Bueno, en lo personal no me importa ni me interesa la farsa de la elecciones, no creo en ellas, ni en lo que representan, ni mucho menos creo y caigo en la trampa de que si gana tal o cuál cínico candidato tranza, pueda haber una diferencia de fondo. A mi, el argumento barato de que si AMLO gana nos pueden madrear menos, no me convence; pues es seguro que si lo que yo considero revolucionario fuera a promoverse por las calles, seguro nos madrean igual con tata AMLO que con Peña Mierda. Bueno, a decir verdad, creo que lo que yo considero revolucionario a la gran mayoría no le importa, a la gente lo único que le interesa es tener un buen salario para cervezas, tacos, vacaciones a algún balneario barato, un carrito para echar desmadre y una buena tele donde ver futbol y telenovelas...a eso, se resume la revolución en esta edad posmoderna...barato, barato, barato.
De cualquier modo y para los que quieran sentir que le "hacen algo" al sistema opresor, dejo estos diez puntos que me mandó un amigo y que sin duda, si yo me fuera a tomar la molestia de perder mi tiempo en un simulacro de pseudo democracia, tomaría en cuenta...jejeje, pero no se me da cerrar los ojos a la realidad, una cosa es tener una utopía y otra ser irrealistas e ingenuos.
10 razones para anular el voto
1- Porque el voto por cualquiera de los candidatos a la presidencia legitima la impunidad. Al votar le entregamos un cheque en blanco al futuro presidente para que él y su pandilla se enriquezcan con absoluta impunidad.
2- Porque el ciudadano no tiene opción real para calificar la actuación de su presidente; su destitución o inhabilitación sólo es atribución del Congreso de la Unión (¡o sea ellos mismos!), mediante un procedimiento establecido en la Constitución Política llamado “juicio político”, en el que el ciudadano común no tiene la menor posibilidad para intervenir.
2- Porque el ciudadano no tiene opción real para calificar la actuación de su presidente; su destitución o inhabilitación sólo es atribución del Congreso de la Unión (¡o sea ellos mismos!), mediante un procedimiento establecido en la Constitución Política llamado “juicio político”, en el que el ciudadano común no tiene la menor posibilidad para intervenir.
3- Porque ni las telenovelas, ni el fútbol, ni la virgen de Guadalupe me consuelan.
Mientras este trío de opio persista está garantizada la nembutalización del pueblo; el rebaño seguirá siendo pastoreado hacia el cuarto de la TV, hacia el estadio azteca, hacia la catedral y hacia las urnas electorales.
4- Porque no quiero ser cómplice de que en un país en donde 60 millones de personas viven en la pobreza extrema la oficina del consejero presidente del IFE, disponga de 800 mil pesos mensuales, además de contar con un coordinador administrativo, otro de asesores y un secretario particular (cada uno gana 120 mil pesos, más bonos, 8 mil 100 pesos para comidas, vales de gasolina y despensa, y 3 mil 200 pesos para celular).
5- Porque yo no me trago el discurso de la “vocación de servicio”. ¿La sra. Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto y AMLO estarían tan interesados en llegar a la presidencia, si estos próceres tuvieran la misma remuneración económica que el honesto salario de una maestra normalista?
¿Quién es más útil para la sociedad: el presidente de la república o un profesor de primaria?
6- Porque el poder real no se ejerce en las instituciones de la “democracia representativa” ni en las urnas. Las decisiones que determinan el rumbo del país, ni siquiera pasan por la Cámara de Diputados, allí tan sólo se legitiman. El rumbo económico lo deciden las mafias que financian las campañas electorales.
Todos, TODOS los candidatos a la presidencia son apadrinados por alguna(s) de estas mafias delincuenciales, para después éstas cobrar las facturas en su beneficio.
7- Porque sigo esperando que los ingenuos que en el 2006 votaron por Felipe Calderón, el “candidato del empleo”, se disculpen conmigo.
¿Sabías que 8 de cada 10 mexicanos no votamos por Calderón para la presidencia?
8- Porque la democracia mexicana es la más cara del mundo.
¿Sabías que la próxima elección presidencial costará a todos los mexicanos el equivalente al presupuesto de la UNAM y el Politécnico juntos y todavía sobrarían 2 mil millones; que cada candidato presidencial dispondrá de $651 mil 441.00; que el sueldo mensual de cada uno de los consejeros electorales es de 244 mil pesos, más “gastos de oficina”?
¿Sabías que las autoridades tradicionales de nuestros pueblos originarios no cobran salario alguno por cumplir sus funciones y que además son elegidos por consenso?
9- Porque al votar le entrego a la clase política funciones y atribuciones sociales que le corresponden a los ciudadanos y que nos han sido arrebatadas por la clase política toda y sus inmorales partidos.
¿No será que al votar hoy por alguno de los candidatos a la presidencia le permitimos a la clase política reciclarse eternamente, cuando de lo que se trata es de evidenciarla, ponerla en jaque y volverla prescindible?
10- Porque el voto por cualquiera de los actuales candidatos a la presidencia se puede comprar, se puede cuantificar. Porque el voto se puede canjear por una despensa, por una camiseta, por una cachucha. Porque el voto tiene utilidad y metas: tiene intereses.
Porque el voto tiene un precio. Mi dignidad no.
* Antonio Mora, sociólogo mexicano egresado de la UNAM.