos exigidos para que las naciones europeas sean inyectadas de dinero que, en su mayoría, va destinado a recapitalizar bancos y entidades financieras privadas.
Como sucedió en Estados Unidos luego del estallido de la burbuja inmobiliaria que desencadenó la actual crisis, las “políticas de Estado” decididas tanto por la Casa Blanca como por Europa tuvieron un solo horizonte: rescatar a quienes generaron la debacle económica y hundir todavía más a los sectores desprotegidos de esas sociedades.
España se moviliza
La Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) anunciaron que este sábado en España se llevarán a cabo más de 40 manifestaciones, para reclamar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero que revierta su actual política económica.
Estas protestas son una continuación de la huelga general realizada el pasado 29 de septiembre, luego que el Ejecutivo aprobara una controvertida reforma laboral, y de las manifestaciones efectuadas este miércoles.
Además del rechazo a la reforma, que facilita a las empresas a efectuar despidos, las principales centrales sindicales vienen alertando sobre el aumento de edad para jubilarse, medida que el gobierno nacional busca aprobar.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo,
aseguró que los sindicatos “no van a tolerar” una decisión de este tipo porque “no es posible, es injusto y supondría condenar a medio millón de jóvenes cada año ha permanecer en el paro”.
Irlanda cede a presiones de UE y FMI
Bajo el mismo argumento de salvar a los mercados, el miércoles el Parlamento irlandés aprobó un duro plan financiero diagramado por el FMI y la UE.
Ambos organismos entregarán al gobierno de Irlanda 85,000 millones de euros (113,000 millones de dólares) para recapitalizar su endeudado sistema bancario y financiar el déficit presupuestario, que se disparó a 32% del Producto Interior Bruto (PIB).
Las organizaciones irlandesas Fine Gael y el Partido Laborista se opusieron a la medida de ajuste y la calificaron como una “absoluta obscenidad”.
Desde el partido Sinn Féin explicaron que el paquete aprobado busca el rescate de la banca, ya que las entidades financieras privadas consumirán más del 40% de la ayuda.
Como contrapartida al rescate, el Ejecutivo irlandés se comprometió reducir una quinta parte del gasto público y aumentar los impuestos.
El plan afectará principalmente a los pobladores más vulnerables, ya que se elevará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 22% en 2013 y al 23% en 2014.
En el proyecto se estipula el despido de más de 20 mil empleados públicos, aumentar la edad jubilatoria, subir el precio de la matrícula universitaria y reducir el salario mínimo.
Grecia paralizada
Grecia amaneció este viernes sin noticias en las radios y canales de televisión debido a que los trabajadores y trabajadoras de esos sectores adhirieron a las protestas que se extienden por todo el país.
Como consecuencia del plan de ajuste aprobado en mayo, cientos de periodistas y técnicos fueron despedidos y la publicidad en los medios se ha reducido un 50%.
Desde hace días se repiten las protestas, donde participan miles de personas, y la única respuesta son las acciones violentas de los cuerpos policiales.
Conductores de trenes y ómnibus, maestros, y empleados públicos rechazan el plan de ajuste, ratificado por los legisladores griegos el martes.
Gran Bretaña prepara despidos masivos
Antes del 1 de enero, el gobierno de Gran Bretaña prepara el despido de al menos 100 mil empleados públicos, en el marco del plan de ajuste más grande implementado en los últimos 60 años en el país.
Así lo reveló el periódico The Guardian ,y agregó que la medida apuntará principalmente a las alcaldías locales, a las fuerzas policiales y a otros servicios públicos.
Esta cifra se suma a los 33 mil trabajadores cesanteados desde octubre pasado, cuando el Ejecutivo anunció un paquete de medidas que permite reducir el gasto estatal en un 20% en los próximos cuatro años.
Sumado a esto, la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en sus siglas en inglés) informó que el índice de desempleo en Gran Bretaña trepó al 7,9% anual y elevó el número de personas sin trabajo a 2,5 millones.
La salida a la crisis británica a su vez afectó a los estudiantes, ya que el Parlamento aprobó el aumento de los aranceles universitarios, situación que desató las masivas protestas de los jóvenes.
Revueltas en Italia
Asediado por escándalos de prostitución y corrupción, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, también es blanco del descontento estudiantil, matizado todo esto por las también críticas de EEUU hacia el mandatario italiano por su cercanía con los líderes de Rusia y que encuentran en los medios de comunicación transnacionales un amplio eco.
Para la próxima semana se espera que los jóvenes se manifiesten durante la discusión en la Cámara de Senadores para dar vía libre al proyecto del Ejecutivo de reducir la financiación a las universidades y las becas de estudio e investigación.
Entrevistado por el diario Liberazione, el historiador y sociólogo italiano Marco Revelli, explicó que los jóvenes que se gradúan del nivel medio-superior se enfrentan a un escenario privado de oportunidades profesionales.
Añadió que el descontento se refleja en inmigrantes, obreros y el resto de las capas sociales ignoradas por las dinámicas políticas actuales, culpables de que el odio y el empobrecimiento de la sociedad aumente día tras día.
El lunes pasado, las ciudades de Nápoles, Palermo y Roma fueron el escenario para las marchas estudiantiles, que tuvieron como respuesta la represión policial, que ocasionó más de un centenar de heridos y cerca de 30 detenidos.
Todo esto sucede en medio de los cuestionamientos al primer ministro italiano, que resultó ileso ante las mociones de confianza y censura presentadas en el Senado y en la Cámara de Diputados, rechazadas por un diferencia de apenas tres votos.
“Un huracán de regresión social sin precedentes azota con violencia a Europa y puede arrastrar a su paso todas las conquistas sociales arrancadas en duros combates por varias generaciones sucesivas”, expresó Mohamed Belaali en un artículo publicado por el sitio Rebelión este viernes.
Para Belaali “las clases dirigentes europeas libran una auténtica guerra contra todos los avances sociales, pequeños y grandes. Son los enemigos declarados del progreso. Ningún ámbito está a salvo: empleo, trabajo estable, jubilaciones, familia, sanidad, libertades públicas, etc. La regresión es general y absoluta. El fantasma de la miseria planea sobre Europa. Los trabajadores unidos deben enfrentarse a esa burguesía retrógrada que los explota y los reduce a una existencia inhumana”.
Con este panorama en Europa, en el que también se observa la atención cautelosa y oportuna de la poderosa Alemania, se desprende que tanto los gobiernos nacionales como las grandes empresas y entidades financieras buscarán soportar las revueltas sociales, apostando por su paulatino desgaste, mientras que queda en manos de los ciudadanos que salen a las calles, principalmente los jóvenes, el desafío de torcer el brazo a la UE y al FMI.
Leandro Albani / AVN
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