sábado, 12 de noviembre de 2011

Dylan Ratigan...un poco de locura de honestidad y vergüenza no hace daño

Es muy extraño ver tanta sinceridad y honestidad súbita por parte de alguien que trabaja en los medios de comunicación, pero tal vez se hartó de tanta estupidez y quiso decir algo coherente; de cualquier forma para llegar al meollo del asunto faltan muchas cloacas por destapar (¿o acaso critica la creación y hasta existencia misma del dinero?). Aún así, este video es muy bueno, aparte de dar algunos datos matemáticos como el mismo lo dice, nos permite ver la idiotez de las conductoras y sus tontos y sosos comentarios para intentar defender lo indefendible. 
Lo que contesta este tal Dylan, es lo que vengo comentando desde hace tiempo: Si un dirigente o político es verdaderamente íntegro, lo único que debería de decir, su única responsabilidad sincera, debería de ser decir la verdad al pueblo, hacerse cargo total y cabalmente de que a todo el pueblo le quedara claro como y de que maneras los están explotando , manipulando y mintiendo (por mencionar tres mierdas que nos hacen). Pero los famosos "estrategas" saldrán corriendo gritando y declamando sus cantaletas de que de hacer esto sería un suicidio publico o en horario triple A, etc, etc, etc.  
Lo que dice este Dylan que le hacen a su país Estados Unidos, es lo mismo que le hacen todas las empresas y bancos transnacionales a todos los países del mundo, es decir, esto que el denuncia pasa en todo el mundo, en cada país, de menor o mayor manera. La verdad es que los sistemas políticos de todo el mundo ya están secuestrados y podridos hasta la medula, y estando podridos como lo están sus soluciones más radicales solo son meros remedos, soluciones baratas y reformistas que nunca atacarán a la raíz de los problemas, porque de atacarlos, ahí si, sería un total suicidio.
Me gustó el símil que hace de el CANCER con la situación mundial económica actual, sin duda es muy acertada, aunque para ser sinceros lo que el propone no es erradicar el cancer, sino darle quimioterapias lo suficiente para debilitarlo (¿o como le llaman a no atacar el sistema de producción y dejar intacto el sistema de bancos en su base original?), es decir, dejar vivo al monstruo. 
Así pues sigamos esperando la llegada de mesías y caudillos salvadores, iluminados y todo poderosos, que se esconden tras disfrases de votaciones , falsas asambleas y discursos demagógicos. Que un presidente diga lo que Dylan propone es sin duda un suicidio político...PERO ALGO ES ALGO.

Koan


12 Disparadores de la Globalización al Gobierno Mundial

viernes, 11 de noviembre de 2011

Utopodcast 17 - Evolución, Revolución y Anarquismo - Eliseo Reclus

Los invito humildemente a escuchar este audiolibro, su profundidad reflexiva y temas planteados son tan actuales hoy como en la epoca en que se escribio y es tan útil hoy como ayer a manera de antidoto contra los facilismos y caminos fáciles llenos de atajos tramposos. Revolución, Estado, Iglesia, Poder, Capitalismo, Democracia, etc. son tan solo algunos de los temas que Eliseo Reclus aborda en este excelente audio hecho en dos partes...ojalá les guste.
Koan

Primera parte                                                                                       Segunda parte





Si te interesa este libro en formato PDF dale click aquí...

Asamblearismo en la historia de España - Félix Rodrigo Mora

Si bien es un breve repaso de la historia de las asambleas en territorio español, yo afirmo que en calidad de humanos, es la historia (o una de ellas) de una epoca asamblearia de la humanidad. Interesantes datos e investigación de Félix y como siempre interesante exposición. La asamblea es tan actual hoy como siempre, en tanto que humanos y en tanto que forma de organización latente, esperando a que sea retomada...
Koan



martes, 8 de noviembre de 2011

¡Què Vida!

Las verdaderas razones de la guerra en Libia y de la “desaparición” del régimen de Gadafi


                     Por Jean-Paul Pougala (Ginebra, 28/03/2011)

Escritor de origen camerunés, Director del Instituto de Estudios Geoestratégicos y Profesor de sociología en la Universidad Diplomática de Ginebra en Suiza.

1. El primer satélite africano (RASCOM 1)

Es la Libia de Gadafi la que ofrece a toda África la primera revolución verdadera de los tiempos modernos: asegurar la cobertura universal del continente por medio de la telefonía, la televisión, la radiodifusión y otras múltiples aplicaciones, tales como la telemedicina y la información a distancia. Por primera vez, una conexión de bajo coste se encuentra disponible en todo el continente, incluso en las zonas rurales, gracias al sistema de radio WMAX.
La historia comienza en 1992, cuando 45 países africanos forman la sociedad RASCOM, cuyo propósito era crear un satélite africano para reducir los costes de comunicación en el continente. Las llamadas telefónicas desde y hacia el continente africano eran las más caras del mundo debido a un impuesto anual de 500 millones de dólares que Europa gravaba sobre las conversaciones telefónicas, incluso dentro de un mismo país africano, para que el tránsito de voz pudiera realizarse a través de satélites europeos tales como Intelsat. La fabricación de un satélite africano suponía un coste de exactamente 400 millones de dólares, a pagar en una entrega única, lo que significaba no tener que pagar más los 500 millones de dólares anuales de alquiler. ¿Qué banquero no financiaría un proyecto semejante? Sin embargo, la ecuación más difícil de resolver era: ¿cómo podía el esclavo liberarse de la explotación servil a la que estaba sometido teniendo que pedirle ayuda a su amo para ello? Es así que el Banco Mundial, el FMI, los Estados Unidos y la Unión Europea mantuvieron esperando inútilmente a estos países durante 14 años.
Fue en 2006 cuando Gadafi puso fin a la inútil súplica a los supuestos benefactores occidentales y a sus prácticas de préstamos con excesivas tasas de interés. Libia puso sobre la mesa 300 millones de dólares, el Banco Africano de Desarrollo unos 50 millones y el Banco de Desarrollo del África Occidental otros 27 millones, y de este modo, a partir del 26 de diciembre de 2007, África tuvo su primer satélite de comunicaciones de su historia. En el proceso, China y Rusia aparecen en escena cediendo su tecnología y permitiendo el lanzamiento de nuevos satélites, como el sudafricano, el nigeriano, el angoleño y el argeliano, e incluso se prevé el lanzamiento de un segundo satélite africano en julio de 2010. Para el 2020 se espera construir el primer satélite de tecnología 100% africana cuya fabricación se llevará a cabo en suelo argelino. Es de esperar que el satélite compita con los mejores del mundo, pero a un coste 10 veces menor, lo que representa un verdadero desafío.
Es así como un simple gesto simbólico de apenas 300 millones puede cambiar la vida de todo un continente. La Libia de Gadafi hizo perder a Occidente no solamente 500 millones de dólares al año, sino miles de millones de dólares derivados de la deuda e intereses que la misma generaría infinitamente y de manera exponencial, todo lo cual contribuiría a la maquinaria oculta que intenta aprovecharse de África.

2. El Fondo Monetario Africano, el Banco Central Africano
    y el Banco Africano de Inversión

Los 30.000 millones de dólares de fondos libios que Obama congeló pertenecen al Banco Central de Libia y están destinados a contribuir a la finalización de la federación africana a través de tres proyectos clave:
  • El Banco Africano de Inversión en Sirte, Libia,
  • La creación en 2011 del Fondo Monetario Africano, con un capital de 42.000 millones de dólares con sede en Yaoundé,
  • El Banco Central Africano, con sede en Abuja, Nigeria, que con la primera emisión de la moneda africana marcará el fin del franco CFA (franco de las colonias francesas en África) con el que París domina algunos países de África desde hace 50 años.
Es por tanto comprensible, una vez más, la irritación que siente París hacia Gadafi. El Fondo Monetario Africano debe reemplazar todas las actividades que el Fondo Monetario Internacional lleva a cabo sobre el terreno africano, que con sólo 25.000 millones de dólares de capital ha puesto de rodillas a todo un continente, con privatizaciones cuestionables, como la de obligar a los países africanos a pasar de un monopolio público a uno privado. Los mismos países occidentales han pedido formar parte del Fondo Monetario Africano, solicitud que fue rechazada por unanimidad en una reunión celebrada en Yaoundé, del 16 al 17 de diciembre de 2010, donde se estableció que sólo los países africanos podían ser miembros del Fondo.
Es evidente que después de Libia, la coalición occidental declarará su siguiente guerra a Argelia, que además de contar con enormes recursos energéticos, este país cuenta con una reserva de divisas de 150.000 millones de euros. Esto provoca la envidia de todos los países que bombardearon Libia, los cuales tienen algo en común: todos ellos están al borde de la quiebra económica. Sólo los Estados Unidos cuentan con una deuda de 14.000 millones de dólares, Francia, Gran Bretaña e Italia tienen cada uno alrededor de 2.000 millones de deuda pública, mientras que los 46 países del África negra tienen en total menos de 400 millones de deuda pública. Crear guerras falsas en África con la esperanza de encontrar el oxígeno para continuar con su apnea económica que no hace más que empeorar, no hará más que hundir a los occidentales en un declive que comenzó en 1884, en la famosa Conferencia de Berlín. Porque como lo dijo el economista norteamericano Adams Smith en 1865, en apoyo a Abraham Lincoln en su lucha para abolir la esclavitud, “la economía de todo país que practica la esclavitud de los negros está en miras de iniciar su descenso al infierno y será duro el día en que otras naciones se despierten”.

3. Uniones regionales como freno a la creación de
    los Estados Unidos de África

Con el objetivo de desestabilizar y destruir a la Unión Africana que se encaminaba peligrosamente (según Occidente) a formar, con la destreza de Gadafi, los Estados Unidos de África, lo primero que hizo la Unión Europea fue intentar, sin éxito, la creación del mapa de la Unión para el Mediterráneo (UPM). Era necesario a cualquier precio separar a África del norte del resto del continente pregonando las mismas teorías racistas reinantes en los siglos XVIII y XIX, según las cuales los pueblos africanos de origen árabe son más avanzados, más civilizados que el resto del continente. Esta táctica no prosperó porque Gadafi entendió rápidamente de qué se trataba el juego desde el momento en que se mencionó la Unión para el Mediterráneo, que sin siquiera informar a la Unión Africana, logró reunir a unos pocos países africanos, aunque sí fueron invitados los 27 países que forman la Unión Europea. Sin el principal motor de la federación africana, la UPM, que contaba con Sarkozy a la cabeza y Mubarack como vicepresidente fue un fracaso antes de comenzar, un proyecto muerto antes de nacer. Esto fue lo que Alain Juppé intentó revivir, apostando, por supuesto, a que Gadafi caería. Lo que los líderes africanos no entienden es que mientras la financiación de la Unión Africana esté en manos de la Unión Europea, se volverá al punto de partida, porque en esas condiciones nunca habrá una verdadera independencia. Del mismo modo, la Unión Europea ha promovido y financiado las agrupaciones regionales en África. Era obvio que la CEDEAO, que tiene una Embajada en Bruselas y que obtiene la mayor parte de sus fondos de la Unión Europea, represente un gran obstáculo para la federación africana. Eso es por lo que Lincoln había luchado en la guerra de secesión en los Estados Unidos, porque desde el momento en que un grupo de países se reúnen en torno a una organización política regional, sólo puede servir para debilitar al cuerpo central. Esto es lo que Europa quería y eso es lo que los africanos no entendieron cuando crearon uno tras otro la COMESA, la UAEAC, la SADC y el Gran Magreb, que no prosperó gracias a Gadafi, quien, desde el principio, lo había entendido todo muy bien.

4. Gadafi, el africano que ha permitido limpiar la humillación del Apartheid

Gadafi está en el corazón de la mayoría de los africanos, a quien se conoce como un hombre muy generoso y humanista, y por su apoyo desinteresado a la batalla contra el régimen racista de Sudáfrica. Si Gadafi hubiera sido un hombre egoísta, no se hubiera ganado la ira de los occidentales por brindar apoyo financiero y militar a la ANC en su lucha contra el Apartheid.
Por esta razón, el 23 de octubre de 1997, Mandela, apenas ser liberado tras 27 años en prisión, decidió romper el embargo que las Naciones Unidas habían impuesto a Libia. A causa de este embargo, que fue incluso aéreo y duró 5 largos años, ningún avión podía aterrizar en Libia. Para poder acceder al país, era necesario coger un vuelo a Túnez, aterrizar en Djerba y continuar el recorrido de 5 horas por tierra por Ben Gardane, atravesar la frontera y continuar durante 3 horas más por el desierto hasta llegar a Trípoli. Otra opción era entrar por Malta y hacer la travesía durante la noche, en embarcaciones precarias y en mal estado hasta llegar a la costa libia.
Se sometió a todo un pueblo a este calvario para castigar a un sólo hombre. Mandela decidió poner fin a esta injusticia y respondió al ex Presidente norteamericano Bill Clinton, quien había juzgado esta decisión de inoportuna, diciendo: “Ningún Estado puede asumir el papel de policía mundial, y ningún Estado puede dictar a los demás qué hacer”. Y agregó: “los que ayer eran amigos de nuestros enemigos tienen ahora el valor de proponerme que no visite a mi hermano Gadafi, nos aconsejan que seamos ingratos y que olvidemos a nuestros amigos de ayer”. En efecto, para Occidente, los racistas de Sudáfrica eran sus hermanos y necesitaban ser protegidos. A causa de esto, todos los miembros de la ANC fueron considerados terroristas peligrosos, entre ellos Nelson Mandela. No fue hasta el 2 de julio de 2008 que el Congreso estadounidense aprobó una ley para eliminar de la lista negra el nombre de Nelson Mandela y de sus compañeros del ANC, no porque se diera cuenta de lo ridículo de la situación, sino porque querían tener un gesto por el 90 aniversario de Mandela. Si los occidentales se arrepienten ahora por apoyar en el pasado a los enemigos de Mandela, y si fueron realmente sinceros cuando pusieron su nombre a calles y plazas, ¿cómo es posible que continúen haciendo la guerra a Gadafi, que fue quien hizo posible la victoria a Mandela y su gente?

¿Son los demócratas quienes quieren instaurar la democracia?

¿Y si la Libia de Gadafi fuera más democrática que los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña juntos?
El 19 de marzo de 2003, el Presidente George Bush lanzó bombas sobre los iraquíes con el pretexto de constituir un régimen democrático. El 19 de marzo de 2011, es decir, 8 años más tarde y día tras día, es el turno del Presidente francés, que lanza bombas sobre los libios bajo el mismo pretexto. El Presidente Obama, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2009 y Presidente de los Estados Unidos de América, justificó que sus submarinos disparasen misiles de crucero contra los libios, alegando que era para derrocar a Gadafi, el dictador en el poder, y para instaurar la democracia.

Todo ser humano con una mínima capacidad intelectual para elaborar juicios y apreciaciones de valor no puede dejar de hacerse esta pregunta: los países como Francia, Inglaterra, los Estados Unidos, Italia, Noruega, Dinamarca y Polonia, cuya legitimidad para bombardear a los libios se basa en el sólo hecho de autoproclamarse “países democráticos”, ¿son realmente democráticos? En caso afirmativo, ¿son más democráticos que la Libia de Gadafi? La respuesta es indiscutiblemente NO, por la simple y sencilla razón de que la democracia no existe. No soy yo quién lo afirma, sino el mismo hombre cuya ciudad natal, Ginebra, aloja a la mayoría de los comandos de las Naciones Unidas. Se trata de Jean-Jacques Rousseau, nacido en Ginebra en 1712, quien establece en el capítulo IV del libro III de su famoso “Contrato social” que: “nunca ha habido una verdadera democracia y nunca la habrá”. Para que un Estado sea verdaderamente democrático, Rousseau plantea cuatro condiciones según las cuales la Libia de Gadafi es aún mucho más democrática que los Estados Unidos de América, Francia y todos los demás que pretenden implantar la democracia, a saber:
1. Dimensión del Estado: cuanto mayor sea la extensión territorial de un Estado, menos democrático será. Para Rousseau el Estado debe ser muy pequeño para que el pueblo pueda reunirse con facilidad, y para que el conocimiento entre ciudadanos suceda de forma natural. Antes de convocarlos a votar hay que asegurarse de que se conozcan entre ellos, ya que votar por el mero hecho de hacerlo se convertiría en un acto despojado de todo fundamento democrático, en un simulacro de democracia para elegir a un dictador. La estructura de organización del Estado libio se fundamenta en un concepto tribal, es decir, reagrupa al pueblo en pequeñas entidades. El sentimiento democrático es más fuerte en una tribu y en un pueblo más que en una nación grande. El hecho de que todos se conozcan y que la vida gire alrededor de los mismos intereses comunes proporciona una cierta autorregulación y autocensura, incluso a pesar de la reacción o contrarreacción de los demás miembros a favor o en contra de las opiniones expresadas. Desde este punto de vista, es Libia quien mejor responde a las exigencias de Rousseau, y no los Estados Unidos de América, Francia o Gran Bretaña, sociedades fuertemente urbanizadas donde la mayoría de los vecinos no se saludan y ni siquiera se conocen a pesar de vivir uno al lado del otro después de 20 años.
En estos países, se ha pasado directamente a la etapa siguiente: “el voto”, que se ha santificado de forma maliciosa, para hacer olvidar que el mismo es inútil a partir del momento en que se habla del futuro de una nación sin conocer a sus habitantes. Incluso se ha propuesto la ridícula idea de permitir el voto a los ciudadanos residentes en el extranjero. Conocerse y hablar son condiciones esenciales de comunicación para que exista el debate democrático, que es lo que precede a toda elección.