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"Alimenta, Cuida y Ama a tu Hij@, para que el sistema pueda explotar su Cuerpo, embotar su Mente y destruir su Alma"
Koan
Primera parte...
Segunda parte...
[Nota de la Redacción de El Libertario: Al ocurrir la muerte de
Nelson Mandela, nos parece importante difundir en nuestro idioma la
perspectiva que desde el anarquismo surafricano se tiene sobre este
personaje, su rol histórico y, en especial, su legado. Para contribuir
en ese sentido, hemos traducido del inglés este artículo - original en
http://zabalaza.net/2013/06/06/the-brand-mandela-steamtrain-rolls-on/ -
publicado el 6 de junio de 2013, cuya autora es integrante del Tokologo
African Anarchist Collective.]
Nelson
Mandela se ha convertido en una marca: la "Marca Mandela". Su imagen,
nombre, biografía y datos conexos son utilizados para generar ganancias
y promover la leyenda del personaje. En julio de 2012, por ejemplo,
fue lanzada al mercado la línea de ropa 46664 (su número de prisionero
en las cárceles del apartheid); por supuesto "Made in China".
Pero la "Marca Mandela" es algo más que una oportunidad de vender
baratijas estúpidas a turistas y celebridades. También es un mito
peligroso, un culto promovido a diario en la imaginación del público y
que está al servicio de intereses mucho más siniestros. El mito de
Mandela se utiliza para dar, por asociación, credibilidad a la viciosa
clase dominante sudafricana y para legitimar al partido gobernante
Congreso Nacional Africano (CNA). No es de extrañar que el lanzamiento
en 2012 de las nuevas "randelas" - nueva serie de billetes de banco de
Sudáfrica, con la imagen de Mandela - coincidió con la conferencia
nacional del CNA en Manguang.
Y este "dinero Madiba" [Madiba es
el apodo popular de N.M.] llegó en medio de una serie de otros
dispositivos de glorificación a Mandela. Estos incluyen la presentación
en Bloemfontein, donde el CNA fue fundado en 1912, de una nueva
estatua de Mandela. Según el Presidente del país y actual jefe del CNA
Jacob Zuma, se trata de un símbolo de "la reconciliación y la
tolerancia", y un recordatorio a "seguir hablando" sobre el héroe
nacional, y su "verdadera historia".
Que critiquemos la "Marca
Mandela" de ninguna manera significa que menospreciamos los sacrificios
personales que Mandela hizo durante la lucha contra el apartheid, o su
visible papel en la transición de 1994, cuando se lograron avances
significativos en los derechos colectivos. Pero suscitar la emoción del
público con la iconografía de la liberación, y el uso de la imagen de
Mandela como si fuese un santo viviente, ha sido un señuelo para
ocultar la historia mucho menos heroica del CNA en el poder y las
realidades desagradables de la conferencia de Mangaung.
Al
igual que cualquier otra propaganda nacionalista, la "Marca Mandela" ha
sido usada por los ricos y poderosos para perpetuar un sistema de
clases putrefacto, un sistema que el CNA ayuda a mantener a través de
sus políticas neo-liberales, sus ofertas de "empoderamiento" para las
nuevas élites y las masacres policiales. Un sistema que ha causado
miseria para los millones de pobres sudafricanos a quienes se dice que
Mandela habría "liberado".
En Suráfrica este sistema de clases
está dirigido por una alianza de capitalistas privados (en su mayoría
blancos) y administradores estatales (en su mayoría negros) que actúan
en connivencia dados sus intereses de clase comunes. Tras una historia
sangrienta que ha asegurado que existiese muy poco espacio para las
aspiraciones de otros en el sector privado dominado por los blancos, el
Estado se ha convertido en el medio principal para que la élite negra
alcanzase dinero y poder.
Es por esta razón que el CNA, como
guardian del acceso a los recursos del Estado, se ha convertido en un
espacio tan disputado. El camino hacia Manguang estuvo marcado no por
"la reconciliación y la tolerancia", ni por "seguir hablando sobre el
héroe", sino por la rivalidad entre facciones corruptas, acusaciones de
fraude electoral, e incluso por la toma de rehenes y el asesinato...
Eso es el CNA en la realidad, pese a los desesperados esfuerzos
desplegados por la dominante facción de Zuma tratando de promover un
supuesto sueño nacionalista que se hereda de la "magia de Madiba".
Y, por último, para dejar las cosas claras, Mandela no fue el autor
heroico e individual de la liberación del país. Incluso si jugó un papel
importante, él mismo nunca se proclamó indispensable para ese proceso.
A quien fundamentalmente debemos agradecer los avances logrados en
1994 es a la mayoría trabajadora negra y a sus aliados de todas las
razas, a sus esfuerzos colectivos y a la solidaridad que fortaleció sus
luchas.
Si Jacob Zuma quiere una "verdadera historia", aquí está.
Tina Sizovuka
Fuente: http://periodicoellibertario.blogspot.com.es/2013/12/surafrica-la-marca-mandela-marcha-todo.html