sábado, 21 de diciembre de 2013

La limosna, esa manzana envenenada

caridadAcostumbrados como estamos a la propaganda, más aún en fechas próximas a las celebraciones navideñas, puede parecer difícil explicar qué es la “caridad” y por qué juega un papel importante en el mantenimiento de un orden social como el que sufrimos. La imagen de Teresa de Calcuta acogiendo “intocables” moribundos o la de comedores de la Iglesia en los que vemos crecer las colas todos los días chocan frontalmente con la imagen de Emilio Botín disfrutando de la Fórmula 1 o los resultados bursátiles de las grandes empresas sobre el parquet del Paseo del Prado. El aparente juego malabar de establecer una relación entre las dos cosas se convierte, a poco que se preste atención, en algo más parecido a los eslabones de una gran cadena firmemente soldada.
Empecemos por el principio, ¿qué es la caridad? La caridad es un precepto religioso que solo puede ejercerse en una sociedad dividida en clases sociales. En su propia definición lleva implícita una desigualdad social asumida, pues obliga al creyente a entregar sus bienes a quienes carecen de lo que a él le sobra. Todas las religiones, como buenos somníferos que contribuyen a la paz social, incluyen este mandato entre las órdenes de su dios. En el Cristianismo es una de las tres virtudes teologales junto a la Esperanza (un pecado en la Grecia Clásica) y la Fe. En el Islam toma el nombre de Zakat y en el judaísmo el de Tzezaka, que establece 8 niveles distintos de “calidad” de la misma a la hora de cumplir con Dios. Dependerá de la mayor o menor voluntad de quien entrega la caridad así como del anonimato o conocimiento de los implicados en el proceso. En el caso del budismo se llega hasta a exigir que se entregue incluso lo necesario para uno mismo.
Esta aparente forma de redistribución de la riqueza exige unas posiciones y tiene unas consecuencias para los participantes que es necesario tener en cuenta para valorar en su justa medida lo que la limosna lleva implícito, incluso si, haciendo un esfuerzo, no queremos dudar de sus intenciones.
A pesar de todos los discursos sobre el desinterés de esta práctica, no puede haber tal desinterés cuando se está actuando por mandato directo de dios y la desobediencia, según cualquier precepto religioso, se castiga eternamente. En ocasiones, donde no se mantiene una creencia, juegan un papel importante los sentimientos de satisfacción personal o directamente la rentabilidad publicitaria cuando la acción caritativa es de una envergadura considerable. Evidentemente, son quienes se ven en posesión de la riqueza concentrada aquellos cuya situación permite donaciones verdaderamente efectivas y sobretodo visibles.
Pero quizá la principal razón por la que la élite social impulsa la caridad es porque el sistema socioeconómico no va a ser puesto en tela de juicio. Demos de comer al pobre, pero que nadie pregunte por qué no puede hacerlo por sí mismo, parece ser la máxima.
Aquél que recibe esta acción caritativa tampoco está autorizado a hacerse preguntas. Su papel queda relegado al de un mero instrumento de la voluntad divina y objeto para que otro desarrolle la caridad en los términos que acabamos de explicar. La consecuencia para quienes se ven obligados por las circunstancias a sobrevivir de la dádiva es que como mínimo deberá asumir el rol pasivo que se le adjudica y someterse al modelo social que le ha llevado a esa miseria, culpabilizándose con frecuencia a sí mismo de su suerte. La destrucción de la personalidad que esto supone es incalculable, y esta desactivación de la contestación social que podrían suponer los “pobres” es para las élites uno de los valores más importantes de la caridad.
Sabiendo que la mayor parte de las organizaciones dedicadas a la caridad (y por supuesto las más importantes) pertenecen a la Iglesia Católica, no se puede desdeñar tampoco el adoctrinamiento religioso que la caridad supone debido a la natural gratitud desarrollada por quienes reciben aquello que necesitan. Esto no viene sino a reforzar la resignación a las condiciones de vida impuestas por cuanto quien espera algo en la prometida “otra vida” adormece la voluntad de conseguirlo en ésta.
Pero, ¿esa es la voluntad de la Iglesia? ¿cuál ha sido su actitud histórica ante las propuestas de acabar con el sistema social que produce una legión de pobres? Todo el empeño de esta institución ha sido defenderlo con uñas y dientes por todos los medios a su alcance. Esto es lo que se deduce de un vistazo a las encíclicas elaboradas por el papado en la segunda mitad del siglo XIX. “Quanta Cura”, elaborada en 1864 por Pío IX, está repleta de condenas entre las que destacan la dirigida contra la libertad de expresión y contra la libertad de culto. Bajo la idea de que estas libertades no son más que la libertad de “perdición”, y una vez establecida que la única fuente de verdad es la religión católica, se ahoga toda voz que cuestione el poder.
De igual forma, León XIII dicta la “Rerum Novarum” en 1891, acusando al socialismo (generalizando a todas sus corrientes, entre ellas el anarquismo) de empeorar la condición de los trabajadores. Asimismo defiende sin rubor la propiedad privada “con derecho estable y perpetuo”. “Se halla en la misma ley natural el fundamento y razón de la división de bienes y de la propiedad privada”, llega a decir. Si esta es la posición de la institución religiosa más grande del mundo que impulsa de manera activa la práctica de la caridad, queda claro que ésta última no viene a romper el yugo que establece esa misma propiedad privada que defienden férreamente. Oscar Wilde apreció la hipocresía de este comportamiento: Es inmoral usar la propiedad privada a fin de aliviar los terribles males que resultan de la misma institución de la propiedad privada. Es a la vez inmoral e injusto (El Alma del Hombre Bajo el Socialismo, 1898).
Pero en el caso de las religiones lo inmoral se relativiza a medida que se asciende en la escala social, y la justicia no es un valor a aplicar en este mundo. Atendiendo al comportamiento de dos de las instituciones caritativas más importantes, y de una de las ONGs más carismáticas relacionadas con la Iglesia, nos podremos hacer una idea de lo expuesto anteriormente.

Cáritas

Cáritas es una organización internacional que trabaja en cerca de 200 países con 162 sucursales. Una de ellas es la que desarrolla su actividad en España, con 6.000 organismos en parroquias y 68 en obispados. A pesar de su vinculación estatutaria a la Iglesia Católica, sólo un 2% de su financiación proviene de ella. Alrededor de un 40% del dinero procede de subvenciones públicas y el resto de empresas y donantes privados.
Uno de sus principales mecenas ha sido Amancio Ortega, dueño de Inditex, que entregó a la organización 20 millones de euros en octubre de 2012, la mayor donación realizada a una ONG. Este acto de caridad ocupó primeras páginas de todos los diarios nacionales, así como minutos de oro en los informativos de radio y televisión, una publicidad nada desdeñable en los tiempos que corren. Lo que no ocupó el tiempo noticiable fueron las inspecciones que el gobierno brasileño llevó a cabo en fábricas que suministran el 90% de la ropa a Inditex. Allí se liberaron a 15 personas en lo que se calificó de “semiesclavitud” y se levantó acta de la presencia de niños. De igual modo Inditex ha tenido que hacer frente a numerosas denuncias por condiciones de trabajo similares en Argentina.
En el mismo grupo de grandes personalidades “filantrópicas” podríamos incluir a Joan Roig, dueño de la cadena de supermercados Mercadona, que suministró 42.000 kilos de comida a través de un convenio firmado con Cáritas. Al mismo tiempo, el señor Roig impulsaba en los medios con comentarios grotescos la reforma laboral que Fátima Báñez llevó al Congreso para su aprobación en 2012. Para Roig, nuestro “derroche” ha sido una de las causas de lo que han llamado “crisis económica”, insta a desincentivarnos de usar la sanidad, la educación y la justicia como se ha hecho con las bolsas de plástico, y hay que alabar el esfuerzo laboral de los bazares chinos como ejemplo que deberíamos seguir, además de teorizar sobre la necesidad de rebajar las condiciones de vida de los trabajadores (aún más, se entiende) si no queremos “esforzarnos más”. A pesar de aparecer constantemente como empresa modelo del sector, no sólo por la obtención en 2012 de unos beneficios de 508 millones de euros, sino por su compromiso ético, Mercadona es una de las empresas más condenadas por acoso laboral a las mujeres, obstaculizando las bajas por maternidad e incapacidad y acumulando decenas de sentencias por abuso. Evidentemente no le ha venido mal una campaña de imagen.
El ex-ministro de Asuntos Exteriores de Aznar, Abel Matutes, con una larga trayectoria política enraizada en el franquismo y un imperio de hoteles y compañías de transporte, da nombre a la fundación que dirige su familia, que entregó 60.000 euros a Cáritas y otras organizaciones. También obtuvo pingües beneficios de una parcela comprada justo el día anterior de su expropiación por el Consejo Insular, que indemnizó generosamente. En sintonía con este tipo de movimientos sospechosos ha estado la actividad de una de sus hijas, Stella Matutes, imputada por tráfico de influencias como Consellera de Vias y Obras, al recalificar terrenos donde las empresas familiares proyectaban edificar. Su actividad destructiva del patrimonio ecológico de Ibiza con la construcción de hoteles de su grupo y el impulso de autopistas ha sido una constante como método de amasar una fortuna y posteriormente ejercer la caridad.
La colaboración de la clase política madrileña con Cáritas, a través de Ignacio González, se escenificó en la entrega de mil viviendas del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid). Que el organismo dedicado a facilitar el acceso a la vivienda haga dejación de funciones en manos de una organización de caridad es el ejemplo más claro de la idea de justicia social que tienen. Siendo conscientes de que ningún organismo público ni responsable político alguno han cumplido nunca con la obligación de que nadie esté en la calle habiendo viviendas vacías, la “clave de bóveda” de la maniobra es que al IVIMA se le pueden exigir responsabilidades por ello, pero a Cáritas no. Por si el asunto no era suficientemente vergonzoso, antes de la entrega desalojaron a gente de algunas de las viviendas que Cáritas afirma tener la intención de alquilar (a unos 200€)… ¡a familias desahuciadas!
En el plano internacional Cáritas ha sido puesta en tela de juicio en más de una ocasión. Los machetes enviados por la organización a Ruanda, utilizados en el genocidio de 1994, y la colaboración con los asesinos de Madeleine Raffin, responsable de Cáritas en la región de los Grandes Lagos, han sido algunas de las acusaciones que detalla Jean-Paul Gouteux en su libro Apología de la Blasfemia. En la recta final de las guerras que trocearon Yugoslavia a finales de los años 90, los camiones de Cáritas Internacional fueron utilizados para transportar armas desde el puerto de Ancona hasta el norte de Albania como publicó en su día el Corriere de la Sera.
En marzo de 2013 ha renovado por cuatro años más la presidencia de Cáritas española Rafael del Río Sendino, el que fue Director General de la Policía entre enero del 83 y noviembre del 86 y Director de Seguridad de Iberia posteriormente. En el cuerpo desde 1962, fue ascendido por José Barrionuevo, y estuvo en el ojo del huracán durante la investigación sobre los GAL, siendo interrogado por las circunstancias que rodearon el asesinato de Santiago Brouard, y llegando a un punto en que la acusación popular pidió su encarcelamiento por encubrir el terrorismo de Estado. Sus faltas de memoria fueron también noticia durante la investigación de la desaparición de Santiago Corella, el “Nani”. Desde luego, teniendo en cuenta quién dirige la institución poco puede sorprender quién colabora con ella.

Intermón&Oxfam

En este caso, bajo una apariencia totalmente laica y una actividad de proyectos de cooperación, “comercio justo” y denuncia social, se encubre el control más o menos directo de la Compañía de Jesús (su nombre original fue “Secretariado de Misiones y Propaganda de la Compañía de Jesús”) y la colaboración en el “Consejo Asesor” de algunos de los principales responsables de la situación social que sufrimos.
El nombre de Antonio Gutiérrez, exsecretario general de CCOO, ex-diputado del PSOE y ex-asesor de la Fundación Caja Madrid, será conocido por muchos, aunque es probable que no tantos se acuerden de que fue el responsable en el año 97 de un acuerdo con el primer gobierno de Aznar por el que se redujo la indemnización por despido, por poner un solo ejemplo.
Ramón Forn sin embargo es un nombre que no sonará a nadie. Este asesor de Intermón, relacionado con ESADE, es socio-director de McKinsey Spain, consultoría que lo mismo hace informes para Iberia relacionando salarios y productividad que justifiquen los últimos ataques de la compañía contra los trabajadores, que analiza sistemas sanitarios, como hizo en 2001, para acabar concluyendo (¡cómo no!) que era necesaria la introducción del sector privado en el sistema sanitario público. Mckinsey también recomendaba “complementar” las coberturas con seguros privados.
Pero los casos de Inocencio Arias y de Rafael Arias Salgado formando parte del consejo asesor de Intermón son especialmente sangrantes. Inocencio Arias fue Director General del Real Madrid y durante su estancia en la entidad deportiva los neonazis de Ultrasur se paseaban con total libertad por las instalaciones compadreando incluso con la directiva, que les compraba la lotería de navidad, a pesar de las decenas de sentencias acumuladas por agresiones y tenencia ilícita de armas. Pero si por algo se le recuerda es por ejercer de embajador en la ONU del gobierno cuando Aznar envió tropas a Iraq, aventura neocolonial que ha defendido siempre como “legal y legítima”.
Rafael Arias Salgado, además de ser hijo de un ministro franquista y de presidir PROSEGUR entre el año 83 y 85, fue el ministro de Fomento que en abril del 98 desarrolló la famosa Ley del Suelo, con las consecuencias sobre los precios de la vivienda conocidas por todos. Hoy preside Carrefour España (razón por la que no es extraño encontrar los productos de Intermón en sus estantes) y World Duty Free Group, empresa que se ha hecho con la concesión de las tiendas “Duty Free” de 11 aeropuertos españoles, entre ellos Barajas. Esta gestión le pertenecía a la empresa pública ALDEASA hasta que su colega Rodrigo Rato la privatizó cuando ambos eran ministros.
Con este “material humano” no es extraño que el “comercio justo” que patrocina haya caído rápidamente en manos de multinacionales como Carrefour, o que hayan suscrito convenios con Sol Meliá, propiedad de la familia Escarrer (una de las 10 fortunas más grandes de España), que construye en México en zonas de alto valor ecológico, enajena el agua potable en Costa Rica para regar campos de golf como el del Resort Paradisus en Playa Conchal, devasta bosques de manglar y presiona a los gobiernos para que deroguen las leyes de protección de estos ecosistemas, por no hablar de la explotación semiesclavista de sus trabajadores.
Creo que se puede convenir sin esfuerzo que si esta gente es la que asesora a la ONG es imposible que su acción vaya encaminada a nada que se parezca a la justicia ni a la igualdad, siendo responsables de la brecha social abierta en sentido opuesto a esos términos.

Fundación Española de Banco de Alimentos (FESBAL)

Pero sin duda la institución caritativa más mediática últimamente es la FESBAL. A esto ayudó el premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2012 votado por un jurado en el que se encontraban Rodrigo Rato y Alicia Koplowitz entre otros. Como vemos, la presencia de estos sujetos en el impulso caritativo es constante, y una muestra más es el nombramiento de la señora Ana Botella como presidenta honorífica del Banco de Alimentos de Madrid. Aprovechando su nombramiento impulsó la inversión de su patrimonio en la SICAV Gescartera en el año 2001.
La FESBAL tiene una vinculación con el Opus Dei estrecha. El desarrollo de la organización fue gracias al impulso de un empresario barcelonés y del sacerdote de la Obra José María Sanabria, como así lo relata su actual presidente, Jose Antonio Busto Villa en una entrevista a la web de Torreciudad publicada en la página oficial del Opus. Otro de los indicios de esta relación lo tenemos en que el anterior y el actual presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Mariano Posadas y Jose María Zárate, son socios supernumerarios.
Conviene saber que la FESBAL no reparte comida directamente a los pobres, algo que con frecuencia se soslaya. En la memoria del Banco de Alimentos de Madrid de 2011 podemos comprobar que son parroquias, conventos y monasterios en más de un 90%. Pero dentro de los pocos centros que no son religiosos podemos sorprendernos al encontrar a dos instituciones antiabortistas, la Fundación Vida y Provida-Alcalá. Tampoco se explica por qué reparten alimentos en el Seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal o en los colegios que los Legionarios de Cristo poseen en El Plantío (Mahadahonda) y en La Moraleja, de mujeres y hombres respectivamente. Lo que sí vemos es que han recibido para ello 40.000 euros de la Comunidad de Madrid, 24.687 del Ayuntamiento de Madrid y 3.100 del consistorio alcalaíno. En el verano de 2012 ya fue un escándalo el hecho de conocerse que en una residencia femenina de Granada regentada por las monjas franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo estuviesen dando alimentos procedentes de la FESBAL a las niñas a las que cobraban más de 600 euros por alojamiento y manutención.
En definitiva, queda claro que las instituciones religiosas siempre serán firmes defensoras de la autoridad, y por tanto del orden establecido. En ocasiones algunas organizaciones están encubriendo su vinculación a la Iglesia eludiendo así su responsabilidad en la actitud de aquella. La caridad, como hemos visto, está impulsada por quienes sostienen el statu quo, ya que no cuestiona el origen de la pobreza y contribuye a la paz social. Las necesidades básicas para no caer en la exclusión no podemos dejarlas en manos de la misma gente que provoca esa miseria y debemos reinventar mecanismos de solidaridad que atendiendo estas necesidades continúen generando o recuperando conciencia de clase y espíritu de lucha.
Texto escrito por Julio Reyero.
Fuente: http://www.todoporhacer.org/la-limosna-esa-manzana-envenenada

Sieyès contra la tradición. El anarquismo de la tabla rasa

Sieyes¿Anarquista Sieyès? La idea es extraña. Entre los protagonistas de la Revolución francesa, es sin duda uno de los que –en campo republicano- parecen más alejados de nuestros ideales. Y a primera vista, el informe es sin duda demasiado contundente: antiguo sacerdote, Sieyès (1748-1836) fue favorable al régimen representativo, desconfiando de la democracia directa y de la libertad de prensa, defensor encarnizado de la propiedad privada, y de los primeros en pensar en la exclusión en 1791 de los más pobres y las mujeres del derecho de voto. Parece pues encarnar a la perfección a la burguesía elitista que encauzó vigorosamente la dinámica revolucionaria y la canalizó en sus límites conformes a sus intereses socioeconómicos (1). Peor aún, con Bonaparte, fue el principal artífice del golpe de Estado del 18 Brumario que vio a la República ceder su puesto al Consulado, primera etapa hacia el Imperio. Su recorrido político y sus ideas lo sitúan en las antípodas del anarquismo.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Porque si la lista de posiciones conservadoras adoptadas por Sieyès puede poner en cuestión con justicia su vinculación al campo progresista, no debe hacernos olvidar que fue también el adversario más encarnizado del Antiguo Régimen, de los privilegios y de la aristocracia. Durante el verano y el otoño de 1789 se sitúa generalmente al lado de los más intransigentes: por iniciativa suya se opera el 17 de junio la transformación de los Estados Generales en Asamblea Constituyente con el fin de acabar con el régimen absoluto; tres meses más tarde, en septiembre, es uno de los portavoces de los diputados más hostiles a los poderes del rey y se sienta con ellos en la extrema izquierda (2). Desde entonces, sus textos y discursos son un testimonio precioso del pensamiento de un individuo arrollado por los acontecimientos. Y eso hace aún más indispensable el análisis de su evolución conservadora posterior: comprender a Sieyès es comprender cómo puede nacer y morir un revolucionario. Y por eso, para los anarquistas es importante la lección.
Kropotkin no se equivocó. En La gran revolución, Sieyès se presenta unas veces bajo un aspecto positivo y otras bajo uno negativo, lo que refleja la ambivalencia del personaje (3). Su papel decisivo en el desencadenamiento de la Revolución está reconocido: cuando publica en 1788 los panfletos ¿Qué es el Tercer Estado? y Ensayo sobre los privilegios se convierte en el jefe de filas de los escritores llamados “patriotas” que luchan contra los privilegios de la nobleza y reclaman derechos políticos para el pueblo (4). Interpretados por Tocqueville como un “grito de guerra” lanzado por quien es el símbolo “de la violencia y del radicalismo del espíritu de la Revolución” (5), esos textos contienen tanto reflexiones político-institucionales como virulentos ataques contra la aristocracia. De ella hace Sieyès objeto de un rechazo inquebrantable porque representa todo lo que odia: la persistencia del feudalismo, el sentimiento de superioridad social, la apropiación hereditaria de los cargos públicos… Su combatividad a ese respecto no se atenuará, excepto después del Terror (juzgado excesivo), prefiriendo la expulsión de los nobles fuera del país antes que la guillotina (6).
Revolucionario inflexible en ciertos aspectos, Sieyès merece sin embargo toda la atención porque una ruptura política de envergadura lleva consigo un horizonte deseable. Mejor aún, en la forma en que justifica el derecho a la revolución se puede descubrir un razonamiento que hace de él uno de los precursores del anarquismo. O al menos, uno de los pensadores más pertinentes de lo que es un pilar de la idea anarquista: el rechazo de las tradiciones heredadas del pasado. Para Sieyès, efectivamente, las peores injusticias son las que, año tras año, son trasmitidas a cada nueva generación. Se transforman en costumbres, hasta el punto de parecer naturales a los ojos de quienes las sufren. Así, el pueblo se ha acostumbrado al absolutismo real y a los privilegios de la nobleza. Ha llegado a aceptar su posición subalterna como norma, asimilando la visión del mundo impuesta por el rey y los aristócratas.
Eso es lo que Sieyès denuncia bajo el nombre de “prejuicio”: una injusticia que adquiere la fuerza de la costumbre, que se adosa a los siglos pasados para justificarse como tradición. Como si el solo hecho de existir desde hace tanto tiempo fuera, para un régimen o una ley, prueba suficiente de su valor y su carácter eterno. A esos prejuicios, costumbres y usos aceptados mecánicamente, opone la razón, única fuente de orden sociopolítico adecuada para satisfacer las exigencias de libertad. Apodado el “Descartes de la política” (7) por su voluntad de hacer tabla rasa del pasado para reinventarlo de nuevo, Sieyès encarna el espíritu constructivista de la Revolución francesa: la fuerza del hombre reside en su capacidad de construir el mejor régimen posible sin plegarse a lo recibido de las generaciones precedentes; es siempre posible reconstruir la sociedad, fundar una nueva, y los individuos no deben ser prisioneros de las mentalidades e instituciones que instauraron sus ancestros.
Ese planteamiento mental propio de las Luces, que postula que el hombre no es libre si no decide las reglas a las que obedecer, toma en Sieyès una dimensión muy particular en el aspecto constitucional. En efecto, los pasajes más influyentes de ¿Qué es el Tercer Estado? desvelan la naturaleza discutible y maleable de las instituciones. Invitan a los ciudadanos a servirse del poder constituyente, que supone hacer y deshacer a voluntad las leyes que organizan el Estado: una Constitución no es un texto sagrado, inmutable e intocable, y el pueblo tiene derecho a modificarla si lo considera necesario. Dicho de otro modo, siempre es posible destruir el orden institucional existente para edificar uno nuevo a partir de principios más racionales y más justos. Exhortando a sus lectores a romper con el pasado, con las tradiciones obsoletas y las viejas instituciones absolutistas nacidas en la Edad Media, Sieyès es el principal teórico de la ruptura revolucionaria con el Antiguo Régimen.
Esta reticencia hacia la tradición es un elemento clave del pensamiento anarquista del siglo XIX. En Reclus, la emancipación es el corolario del irrespeto hacia las creencias del pasado. Según él, las sociedades inmóviles, anquilosadas en sus ritos, son incapaces de suscitar la libertad (8). También para Kropotkin, detestando los prejuicios religiosos y políticos es como se despertarán los hombres del sueño en el que están sumidos. Rompen con la moral arcaica inculcada desde la infancia e inventan nuevas formas de pensar (9). Han Ryner, por su parte, considera que el individuo insumiso no se apoya en ningún dogma o tradición para interpretar el mundo y actuar (10). Todos coinciden en el rechazo a conceder autoridad a los ídolos del pasado. Destruir y reconstruir: ese es para ellos el gesto anarquista inaugural por el que se liberan los hombres. Y esta valoración de la tabla rasa intelectual e institucional encuentra en Sieyès a uno de sus modernos precursores.
Por otra parte, no es sorprendente que el pensamiento contrarrevolucionario y conservador haya hecho de él su blanco preferido. Así lo hace explícitamente Edmund Burke al publicar en 1790 sus Reflexiones sobre la revolución de Francia. En ese panfleto, trata de rehabilitar la tradición de los prejuicios, presentándolos como una forma de sabiduría acumulada siglo tras siglo. Los hombres no los rechazarán sin correr riesgo, y deberán, por el contrario, someterse a ellos con la más humilde deferencia. Con el fin de sacralizar la monarquía y la jerarquía social propias del sistema aristocrático, Burke niega la capacidad de una generación de individuos para construir todas las piezas de un nuevo orden sociopolítico. Frente a la complejidad de la sociedad, más vale renunciar a cambiarla, y aceptarla tal y como es. Esta idea es el revés casi simétrico del pensamiento sieyesiano, pero no solo eso: es la posibilidad de romper incluso con el pasado para llevar con éxito una revolución que es aquí rechazada (11).
Pero si Sieyès, desde este punto de vista, es una figura llena de enseñanzas para los anarquistas, no se puede decir lo mismo para todos los aspectos de su obra. No obstante, comprender los límites que impone al proceso revolucionario es también instructivo. En primer lugar, porque olvida incluir los prejuicios de envergadura en su crítica: la propiedad privada, definida como un derecho natural –por tanto, fuera de discusión- y el Estado en sí mismo, que jamás cuestionó (12). La aportación del anarquismo del siglo XIX fue extender la tabla rasa a esos dos ídolos. Además, Sieyès adopta tras el Terror una actitud más conservadora. Su obsesión es estabilizar las instituciones con el fin de evitar nuevas turbulencias. Bajo el Directorio ya no se tratará de hacer la revolución, sino de impedirla. Por eso, la República debe ser considerara sagrada e intocable a los ojos del pueblo, y trasmitirse como una tradición.
Aquí es donde los anarquistas abandonan a Sieyès. Una sociedad conforme a nuestros valores no podría ser tan inmóvil, adormecida en esas costumbres que denuncian Reclus o Kropotkin. So pena de traicionarse, una revolución anarquista no puede tener como objetivo fundar una nueva tradición o instaurar, llave en mano, un orden sociopolítico inmutable para las generaciones futuras. Eso sería impedirles el uso de la capacidad crítica de rechazar el pasado, de destrucción y construcción, que es la esencia de la libertad. Eso sería ponernos del lado de Burke: ¿habrá que instaurar la cultura de nuestros ancestros o el respeto religioso hacia los padre fundadores y su obra? Lo que nos sugiere Sieyès, con sus luces y sus sombras, es que una sociedad plenamente anarquista será, por el contrario, una sociedad que no se dormirá, que no se moverá en la tradición, y cuyos fundadores no tendrán el descaro de impedir a sus hijos el derecho a protestar, a no conservar, a hacer y deshacer.
Erwan
(Le Monde libertaire)
Publicado en el número 305 del periódico anarquista Tierra y libertad (diciembre de 2013)
Fuente: http://acracia.org/Acracia/Sieyes_contra_la_tradicion._El_anarquismo_de_la_tabla_rasa.html
Notas:
1.- Eso es lo que piensa globalmente Guérin, que evoca poco a Sieyès, excepto para señalar su pertenencia a la burguesía y su vinculación al “liberalismo económico”. Véase La lutte de classe sous la Première République, Gallimard, París 1946, vol. 1, p.154.
2.- Será uno de los regicidas en enero de 1793.
3.- Piotr Kropotkin, La gran revolución, EN, México 1967.
4.- Emmanuel Sieyès, Oeuvres, vol. 1, EDHIS, París 1989.
5.- Alexis de Tocqueville, Oeuvres complètes, Gallimard, París 1953, p.139. Se puede hablar también de una “declaración de guerra civil contra la aristocracia” (Pasquale Pasquino, Sieyès et l’invention de la constitution en France, Odile Jacob, París 1998, p.54).
6.- Sieyès está fascinado por el antiguo mecanismo del ostracismo, mediante el cual los demócratas atenienses echaban de la ciudad a los que consideraban peligrosos.
7.- Paul Bastid, Sieyès, Hachette, París 1970, p.293.
8.- Élisée Reclus, L’anarchisme, Mille et une nuits, París 2009.
9.- Piotr Kropotkin, La moral anarquista, Utopía Libertaria, Buenos Aires 2008.
10-. Han Ryner, Petit manuel individualiste, Allia, París 2010.
11.- Es lógico que Burke haya inspirado las teorías liberales de Friedrich Hayek, que opone lo que llama el orden “fabricado” procedente de las ideas revolucionarias al orden “maduro”, más beneficioso que el mercado, según él. Véase Droit, législation et liberté, PUF, París 2007.
12.- En lo relativo a la exclusión de las mujeres de la política, Sieyès admitía que se trataba de un prejuicio que desaparecería tarde o temprano. Pero no era especialmente militante al respecto.

La economía capitalista como constructo social

dineroPodemos caer en el error, las personas que nos encuadramos en la ideología libertaria, al pretender explicar el capitalismo, fomentar entre las personas que nos oyen su perdurabilidad y supuesta inevitabilidad como mal social menor. Esto ocurre cuando hablamos de la crisis, o de otros fenómenos económicos, meramente capitalistas, que en otros tipos de economía no se darían, pues todos sabemos que en la organización económica autogestionaria, las crisis de sobreproducción (no es otra cosa lo que estamos viviendo ahora) quedarían limitadas, cuando no abolidas por el transcurrir propio de la organización económica anarquista.
Es por ello, que pretendo, desde mi humilde posición de militante, y antiguo estudioso de la economía, carrera que dejé, por cierto, asqueado por la manipulación que los profesores y directores de las diversas cátedras hacen de su contenido, presentando al capitalismo como algo inevitable y perdurable por siempre (por ejemplo, la asignatura historia económica empieza en el período capitalista, como si antes de éste no hubieran existido otras formas de organización de la economía, a saber: primitivismo naturalista y anarquista, esclavismo, feudalismo, capitalismo y capitalismo de estado); ni que decir tiene que se trata de una estrategia dirigida por el poder, para que la sociedad acepte el capitalismo como un hecho infundado, inevitable, casi como la forma natural de organización de la economía, cuando no es más que el producto de un tiempo y espacio determinados, es decir, una construcción histórica del hombre.
Por ello debemos hacer hincapié, los anarquistas, en difundir nuestra manera de organizar la economía, es decir: el comunismo libertario debe salir de los “museos” para adentrarse en la psicología y vida de la gente, pues es el único sistema económico que puede acabar con el capitalismo, además de ser el único no tamizado por la prueba del error, pues nunca se ha puesto en práctica a escala global, o cuando menos, en una extensión de terreno grande, excepto en Cataluña y Aragón durante la Guerra Civil Española.
En efecto, 3 son las características que el capitalismo tiene, para los estudiosos y charlatanes económicos de hoy en día, que debemos combatir sin denuedo:
a) Perdurabilidad en el tiempo: para la mayoría de investigadores económicos, el capitalismo es el sistema que va a regir el desarrollo de la economía humana durante todo lo que resta de historia, al haberse constatado la derrota del “socialismo real”, que no es más que un capitalismo de estado, pues seguía habiendo explotación del hombre por el hombre, y una asfixiante política de control y represión.
b) Sus categorías económicas son neutras moralmente: siendo el actuar humano lo que convierte al capitalismo en algo salvaje y depravado, a los ojos de la mayoría; pues bien, debemos hacer hincapié en nuestras tertulias con amigos, en que el capitalismo en sí, basado en la explotación del hombre por el hombre, es un sistema corrupto y de exterminio de la raza humana, al igual que lo fueron el esclavismo y el feudalismo.
c) El desarrollo del capitalismo ha hecho que la lógica de la lucha de clases se extinga: creando una mayoría social de “clase media”, en el limbo de la interpretación sociológica e histórica, que se rige por el modo de vida burgués, aún siendo explotados como obreros; con la práctica diaria y nuestra propaganda, debemos activar la consciencia de clase de la población en general, que viven en un mundo falso de prosperidad y “regaliz”, engañados por los medios de comunicación, la escuela, la universidad y los gobiernos de turno.
Por el contrario, 3 son las características básicas que una sociedad y economía libertarias deben tener, debiendo estar nuestra práctica cotidiana como individuos y colectivos supeditadas a la realización futura de dicho ideal de progreso y solución de los males del mundo, en el que todos creemos:
a) Adaptación sucesiva a los inconvenientes y problemas generados: es decir, nuestro sistema económico no puede convertirse en algo anquilosado y visto con ternura por los militantes anarquistas, sino que, partiendo de la base de que toda construcción humana es mejorable, debemos estar ojo avizor, para completar sus preceptos y prácticas al albur de las necesidades que vayan surgiendo en el trayecto histórico y de lucha por su implantación.
b) No jerarquización de las decisiones relativas a la economía: al ser esta la parcela que más le interesa a la población en general, debemos ser muy didácticos, y desmarcarnos lo más que lo permitan las circunstancias, de otras izquierdas, dirigistas y con presunción de liderazgo: trotskistas, maoístas, comunistas en general…
c) Implementación de un plan que nos lleve a nuestra meta, la consecución del comunismo libertario: para ello habrá que pasar por diversas fases, teniendo en cuenta que habrá zonas del mundo, o de un país en concreto, que estén más preparadas para llegar al ideal que otras, a las que habrá que ayudar con esfuerzo solidario, para conseguir el fin último propuesto, la implantación del comunismo libertario a escala mundial.
Dejo para sucesivos artículos las consideraciones que me parece necesario expresar con respecto a la transición entre el capitalismo y el comunismo libertario, teniendo siempre en cuenta que nuestros principios, y nadie nos puede decir que la práctica diaria vaya en contra de ellos, demuestran que para conseguir nuestra meta, los medios y los fines deben ser todo uno, es decir, debe haber una perfecta conjunción entre fines a conseguir y medios a emplear.
Nos parece de recibo, llegados a este punto, citar el nombre de un economista que puede ilustrar mejor lo dicho hasta ahora: no es otro que el gran Abrahám Guillén, autor de diversos libros en los que desenmascara el capitalismo como sistema económico repugnante, así como también otra serie de libros en los que dibuja el porvenir del comunismo libertario, explicado con palabras claras y concisas, que puede ser dirigido a todo tipo de públicos. Ánimo a todos los amantes de la Idea, en su ardua labor de rescatar del pasado y de los museos de la historia el comunismo libertario, para presentarlo como alternativa válida y capaz de lograr la hegemonía social, contra el capitalismo asesino que nos oprime.
@JuanSinamo
http://elcaminodelaanarquia.wordpress.com/2013/12/12/la-economia-capitalista-como-constructo-social/

No son suicidios, son asesinatos...

cartelAquí os dejamos el texto que estamos repartiendo en el barrio y el cartel que hemos editado (aclaramos que la idea de cartel la hemos cogido de compañer@s de Barcelona).
También ponemos fotos de murales aparecidos por el barrio.Desde el Grupo Anarquistas de Vallekas llevamos un tiempo denunciando los asesinatos que el Capitalismo y el Estado está cometiendo con la excusa de la crisis.

NO SON SUICIDIOS, SON ASESINATOS.


Desgraciadamente nos estamos empezando a acostumbrar a la cotidiana noticia de que alguien se ha suicidado empujado por la situación de pobreza y angustia en la que está sometido y que muchas veces sucede justo antes de efectuarse el desahucio del lugar donde vive. Éste es el desenlace fatal a toda la cadena de hechos que comienzan en una mesa llena de corbatas que mueven sus fichas y deciden sus políticas de empresa, recortes sociales, manejos urbanísticos y golpes económicos mientras se reparten de antemano los beneficios millonarios. Es una imagen obscena que vemos repetida cada día en cada telediario: asquerosos ricos que salen en sus coches oficiales, se estrechan las manos y, entre sonrisas, se dan palmadas en el hombro; demócratas de toda la vida que hacen y deshacen a conveniencia y que condenan a una gran mayoría a una vida de supervivencia mientras se llenan los bolsillos con descaro, sabiendo que son intocables.
Odiamos cada una de sus caras. Os odiamos porque cada una de vuestras decisiones termina con una persona colgando de una soga, en algunos casos nos enteramos pero la gran mayoría permanecen en el olvido. Hablamos de gente normal a la que se le ha exprimido, empujándola a la miseria y a la desesperación, no viendo otra salida más que quitarse la vida como única forma de romper las cadenas con las que nos están asfixiando poco a poco, día a día.
Malditos políticos, banqueros, empresarios, jueces y policías, tenéis las manos manchadas de sangre. Guardaremos bien cada una de las sogas de las que cuelgan nuestras hermanas y hermanos, porque estamos trabajando duro para que llegue el día en que seáis vosotros los que no tengan otra salida que el suicidio.


SU RIQUEZA ESTÁ CONSTRUIDA CON LA SANGRE DE NUESTRA GENTE

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS

ANARQUISTAS DE VALLEKAS



EEUU: El Imperio de la Barbarie

eeuuTodo demonio siempre busca vestirse de ángel, el caso más evidente de estos tiempos es el Gobierno de EEUU.  Las 13 colonias británicas que se fundaron sobre la sangre, marginación y sufrimiento de los nativos de América del Norte,  formaron una nación que se ha basado en la esclavitud de todo el planeta bajo la bandera de la Libertad y la Democracia.
El Estado de la Libertad que no abolió la esclavitud hasta 1865 (Francia, gracias a los jacobinos, entre ellos abad Gregoire y Robespierre entre otros, abolió la esclavitud en 1794, 70 años antes que EEUU), en el que la mujer no pudo votar a su presidente hasta 1920 o los negros empezaron a dar el primer paso hacia la igualdad con la primera ley anti discriminación en 1964.
¿Qué se puede esperar de una nación que era admirada por Hitler? Él mismo, en 1924, expresaba su admiración por EEUU debido a su “raza selecta”  gracias a sus políticas de inmigración.  De hecho, Hitler usó una Ley de Inmigración de 1924 para aplicarla en los campos de inmigración. Eso de rapar las cabezas y hacinarlos en campos de concentración ya lo hacían los americanos con los mexicanos. Incluso los bañaban en bidones de gasolina y los “desparasitaban” con Zyklon B. Gracias al uso de los americanos del Zyklon B, un doctor alemán, empezó a usarlo en masa para después emplearlo en las cámaras de gas en los campos de concentración.  De hecho, en plena II Guerra Mundial contra Japón, había 3 naciones con campos de concentración: el régimen nazi alemán, los gulags de la URRSS y…los campos de concentración estadounidenses donde hacinaban a la población japonesa que vivía en EEUU.  Pocos años antes EEUU había masacrado a cientos de miles de filipinos en la invasión (1899-1902) bajo la excusa de que iban a “liberarlos”. Sí, como dijo el mismo Noam Chomsky : “iban a liberar sus almas de las penurias de la vida”.
El Gobierno de EEUU es un Estado Terrorista, él sí que es el Eje del Mal junto a todas estas falsas democracias de Occidente.  EEUU es un imperio, el imperio de la barbarie, y, al igual que el Imperio Persa, el de Alejandro Magno, el Imperio Romano, el Mongol,  el Otomano…caerá, ese es el destino final. Todo lo que se eleva cae, pero, parece que Dios ama a los sanguinarios y esclavizadores y los mantiene mucho más en el poder que a los pocos buenos que en el mundo han sido.  EEUU, en la Guerra de Corea (1950-1953), lanzó más bombas sobre Pyonyang que población había (400.000 almas), y la gente se pregunta por qué los norcoreanos odian tanto a EEUU...
Siempre se encargan, mediante los medios de comunicación (sicarios de la información, diría yo), de idolatrar a satanás y diabolizar a los que luchan por su pueblo. El “gran” Jhon.F.Kennedy lanzó gas naranja sobre las poblaciones vietnamitas y aumentó el salvaje bloqueo económico a Cuba en 1962, Reagan apoyó una sanguinaria dictadura en Guatemala en los años 80 (se masacraron incluso a campesinos, mujeres y niños mayas).  Y luego ponen a Chávez como un diablo por cometer el pecado de no querer arrodillarse ante ello y cuidar a su pueblo.
Cuba no es el paraíso, sobre todo en un lugar concreto donde se viola de arriba abajo la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Tercera Convención de Ginebra…y ese lugar se llama Guantánamo. Donde hay presos incluso menores de edad, torturados diariamente, que no tienen ni siquiera el tratamiento de prisioneros de guerra sino “combatientes enemigos”, con 37 intentos de suicidio hasta ahora y, para que más decir, no hay más que ver las fotos  de las horribles torturas a las que son sometidas, todo ello protegido por Bush (este reconoció en un libro que él mismo autorizó torturas, y este tipo sigue en libertad) y después por Obama (quien decía que iba a cerrar este centro de torturas).
EEUU apoyó la masacre de más de medio millón de personas en Indonesia por el dictador Suharto desde 1965, calló ante la masacre de Pol Pot en Camboya, y sigue callando el genocidio de Israel contra el pueblo palestino, soltándole cada año más de 1100 millones dólares para gastar en armamento.  Y ya para qué hablar del Plan Colombia,  mediante el cual EEUU financia a los paramilitares que  asesinan sin pudor a los campesinos colombianos que protestan contra el atropello de su propio Gobierno, tiene gracia que los únicos que defienden a los campesinos en Colombia son las FARC, por cierto, Colombia, ese ejemplo de “democracia y libertad” (según EEUU), tiene el mayor número de fosas comunes de toda América Latina, buena parte de ellas excavadas en tiempos de uno de los “cachorros del imperio” (como dijo Chávez) llamado Álvaro Uribe.
Seguiría dando mil ejemplos, pero el sentido común hace ver que con estos ya son más que suficientes para ver que EEUU no es sino el Imperio de la Barbarie, no su pueblo, que sufre cada día la asfixia y la esclavitud del capitalismo salvaje quedándose sin casas y muriendo por no poder pagarse un tratamiento médico.  Los Estados Unidos un día serán los Estados Hundidos, pues, la Justicia, si alguna vez regresa a este triste Planeta Tierra, arrasará con su poderío, todo lo que se eleva mediante la desgracia acabará en la desgracia.
@marcomazongomar
Bibliografía:
Estados Canallas- Noam Chomsky
La Doctrina del Shock- Naomi Klein
Desinformación- Pascual Serrano
http://historiasdelahistoria.com/2013/06/21/el-trato-a-los-indocumentados-mexicanos-un-ejemplo-para-los-nazis

Conceptos económicos capitalistas vs. Conceptos económicos socialistas

capitalismoTrataremos de elaborar una pequeña serie de 5 conceptos económicos capitalistas, con sus contrarios en el socialismo autogestionario, para no caer en el error de repetir como papagayos discursos como el de IU, que pretende defender su sistema de control estatal sobre todo, basado en la antigua URSS, hablando de la maldad intrínseca de los mercados, y de que su superación estaría basada en una economía planificada por un partido único, al estilo PCUS o siguiendo el modelo cubano, bolivariano, etc…
Nosotros, debemos conocer aspectos económicos clave, para diferenciar nuestro discurso, del de compañeros de viaje, que si bien necesarios, sabemos también que nos dejarían en la estacada a las primeras de cambio, cuando no les sirvamos como carne de cañón ante los avances del capital monopolístico.

a) Mercado intervenido por leyes estatales, que favorecen la acumulación y concentración de capitales, contra la verdadera competencia y en contra de la masa asalariada, a la que se les quita la plusvalía, para favorecer a clases parasitarias e improductivas (como la burguesía, la clase media, la pequeña burguesía, etc…) VS. mercado libre autogestionario, sin intervención por leyes estatales, favoreciendo el libre intercambio y la competencia para conseguir los mejores productos a mejores costes relativos por parte de las empresas autogestionadas, en un sistema de libertad total, asociativo y federativo, sin abusar de la clase obrera, robándole un parte de su tiempo de trabajo y esfuerzo, la citada plusvalía capitalista, eliminando por completo las situaciones de clase parasitaria, como germen de la futura sociedad comunista libertaria.

b) Creación y mantenimiento del salario como medida de cambio y poder de compra de cosas, lo que favorece a la burguesía y demás clases parasitarias, tanto en su consumo desmedido, sin aportar nada útil a la producción del territorio, como en su función de medio de acumulación de plusvalía por los directivos y gerentes de las empresas monopolísticas, grandes, pequeñas y medianas VS. abolición del salario adoptando como medida de cambio la fórmula del valor social y de producción de un producto, sin distinguir entre las categorías y posibilidades de las personas para diferenciarlas en poder de consumo, abolición de las clases parasitarias y de su consumo excesivo, lo que favorecería la acumulación de capital por parte de la sociedad, para dedicarlo a I+D+I, eliminación de la plusvalía por ser contraria a la propiedad social y colectiva de los medios de producción y consumo, etc…

c) Mantenimiento del ente estatal para controlar y reprimir a los descontentos con las fallas de su sistema económico desfasado (desempleo, desahucios, “leyes mordaza” y represión policial, etc…) VS. abolición del ente estatal, y sustitución de este por una federación de pueblos libres, que acabaría con la guerra global en la que vivimos, con la amenaza nuclear, y posibilitaría un intercambio justo entre los diferentes territorios del mundo; no habría desempleo, pues la jornada laboral quedaría reducida y serían necesarias hasta las manos de la actual burguesía para trabajar y nivelar los territorios desprotegidos por el capitalismo; tampoco haría falta la existencia de policías, contando para la defensa de los territorios, y sólo para la autodefensa de los mismo, con todo el pueblo en armas.

d) Creación y fomento de medios privados de comunicación de masas, para conseguir el adormecimiento del pueblo y su manipulación, que provocan que sigan empeñados en creer en esta falsa democracia, cuando a la vista esta, que es un timo mayúsculo, y que, como afirma Félix Rodrigo Mora, en su libro “La democracia y el triunfo del Estado”, es la principal causante de que la maquinaria estatal siga en pie, y no haya sido barrida de la faz del planeta por la masa enfurecida con sus desmanes pasados, presentes, y futuros si no lo remediamos VS. información libre, al estilo de plataformas como alasbarricadas.org, portaloaca.com y otros medios de contrainformación, que muestran la realidad tal como es, sin maquillajes ni subterfugios legales; desprofesionalización del quehacer periodístico, etc…

e) El capitalismo se basa, entre otras cosas, en la separación entre el trabajo intelectual y el manual, lo que provoca que unos pocos privilegiados, los más pudientes, se formen en las universidades más caras, para aspirar a copar los puestos administrativos y directivos del Estado y las empresas, con fenómenos como la puerta giratoria Estado – Empresas y otras estafas subyacentes VS. asunción por parte de todos de la responsabilidad gestora de las empresas socializadas, colectivización del saber científico y cultural de la humanidad, eliminando los royalties y las patentes, así como las leyes de protección del patrimionio intelectual e industrial, propiciando un intercambio fluido entre territorios, lo que conllevaría un amejoramiento de la base económica mundial.En conclusión, hay que diferenciar el discurso, fomentando la asunción de la economía y sociedad anarquistas, como hechos históricos posibles y necesarios para lograr una sociedad mejor: incluir las experiencias autogestoras anteriores, y también sus fracasos, en nuestro discurso anarcosindicalista del día a día.
@JuanSinamo
http://elcaminodelaanarquia.wordpress.com/2013/12/16/conceptos-economicos-capitalistas-vs-conceptos-economicos-socialistas/

La sociedad del odio. Los creyentes del sistema

odioLos creyentes del sistema piensan y actúan sin conciencia, debido a la propaganda dictada por una élite.
En el sistema capitalista las posibilidades de supervivencia del individuo se limitan al pensamiento estratégico y especulativo.
La estrategia psicológica que desarrollará el sujeto estará sujeta y previamente establecida en el marco de unas normas impuestas en el hábitat en el que tendrá que interactuar con sus semejantes para poder sobrevivir. Esta estrategia psicológica para poder sobrevivir vendrá determinada por su carácter y por su grado de adaptación y asimilación dentro del sistema, esto es, por la propaganda que dicta el propio sistema.
Las capacidades adaptativas del sujeto quedan limitadas en el sistema que interactúa.
Las facultades creativas del individuo quedan muy reducidas o directamente anuladas por el pensamiento impuesto desde arriba.
El pensamiento del hombre por lo general suele ser unidireccional, esto sucede debido al afán por el beneficio material dentro de un sistema que prima en esencia el valor del dinero y que trabaja por y para el capital (trabajo asalariado), y de cualquier forma que le reporte algún tipo de ganancia o de cualquier otra índole, el interés particular del hombre en este campo es vital para su supervivencia.
En una sociedad jerarquiza el hombre sólo busca medrar a costa de sus semejantes, para eso tiene que competir e intentar anular a su adversario.
Las técnicas psicológicas que utliliza el sujeto para poder sobrevivir se reducen al pensamiento especulativo y estratégico que dictan las normas del sistema.
El pensamiento especulativo y estratégico crean conflictos internos en el individuo y acaban derivando en las relaciones que tienen y tendrán con sus semejantes.
Las relaciones humanas en este sistema generalmente son producto del odio en mayor o menor medida que se dan entre sus miembros, la intensidad del odio vendrá determinada por varios factores: el ambiente, la cultura, la propaganda, el carácter del individuo, el afán de bienes materiales, el afán de fama, el de medro, etc.
La sociedad del odio es la que más favorece a los intereses de la élite de poder para poder controlar y dirigir a sus súbditos.
El pensamiento especulativo y estratégico del hombre se debe al interés por los bienes materiales, por el dinero y por la fama que ha impuesto una élite de poder capitalista que ha limitado el campo espiritual del hombre y sus relaciones a una faceta donde las religiones mayoritariamente sirven de chivo expiatorio para perdonar las actos cometidos por los creyentes del sistema.
Las relaciones humanas se mercantilizan debido fundamentalmente a la propaganda impuesta desde el poder y al interés del sujeto por el dinero.
El odio es el motor que pone en marcha y mantiene en funcionamiento el sistema capitalista.
http://matapuces.blogspot.com.es/

Torraos soviéticos

Aunque se lee por ahí que la costumbre de comer pipas fue introducida por los brigadistas soviéticos durante la guerra civil, ésto no es del todo cierto, aunque este producto sí llegaba de las estepas rusas, donde era producido, comercializado y consumido en abundancia desde tiempo atrás, e incluso que el peso creciente del stalinismo en los gobiernos republicanos durante la guerra, sobre todo en Madrid, pudo ayudar a generalizar su consumo.
Fotografía de la España de los años 30
Fotografía de la España de los años 30
Algunos aspectos de la cultura y la historia del movimiento obrero peninsular, como los que vamos a explicar, más que hechos históricos en el sentido que se le da en la academia o las instituciones, son más bien gestos aparentemente simples, rutinarios y mecánicos, pero que esconden una historia detrás, en muchos casos de incuestionable sonoridad popular y proletaria.
Así sucedió con aquel gesto -no tan inocente- de comer pipas de girasol..
Devorar torraos y, en especial, pipas de girasol, tostadas y saladas, fue una costumbre adquirida por nuestros abuelos ya en los años republicanos, tiempos de crisis económica que obligaban a incorporar esta nutritiva semilla a la dieta proletaria, la cual se limitaba por lo común a combinar patatas, legumbres y algunas hortalizas. Además, las crónicas cuentan que se generalizó entonces también entre las mujeres, que con el gesto de comprarlas y comerlas en público, sobrepasaban el tabú que había existido en las generaciones anteriores..
Las pepitas se han puesto ahora en moda—me dice el vendedor—. Hasta las señoritas que se pasean por aquí las compran. A las mujeres de mis tiempos les daba vergüenza comer en la calle; pero ahora, si, si...”1
Llegada la guerra este producto adquirió una importancia insospechada.
Por todos es conocido por oirlo por boca de nuestros familiares, que durante la guerra la escasez de productos básicos obligó a completar la dieta con todo tipo de productos, destacando algunas leguminosas como eran las avellanas, algarrobas, bellotas o las pipas de girasol.
Este fenómeno se notó primero en ciudades sitiadas como Madrid, y en especial a partir de 1937, cuando eran vendidas por infinidad de vendedores ambulantes y se comían de forma habitual por la calle o viendo una película en un cine, no sin cierta polémica por cuestiones de higiene o moralidad; y seguramente por ello, durante los primeros años del franquismo, empeñados en arrancar de raiz todo signo de cultura libre y proletaria, su consumo se prohibió en las salas de cine y se persiguió a las mujeres que las comían libremente en los espacios públicos.
Esta afición desmedida que les ha entrado a los madrileños de comer pepitas de girasol, probablemente a falta de alimentos más vitamínicos que llevarse a la boca, empieza a crear serios problemas. En el tranvía, en el café, en el teatro hay quien come las populares pipas..”.2
Lo que sucedió en el Madrid de la guerra en torno a las pipas no era nuevo, como tampoco lo era la polémica de las subsistencias o la tensión en las colas para la adquisición de determinados productos, ya que fueron uno de los resortes de conflictividad por ejemplo en los años de la primera guerra mundial, y en especial durante la revolución en Rusia, cuando se escribía en la prensa burguesa que los niños soviéticos iban recogiendo las cáscaras saladas de pipas ya consumida para resistir así el hambre y el frio.
..Fue tan contínua y tan trágica la sensación de hambre que pasamos, que únicamente así se explica el que las raíces de regaliz -paloduz- y las pipas de girasol hayan usurpado por completo el comercio callejero de la gente maleante, mangante y mareante que pululaban como insectos venenosos..”3.
Como afirma el párrafo anterior, entre los alimentos habituales para nuestros abuelos en aquellos meses de guerra estaba la raiz del regaliz, sustitutivo del azucar, que se había vuelto inaccesible para el común de la población de la retaguardia republicana. Este producto servía para endulzar la infusión de cebada molida y tostada, desayuno más habitual de los vecinos del Madrid sitiado por la guerra, pero también se chupaba, masticaba e incluso el sobrante se guardaba para un consumo posterior..
..Por fortuna, las verduras y las frutas suplen con ventaja, por su riqueza vitamínica, a los alimentos de origen animal. Y los madrileños, con los frutos de la tierra, se defienden tan ricamente, sin otra pérdida que una muy saludable de grasas y adiposidades superfluas..”4.
Casi podemos decir que estos productos ayudaron a complementar los escuetos menus de guerra de los comedores colectivizados de las ciudades de la retaguardia republicana, abiertos para solucionar los problemas de subsistencias, los cuales fueron aumentando con el paso del tiempo5.
Aunque lee por ahí que la costumbre de comer pipas fue introducida por los brigadistas soviéticos durante la guerra civil, hemos podido comprobar que esto no es del todo cierto, aunque sí que este producto sobre todo provenía de las estepas rusas, donde era producido, comercializado y consumido en abundancia, e incluso que el peso creciente del stalinismo en los gobiernos republicanos durante la guerra, sobre todo en Madrid, pudo ayudar a generalizar su consumo.
La polémica de las pipas de girasol en aquellos difíciles años, asociado a las colas o los menus de guerra, se entiende mejor si consideramos que la prensa conservadora de ésta y otras épocas, siempre mostró rechazo hacia lo que identificaban como comida de pobres o disidentes.
Así había sucedido también con el cacahuete, la piña de los pobres como la llamara algún periódico del siglo XIX, siempre se asoció con ámbitos librepensadores y republicanos, por eso de que fue generalizada su producción e ingesta en la península por las tropas francesas, aunque fuera un producto americano adaptado a las tierras de la ribera del Jucar ya a finales del siglo XVIII.
El girasol, dorado, decorativo y petulante, pero lleno de sentido práctico, con su pulpila codiciosa que primero miró a levante y luego al poniente; fue a su vez uno de los ejemplos de como la guerra impuso la política y el populismo, relegando a la revolución a ser cáscara sin fruto.
Alacant Obrer
  • 1 Estampa 09-06-1934. Desde 1932 se documentan casos en la prensa de niños de corta edad que se habían atragantado con algún grano de girasol, noticias que se repiten periodicamente desde entonces. Por otra parte, su uso en repesentaciones populares -carrozas- se constanta con mucha frecuencia, e incluso alguna compañía teatral llevaba ese nombre en 1936. “..en cada charco, una playa arenosa, con piraguas, nadadores, tomadores de sol y desnudistas; en cada paseo unos tiosvivos, unas montañas rusas, puestos de churros, torraos, pipas de girasol y demás comestibles, más o menos indigestos. ¿Cabe mayor euforia?..”, Gracia y Justicia 17-08-1935.
  • 2 Crónica 05-12-1937. En noviembre de 1937, la emisora Unión Radio, demandaba a los asistentes a los cines madrileños que se abstuvieran de comer pipas durante la sesión. También, Azul 18-11-1937; Pensamiento Alavés 15-01-1938; Imperio 20-05-1939.
  • 3 Imperio 20-05-1939. Más allá de la contrapropaganda, la falta de una política de alimentacion racional y planificada, fue una de las principales causas de desabastecimiento en las principales ciudades de la retaguardia, del malestar puntual surgido en los frentes y de las acusaciones desde Madrid a las colectividades de la zona del levante de acaparamiento. El Sol 22-02-1922; Mundo Gráfico 07-07, 01-09-1937; La Voz-Madrid 17-11-1937; Solidaridad Obrera 09-09-1937.
  • 4 Mundo Gráfico 21-04-1937. Las leguminosas fueron vistos ya como productos de primera necesidad, sustitutivos de la carne en clave naturista, y llegaron a ser tasados a precios oficiales, como sucedió con las pipas, que estaban entre las 3 pesetas el kilo de tostadas y saladas –20 de mayo de 1938-, y los 50 centimos el kilo de pipas crudas -1 de octubre de 1938-. Cabe tener en cuenta que las pipas pudieron utilizarse tambien para, una vez molidas, hacer pan, o incuso prensadas lograr combustible. Solidaridad Obrera 18-11-1937; La Libertad 25-08-1938.
  • 5 En este sentido debemos leer el acuerdo tomado por las secciones de la Industria Gastronómica de UGT y CNT de Barcelona, que en el otoño de 1937 suprimieron todos los menus de lujo de la ciudad y establecían un precio único de 3 a 3'5 pesetas. O en la disposición de agosto de ese año del Consejo Municipal de Ciudadela, sobre las medidas que debían seguirse en los casos de necesidad de sobre-alimentación y evacuación de enfermos por prescripción facultativa, circunscrito a aquellos que no tenían familiares en la isla, los cuales se verían obligados a reducir en una parte proporcional sus cartillas de racionamiento en solidaridad con su familiar enfermo o herido. La Voz de Menorca 06-08-1937.