jueves, 7 de noviembre de 2013

Mario González es oprimido por la juez Marcela Ángeles Arrieta, malnacida perra lameculos del Estado y una de tantas escorias judiciales asesinas y represoras.

Bueno, nada nuevo con los hijos de puta de los policías, abogados, jueces y sistema represivo del Estado. La moraleja es: Si quieres protestar por la derecha, metete a MORENA, o demás mierda izquierdista (y autorizada por el Estado) barata. Si se te ocurre protestar EN SERIO, pues preparate, porque lo que le pasa a Mario y compañeros es la regla, no la excepción.
Lo bueno es que la sub 17 (y sus changuitos futboleros) ya a pasó a la final. Dejemos que los jovenes que en verdad valen y luchan no solo por sus intereses sino por los de todos, se pudran en las cárceles al cuidado y escrutinio de seres sin cerebro y bien entrenados en el arte de joder y reprimir a la clase pobre.

Koan


Enlace de la página en solidaridad de Mario:
http://solidaridadmariogonzalez.wordpress.com/

Economía participativa

Una opción reformista y pro-"trabajo pleno", pero al fin y al cabo una opción diferente. La pongo aquí para su consideración...

martes, 5 de noviembre de 2013

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Vida extraterrestre en la tierra: Ex-Ministro de Defensa Canadiense (entre otros perros estatales) habla en Washington DC...

El simple hecho de que sean perros y ex-perros (si es que se puede dejar de ser perro) del poder y Estado los que anden tan interesados en difundir esto de los "aliens" es para mi sospechoso. Sin embargo creo que algo se mueve. 
Como saben, no trato en este blog al pensamiento mágico (más que para denunciarlo) ni tonterías distractoras, pero dejo esta información a su consideración, reflexión y análisis.
Desde el ambito manipulador y de bandera falsa tiene mucha tela de donde cortar...o tal vez haya algo más.
Lo cierto es que no creo que estos marcianitos y pleyadianitos hagan ni un carajo para ayudar al pueblo a liberarse de sus opresores...jejeje. En cuyo caso, se pueden ir a tomar por culo.

Koan

Fuente:Realograma

Entre los días 29 de Abril y 3 de Mayo de 2013 se celebró “La Audiencia Ciudadana en Materia de Divulgación” (The Citizen Hearing On Disclosure) en Washintong DC.

Esta Audiencia no gubernamental estuvo destinada a realizar "lo que el Congreso de EE.UU. había dejado de hacer durante cuarenta y cinco años”, según afirma el sitio web oficial del evento.

Se rigió con el mismo protocolo que en el Congreso del Senado, estuvo presidida por un comité cualificado constituido por 8 miembros en los que figuraban:

¿HAY ALIENS ENTRE NOSOTROS? Ex-Ministro de Defensa Canadiense habla en Washington DC, Realograma

Miembros que conforman el Comité de la “Audiencia Ciudadana en Materia de Divulgación”, Washington, DC.

En esta audiencia se expusieron de manera formal y bajo estricto juramento las declaraciones de testigos presenciales e investigadores de prestigio sobre el fenómeno OVNI y el contacto real con seres extraterrestres.

Un número de 42 personalidades testificaron a lo largo de los cinco días que duró la Audiencia en Washington DC.

Se inauguró con el intenso e impactante testimonio de el Dr. Edgar Mitchell, austronauta que viajó en el Apolo 14 y protagonizó el tercer alucinaje tripulado de la NASA , que dio lugar a convertirse en el sexto hombre en pisar la Luna.

En los sucesivos días fueron pasando por la Audiencia un variopinto conjunto de testigos conformados en parte por personal militar de diverso rango como Coroneles, Capitanes, Sargentos, Pilotos y hasta un oficial de inteligencia tanto de las Fuerzas Aéreas de los EEUU como de Perú y Uruguay. De los que cabe destacar entre ellos el Coronel Jesse Marcel, Jr., MD (USANG, Ret.) hijo del primer oficial militar en la escena del accidente ovni de Roswell 1947 ó el Sargento John Burroughs (USAF, Ret.) que protagonizó en primera persona como testigo presencial del caso OVNI más documentado de la historia que sucedidó frente a la Puerta Este de la RAF Woodbridge (Reino Unido).

También expusieron sus experiencias e investigaciones un par de policías: el Sargento Técnico de la Seguridad Aérea de los EE.UU, David Scott y Gary Heseltine, Oficial activo en Reino Unido.

Además de los relevantes testimonios venidos del marco del academicismo. Como ejemplo podemos citar al Físico Nuclear Stanton Friedman, quien fue el investigador civil original del incidente de Roswell 1947, al Dr. Robert Wood Licenciatdo en Ciencias en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad de Colorado y un doctorado en física en Cornell ó al Científico chino Sun Shili, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de China quien afirmó que los extraterrestres viven entre los humanos en el planeta Tierra y que la investigación sobre los OVNIS podría dar lugar a nuevas tecnologías, como la alta velocidad, la energía limpia y renovable, y los cultivos de rápido crecimiento.

Periodistas de reputado prestigio en el ámbito de la investigación también quisieron compartir sus conocimientos, como fueron los casos de Linda Moulton Howe, el Dr. Anthony Choy ó Alejandro Chionetti.

Como no podía faltar en esta Audiencia, también declaró el Dr. Steven M.Greer, MD fundador del Proyecto de Divulgación, el Centro para el Estudio de Inteligencia Extraterrestre (CSETI) y el Proyecto Orión.

¿HAY ALIENS ENTRE NOSOTROS? Ex-Ministro de Defensa Canadiense habla en Washington DC, Realograma


Aunque si bien es cierto que nos hemos centrado para presentar este artículo en la imagen del Honorable Paul Theodore Hellyer, conocido a nivel mundial por haber sido un político reputado canadiense que adquirió las funciones de Ministro adjunto de Defensa Nacional en el gabinete del Primer Ministro Louis St. Laurent. Por convertise en un eficaz crítico de la oposición del gobierno conservador progresivo de John Diefenbaker y por volver a ser nombrado en 1963 Ministro de Defensa Nacional en el gabinete de Lester B. Pearson. Aunque también desempeñó otros ministerios como el de Transporte, y fue Ministro de Estado en el Gabinete de Trudeau, una posición similar a la posición actual del Viceprimer Ministro.

Bueno pues Paul Hellyer, una personalidad con este estatus internacional ha declarado abiertamente en Washington, DC ante esta Audiencia la afirmación de que el fenómeno OVNI es real presentandoles los datos pertinentes que así lo confirman y además añadió que nos han venido visitando a la tierra durante miles de años diversas especies inteligentes de origen extraterrestre y que no sólo no habían desaparecido de la tierra sino que al menos cuatro de ellas siguen conviviendo entre los humanos y de las cuales dos estarían trabajando en la actualidad con el Gobierno de Barack Obana en los EEUU, concretamente en los departamentos de Defensa e Investigación sobre tecnología inversa.

Inclusive ha facilitado la procedencia de estas especies extraterrestres que están entre nosotros, citando textualmente:


«Zeta Reticuli, La Constelación de Orión, Las Pléyades, Andrómeda y del Sistema Estelar de Altair (Constelación Aquila)...»

Y comentó ser la primera persona de rango ministerial en el grupo de países del G8 en hablarlo de forma pública e inequívocamente.

Además Paul Hellyer aprovechó la comparecencia para denunciar de forma categórica el poder oculto, refiriendose a los grupos de poder conformados por sociedades secretas en las que radican miembros de “Las Tres Hermanas”, el consejo de relaciones exteriores los “Bilderbergs”, “La Comisión Trilateral”, el “Cártel bancario”, el “Cártel Petrolero”, miembros de distintas asociaciones de inteligencia y miembros del complejo industrial militar, quienes juntos han podido lograr crear un Gobierno que opera en las sombras no solamente en EE.UU. sino que también en la mayoría de Gobiernos del Mundo Occidental, con el fin de implantar un NUEVO ORDEN MUNDIAL ó de los siglos.

Después de estas controvertidas declaraciones de Paul Hellyer no podíamos hacer otra cosa desde realograma.net que incluirlo y divulgarlo mediante este artículo. La información está ahí y no podemos mirar hacia otro lado.

Adjuntamos en la documentación un video resumen con los testimonios del último día de “La Audiencia Ciudadana en Materia de Divulgación” (The Citizen Hearing On Disclosure) en Washintong, DC, en la que compareció y declaró como testigo Paul Hellyer

DOCUMENTACIÓN

“Audiencia Ciudadana en Materia de Divulgación”

Video Resumen con las ponencias del último día en Washington, DC

Violencia, capuchas, anarquismo

Foto: VAMOS HACIA LA VIDA Y LA FRATERNIDAD. Pega anarquista en una calle xalapeña.
Vamos hacia la vida y la fraternidad. Pega anarquista en una calle xalapeña.


Babel

Javier Hernández Alpízar

Es, más que inexacto, falsear los hechos, reducir la violencia en las manifestaciones recientes (del 1 de diciembre del 2012 al 2 de octubre de 2013, para poner dos fechas) a unos cuantos infiltrados, manipulados o “acelerados” que terminan (contra su voluntad) siendo usados por el poder. Como dijera una de las editoras de Kaos en la Red (medio alternativo atacado cibernéticamente en las semanas recientes: ¿ven como las agresiones no son algo incidental ni local?): si reducimos la violencia a unos infiltrados, estamos ocultando gran parte del fenómeno, es decir, que hay rabia en México, hartazgo en las filas populares, especialmente en uno de los sectores más agredidos: el juvenil.

Reducir la violencia a unos cuantos encapuchados es un monumento a la hipocresía. La hipocresía de denunciar la violencia de los encapuchados, pero callar la violencia estructural de un país que está sacrificando a su futuro: sus jóvenes, su infancia, sus mujeres. La hipocresía de denunciar las capuchas, pero apapachar a las sociedades anónimas que han vandalizado y destruido el país: su campo, su gente, su economía, su historia. La hipocresía de criminalizar el anarquismo, pero aplaudir al franquismo en el poder: a los empresarios mexicanos socios comerciales de los empresarios franquistas, émulos locales de las políticas pinochetistas, sumisos ante el fascismo made in USA.

¿Quién tiene la autoridad moral para criticar a los jóvenes encapuchados?: ¿La pseudoizquierda que los ha venido reprimiendo desde los años noventa, incluso en fechas altamente simbólicas como los 2 de octubre y el 10 de junio? ¿El panismo que bañó en sangre al país como ni siquiera el priismo lo había logrado hacer? ¿El priismo que solamente tiene para los jóvenes: muerte violenta, represión, un empleo en el crimen, corrupción y una sociedad sin futuro? ¿Los medios de masas venales, quienes han mentido siempre a su auditorio e incluso jamás retratan el fenotipo de la gente de este país? ¿Los bienpensantes que protestan con el permiso y la bendición del GDF represor, y luego de ver frustradas sus esperanzas, una vez tras otra se repliegan obedientemente a decir su jaculatoria: “estaríamos mejor con López Obrador”? ¿La izquierda domesticada, permitida o permisionada?

Es verosímil que hay infiltrados de los gobiernos de EPN y del GDF-PRD en las marchas, enviados expresamente para generar imágenes de violencia y darle una coartada a la represión de Estado (federal y del DGF- PRD), pero también es inocultable que algunos jóvenes, hartos de ver cerrados todos los caminos a un cambio verdadero y ver traicionado el deber de la sociedad de darles un espacio, un mañana, están usando la violencia para expresar su rabia.

No son las violencias equivalentes ni simétricas: la una es la violencia del poder, amparada cobardemente en la impunidad institucional y sistémica, violencia coordinada entre el gobierno federal priista y el DGF perredista, con el aplauso del PAN y los medios de comunicación caceroleros; la otra, la juvenil, es la violencia de quienes responden a la cerrazón, en un país donde el poder ha taponado todas las salidas políticas, toda esperanza. No se trata de justificarla o no, de legitimarla o no, sino de entender por qué ocurre, para no legitimar la represión dividiendo las manifestaciones en “pacíficas” o “delictivas” y por ende “reprimibles”. Si no se entiende un problema, en lugar de respuestas y posibles soluciones, se apuntalará la violencia supuestamente “legítima” del opresor.

Los jóvenes son recibidos a la vida adulta, escolar y laboral o, mejor dicho, a la negación de ellas, con una inscripción dantesca: “quien entre aquí abandone toda esperanza”. Pero cuando usan la fuerza y la violencia, ante un sistema cuyo recurso político hacia ellos ha sido precisamente el binomio: fuerza y la violencia, los acusan de “provocadores”, “infiltrados” y “manipulados”. Suena más bien a fallida autoexculpación de una izquierda que debiera estarse cuestionando por haber llevado al poder a semejantes represores y haberlos equipado con programas como el Cero Tolerancia que trajo de Nueva York a México DF López Obrador, usando dinero público, vía Rudolph Guiliani.

Elena Poniatowska pretendió contrastar a los jóvenes anarcos con los hermanos Flores Magón (pregoneros y partícipes de más de un alzamiento armado) y con Durruti (quien no solamente usaba armas, sino perpetraba asaltos como recurso político), con ello la plagiaria de libros de González de Alba solamente exhibió su ignorancia e incongruencia. Es sintomático que el público que la sigue venerando tenga que hacer caso omiso de cada vez más plagios, pifias y dehonestidades literarias y políticas de la ahora crítica de jóvenes anarquistas.

Afortunadamente, la gracia de los jóvenes anarquistas es que no pedirán permiso a las “personalidades” que se sienten herederas del 68, pero son ya mascotas del poder y de la derecha: los jóvenes defenderán su dignidad como ellos decidan, en un país con las puertas cerradas a la decencia y al cambio; abiertas solamente para los priismos que campean no solamente en el PRI, también en las izquierdas satélites del PRI y en el PAN, que mientras más se opone al PRI más se parece a él. Si Gómez Morín viviera, tendría que fundar un partido para oponerse al neofascismo panista.

Ante el arrojo de los jóvenes anarquistas, lo que deberían sentir los viejos pseudoizquierdistas que pretenden regañarlos es vergüenza: pues fueron precisamente sus errores y complacencias parte de las causas que arruinaron este país, y es debido en buena medida a esa autocomplacencia, triunfalismo estéril y conformismo con cuanto ex priista les pusieron de candidato, que dejaron por herencia a los jóvenes un presupuesto para gases lacrimógenos y balas: es el legado que izquierdas y derechas le brindan a los jóvenes; y aun tienen el cinismo de pretender juzgarlos.

Por otra parte, la violencia es un tema difícil de pensar: tabuada en parte, asimilada hipócritamente cuando proviene del poder, condenada solamente cuando es la respuesta airada de los oprimidos, vista con fascinación acrítica por algunos. (¿Recuerdan el sarampión de simpatía por la película “Con v de vendetta” entre votantes fustrados de AMLO en 2006?) Sin embargo, parece ser el camino que ha elegido el poder para controlar el conflicto social en el país. Parece haber una estrategia clara para sabotear todos los caminos no violentos y llevar a los movimientos sociales al callejón de los golpes y corretizas: lo cuestionable es pensar que lo más inteligente sea ir a pretender confrontar al poder precisamente ahí a donde éste quiere enfrentar al movimiento social.

Han surgido voces que no solamente reivindican la violencia como herramienta política radical sino que se burlan de los movimientos políticos no violentos: olvidan que, en el México moderno, esos movimientos no violentos son los que han incomodado al poder, que la violencia del poder es para aplastar no a unos pocos anarquistas con molotovs (que en este momento no representan para el poder ningún desafío), sino a una movilización social que una violencia inaudita no ha logrado frenar. La violencia del poder es una confesión de impotencia política, y por más radicales que pretendamos ser, no podemos negar que quienes han logrado representar una piedra en el zapato de ese poder son movimientos sociales esencialmente no violentos.

Usar la violencia no es sinónimo de ser más radical, ni más revolucionario, ni más fuerte, como usar la movilización no violenta no es sinónimo de tibieza o confusión política: pretender una ecuación: violencia= autenticidad política, es tan ingenuo y falto de visión como querer ocultar el hartazgo con el sambenito de “los infiltrados de EPN para desprestigiar al democrático GDF”. De ambos simplismos debemos precavernos para no ocultar el fenómeno social: el hartazgo y la persistencia en buscar un cambio social en México. Después de todo, la violencia no es un medio o una herramienta neutra: siempre que se usa, genera asimetrías y poderes opresores, resultados nada antiautoritarios ni ácratas, como puede verse. Por ello también la ecuación anarquismo= violencia es sumamente dudosa.

Fuente:Zapateando

Subcomandante Marcos a l@s Anarquistas

[El diario La Jornada (México D.F.), en su edición del 3/11/2013, difunde un informe sobre la primera vuelta de "la Escuelita", que el EZLN organizó en Chiapas en agosto pasado. Dentro de ese informe, titulado "Malas y no tan malas noticias", el redactor-conserje dedica un apartado a la gente anarquista y a la actual oleada de histeria anti-anarquista que el Estado y el Capital promueven por aquellas comarcas.]

...

«CASOS ESPECIALES: L@s Anarquistas.

aVista la campaña Anti Anarquismo que levantan las buenas conciencias y la izquierda bien portada, unidas en santa cruzada con la derecha ancestral para acusar a jóvenes y viej@s anarquistas de desafiar al sistema (como si el anarquismo tuviera otra opción), además de descomponer sus escenografías (¿lo de apagar la luz es para no ver a l@s anarquistas?), y que es llevada al delirio con calificativos como “anarco-halcones”, “anarco-provocadores”, “anarco-porros”, “anarco-etcétera” (por ahí leí el calificativo de “anarco-anarquista”, ¿no es sublime?), las zapatistas, los zapatistas no podemos ignorar el clima de histeria que, con tanta firmeza, demanda y exige que se respeten los cristales (que no muestran sino ocultan lo que pasa justo detrás del mostrador: condiciones laborales esclavistas, nula higiene, mala calidad, bajo nivel nutricional, lavado de dinero, defraudación fiscal, fuga de capitales).

Porque ahora resulta que esas raterías mal disimuladas llamadas “reformas estructurales”, que el despojo laboral al magisterio, que la venta outlet del patrimonio de la Nación, que el robo que el gobierno perpetra contra los gobernados con los impuestos, que la asfixia fiscal –que favorece sólo a los grandes monopolios-, que todo es por culpa de l@s anarquistas.

Que la gente bien ya no sale a las calles a protestar (oiga, pero si ahí están las marchas, los plantones, los bloqueos, las pintas, los volantes. Sí, pero son de maestr@s-transportistas-ambulantes-estudiantes-o-sea-nacos-y-nacas-y-de-provincia, yo digo gente bien-bien-del-df. -Ah, la mítica clase media, tan cortejada y al mismo tiempo despreciada y defraudada por todo el espectro mediático y político-), que la izquierda institucional también despoja los espacios de manifestación, que el “único opositor al régimen” ha sido opacado por los sin nombre una y otra vez, que a la imposición arbitraria se le llama ahora “diálogo y negociación”, que el asesinato de migrantes, de mujeres, de jóvenes, de trabajadores, de niñ@s, que todo es por culpa de l@s anarquistas.

Para quienes militan y se reivindican como de la “A”, bandera sin nación ni fronteras, y que son parte de la SEXTA, pero que en verdad militen y no sea una moda de vestir o de calendario, tenemos, además de un abrazo compañero, un pedido especial:

Compas Anarquistas: nosotros los zapatistas, nosotras las zapatistas, no les vamos a achacar nuestras deficiencias (incluida la falta de imaginación), ni los vamos a hacer responsables de nuestros errores, ni mucho menos los vamos a perseguir por ser quienes son. Es más, les cuento que varios invitados en agosto cancelaron porque, dijeron, no podían compartir el aula con “jóvenes anarquistas, andrajosos, punks, aretudos y llenos de tatuajes”, que esperaban (los que no son jóvenes, ni anarquistas, ni andrajosos, ni punks, ni aretudos, ni llenos de tatuajes) una disculpa y que se depurara el registro. Siguen esperando inútilmente.

Lo que les queremos pedir es que, en el momento del registro, entreguen un texto, máximo de una cuartilla de extensión, donde respondan a las críticas y acusaciones que se les han hecho en los medios de paga. Dicho texto será publicado en una sección especial de nuestra página electrónica (enlacezapatista.ezln.org.mx) y en una revista-fanzine-como-se-diga próxima a aparecer en el mundo mundialmente mundial, dirigida y escrita por indígenas zapatistas. Será un honor para nosotr@s que en nuestro primer número esté su palabra junto a la nuestra.

¿Eh?

Sí, sí se vale una cuartilla con una sola palabra que abarque todo el espacio: algo como “¡MIENTEN!”. O algo más extenso como “Les explicaría lo que es el Anarquismo si pensara que van a entender”, o “El Anarquismo es incomprensible para los enanos de pensamiento”; o “Las transformaciones reales primero aparecen en la nota roja”; o “Me cago en la policía del pensamiento”; o la siguiente cita del libro Golpes y contragolpes de Miguel Amorós: “Todo el mundo debería saber que el Black Bloc no es una organización sino una táctica de lucha callejera similar a la kale borroka, que una constelación de grupos libertarios, “autónomos” o alternativos, venía practicando desde las luchas de los squats (okupaciones) en los años 80 en varias ciudades alemanas” y agregar algo como “si van a criticar algo, primero investiguen bien. La ignorancia bien redactada es como una idiotez bien pronunciada: igual de inútil”.

En fin, estoy seguro de que no les faltarán ideas. »

...


Fuente: http://periodicoellibertario.blogspot.com.es/2013/11/subcomandante-marcos-ls-anarquistas.html

México: Voces del combate callejero

negraLa preocupación fundamental es que el anarquismo y sus células autónomas sean “infiltrables” y vulnerables a tal efecto y el mayor recelo es que se utilicen para desprestigiar a todo el movimiento social.
No es la primera vez que ocurre: el 30 de noviembre del año pasado, un desconocido Ejército Popular Magonista de Liberación Nacional, mediante el único comunicado conocido hasta la fecha, lanzó un llamado a la rebelión y al combate, con una repercusión pocas veces visto en los medios masivos de difusión, para la manifestación programada por la asunción del nuevo presidente al día siguiente. Una situación semejante tuvo lugar este 29 de septiembre, preludio de la marcha del 2 de octubre, cuando la Coordinadora de las Sombras convocó a la rebelión y subversión. Ríos de tinta corrieron nuevamente aunando en forma directa y acrítica la aparición de un manifiesto con la violencia registrada en las jornadas posteriores, idéntico a lo sucedido en la ocasión anterior. La similitud entre ambas circunstancias se asienta en que públicamente resultaron desconocidas hasta el momento de cada pronunciación, pero de inmediato fueron catalogadas como amenazas por distintas corporaciones de seguridad y, lo más llamativo, como expresiones genuinas. Con un solo texto de los magonistas y dos de la coordinadora (que obtuvo una respuesta desde un conjunto de otros grupos) resulta imposible establecer sus objetivos y la dimensión real de estas amenazas y únicamente puede conjeturarse acerca de su presencia efectiva y los actos producidos.

Para intentar desentrañar, más no sea un poco, la cuestión que aquí se presenta, parece adecuado recurrir a las voces de quienes han participado en ambas oportunidades, limitando sus opiniones a la marcha del 2 de octubre y que han decidido compartir sus experiencias, puntos de vista e inquietudes. Son, pues, protagonistas que en primera persona han visto y vivido lo sucedido y es desde su perspectiva lo que ayudará y procurará un acercamiento al fenómeno que tanta atención logró concitar. Vale aclarar que no se trata de entrevistas formales con algún guión predeterminado sino de pláticas entre pares y compañeros, al ritmo de la vorágine y el calor del combate callejero, como distintos sectores se empeñan en denominar. Por lo tanto, es posible encontrar entre sus testimonios la primera mirada junto a la reflexión pausada, aquella que surge de la experiencia previa, y lo que transcurre entre el folklore de lo cotidiano y las nuevas formas de expresión y protesta social. (Para simplificar su lectura, todos los testimonios están resaltados con bastardillas.)

Los comunicados de la convocatoria
La primera cuestión que surge al respecto es la que refiere a los comunicados conocidos de la Coordinadora de las Sombras, denominación con la que ha trascendido un grupo anarquista en su convocatoria, entre otras, para la marcha por los cuarenta y cinco años de la masacre del 2 de octubre. Las observaciones a estos textos no se hicieron esperar y se cita textual: “Parecen cuatro discursos (por lo menos) con bastantes diferencias: El primero es un discurso anarco clásico; más adelante, marxista que luego va a lo insurreccional pero luego empieza a contradecirse... No quieren estar en las masas, además, los movimientos masivos los rechazan y entregan, pero ‘quizá’ sea necesario seguir manteniendo el hilo... Por último, se nota el discurso de Fight Club [en referencia a la cinta El club de la pelea]. Y saltan dos detalles: el uso de Borges en una cita y el término ‘deschavetado’ a AMLO (!). Esa palabra fue muy usada por la televisión y los medios. Otro punto, al final, el de llamar España y no Estado Español, como suele ser el discurso, por lo de las independencias”. Otra observación, en la misma línea, propone: “El comunicado de tres organizaciones anarquistas que entran en diálogo con [la Coordinadora de] las sombras es interesante porque ellos son en cierta manera el ala dura militar de los insurreccionalistas mientras que [la Coordinadora de] las sombras se encuentran en proceso de organización. Interesante también porque hasta la fecha ninguna organización con antecedentes de actividad insurreccional, salvo los magonistas de lo que no se ha sabido nada, había reivindicado su participación en las protestas-batallas anteriores y aún en la del 2oct.”; y una pregunta queda sin respuesta: “¿Los magonistas fueron un membrete?”. (Los dos textos de la Coordinadora de las sombras y las respuestas de distintas organizaciones anarquistas pueden consultarse en http://es.contrainfo.espiv.net/ y el de los magonistas en http://cedema.org).
Cabe, al respecto, una reflexión más acerca de las diferencias entre magonistas y la coordinadora: [cada uno] habla de la posibilidad de una coordinación en proceso de organización que políticamente tal vez no tiene programa pero que uno de sus puntos de unidad es el combate callejero. El comunicado de los magonistas parece de tendencia más marxista que el de [la Coordinadora de] las sombras. No estamos tan seguros de que sean las mismas organizaciones y eso también se podría hacer notar porque estaríamos hablando de distintas fuerzas operativas.”
Antes de continuar, queda un dato que merece ser destacado. La denominación que se han dado, Coordinadora de las sombras, es típicamente anarquista –entre grandilocuente y tenebrosa– pero llama la atención la redacción de sus textos. Enfoca su análisis entre político y el llamado a la acción, cuando es habitual que se priorice lo segundo; y reemplazan toda referencia de lo revolucionario por subversivo (esto es: se autodenominan subversivos pues no creen en la revolución y su organización interna no se estructura como un partido marxista-leninista basado en el centralismo democrático) lo que también es un indicador ácrata. Pero en el segundo texto de la Coordinadora es posible encontrar dos ideas que recogen antes del zapatismo y el eperrismo que del anarquismo en si: primero, cuando indican que ahora voltean hacia el rostro del encapuchado cuando antes nadie se fijaba en ellos y, después, a la mención de los 45 años –referencia al 68– de historia como propia, como sus protagonistas fundamentales. Cambia el tiempo transcurrido y los fenómenos de referencia, pero se vuelve inevitable no aceptar la inspiración de uno y otro. De ninguna manera hay relación entre fenómenos distintos, pero cierto es que la historia se aprende, y aprehende, para que no se convierta en tragedia. La Coordinadora de las sombras toma del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en un texto memorable, la necesidad de uso del pasamontañas –capucha, en este caso, para los anarquistas– y su explicación, cuyo argumento básico es resguardar la identidad y seguridad en el combate callejero. Conjuntamente, la referencia a todos los años de lucha transcurridos los presenta –o sea, se presentan a si mismos– como la columna vertebral de un hecho que, evidentemente, los excede; como si todo ello implicase la necesidad de una apropiación a la vez de protagonismo, como así lo hace el eperrismo, cuando retoma en su discurso el transcurso de una lucha que nace un año antes del asalto al cuartel Madera. (El eperrismo asevera que su lucha nace en 1964 y para ello sólo basta checar sus comunicados para confirmar tal aseveración.) Todas son experiencias completamente distintas y no relacionadas entre si, pero en su esencia (el fondo de la cuestión) es la misma. ¿Por qué? Quizá porque la historia reciente ya no es indiferente para este sector, y que considera necesario aprender de –y nuevamente aprehender– la historia rebelde del México contemporáneo. Y ello no es usual respecto a lo conocido, hasta ahora, de esta fracción del anarquismo mexicano contemporáneo.
El clima de la calle
Sobre la marcha, las visiones parecen encontrar puntos un común. El tercero de los testimonios, reportero de un medio alternativo, señaló que “a nivel de calle, hay mucho discurso y un actuar increíble desde el 1º de diciembre, pero con un gran debilitamiento y mucha rareza. Salta mucho que a veces se nos respeta y a veces no. A veces quieren que estemos allí (1º de diciembre, 1º de mayo) y en ocasiones descargan la furia (2 de octubre). Pero no es un sí ni un no claros. Llama la atención que se dejen ver asaltando tiendas y robando refrescos y cervezas en particular (sabemos que es parte del discurso mediático de criminalizar, pero no deja de ser raro). No nos atrevemos a hablar de provocadores, pero no hay confianza en lo que hacen. Llevamos contabilizados alrededor de 11 enfrentamientos, 4 muy graves y un fortalecimiento enorme de discurso y práctica represiva. Ahora el cuerpo de granaderos patrulla todos los días, por todos lados, con caballos y mucho armamento a la vista, por cualquier motivo.” Desde otro medio, también presente en las movilizaciones, el análisis se enfoca hacia las mismas inquietudes irresueltas: “es claro que hay al menos dos bandos beligerantes, la policía y los manifestantes. Entre estos últimos están los espontáneos, los comunistas y los anarquistas; porque realmente es falso que sólo los anarquistas se estén preparando para las batallas callejeras. Desde el 1º de diciembre hace un año se vio también que habían muchos comunistas entrando al combate. Lo que pasa es que como cierta medida táctica han dejado que mediáticamente se haga responsable a los anarquistas. Además, por supuesto, también están los infiltrados. La duda es sobre ellos. En esta última marcha [del 2 de octubre] fue claro que tanto la policía como los infiltrados fueron llevando la marcha hacia donde ellos quisieron, que era donde habían asentado un fuerte operativo para encapsular y detener masivamente.”
Otro aporte hacer un recuento de la historia inmediata donde se pregunta en voz alta buscando también alguna clase de respuesta. Dice: “El  1º de mayo hubo un breve conato en el centro entre tres anarcos (identificados como quienes acababan de abandonar la toma de Rectoria de la UNAM) contra policías, quienes no repelieron. Más tarde, ese mismo día, un ataque con piedras, televisores y globos de pintura contra Televisa, la policía nuevamente no respondió. Ya la toma de Rectoría había generado malestar entre ellos, pues fue una acción sin consenso y desesperada, que además dio lugar a filtraciones a prensa, que venían desde una toma anterior de la dirección de CCHs el 20 de abril, donde se dejaron ver descubiertos varios estudiantes de la UNAM.” Y continúa: “El 1º de junio hubo una convocatoria a través de redes sociales para tomar Los Pinos. Fue evidente la desorganización al dar un punto de cita, al que no llegaron puntuales, confundieron lugares, y se exhibieron completamente sus intenciones. Aunque en prensa nadie sabia del evento, en el metro ya estaban rodeados por un dispositivo de un cuerpo especial de policía (del metro, antimotines) que los golpeó y detuvo a uno de ellos. Fueron desarmados mucho antes siquiera que pudieran pensar en actuar. Lo destacable es que es la primera vez (y única) que realizan una actividad sin mezclarse con otros grupos.” Y la tercera parte de la narración abunda en la idea que se viene destacando desde sus palabras. “El 1º de julio se convocó nuevamente a una manifestación que coincidió con una de Morena [la fuerza política encabezada por Andrés Manuel López Obrador] en el Ángel de la Independencia. Los segundos se retiraron, y el grupo anarco (de unas 500 personas cuanto mucho) se vio rodeada por un dispositivo policial que los superaba en más de 3 a 1. (Ese día observamos que sacaron a todos los granaderos de todas las secciones para ese operativo.) Esa manifestación duró cerca de 5 horas caminando sin rumbo por el centro y poniente de la ciudad hasta terminar en el zócalo. El encapsulamiento no pasó de breves jaloneos, quizá, por la presencia de tanta prensa. Y cierra con un dato político que merece ser destacado: “Es importante resaltar que en la manifestación del 1º de septiembre un sector del los anarcos fue repelido no solo por la policía, sino por el magisterio de la CNTE. Aunque en lo individual, algunos maestros puedan tener simpatía con ellos y también hayan protagonizado enfrentamientos, como conglomerado sindical han procurado deslindarse y mantener distancia casi por completo. De hecho, el propio 2 de octubre evitaron siquiera estar cerca de los enfrentamientos.”

Autodefensa y combate callejero
El relato se interrumpe por un nuevo interlocutor que considera imprescindible agregar información sobre la circulación de un manual de autodefensa. Los medios masivos atribuyeron a organizaciones anarquistas su redacción y autoría (puede checarse el documento completo en el sitio web de Carmen Aristegui: http://aristeguinoticias.com); sin embargo, el “Manual de Autodefensa” no sólo no es nuevo sino que se pone en duda el objetivo de su preparación. (El redactor de estas líneas sabe de él al menos desde 2010, aunque nunca a texto completo, lo que implica que bien pudo haber sido elaborado efectivamente por grupos anarquistas y que ha sido perfeccionado con las experiencias recogidas posteriores a su redacción.) No obstante, resulta más interesante el análisis que puede hacerse sobre el manual antes que el uso efectivo de sus consejos: “el manual de autodefensa que estuvo circulando en estos días es en verdad muy interesante, con reflexiones útiles. No sabemos quién lo hizo pero suponemos que si no fue de autoría policíaca como parece, entonces efectivamente grupos de activistas se prepararon para entrar en combate. Y lo pudimos constatar plenamente: mucha gente iba bien pertrechada. De lo que se deriva una segunda premisa reflexiva: los infiltrados llevaban también pertrechos para provocar y dar batalla. Sin embargo, decimos nosotros, que no pueden hacer uso más que de una limitada capacidad de fuego porque de no ser así atentarían gravemente contra sus propios compañeros, los policías. Igualmente, fueron rebasados por la multitud.” Y puede agregarse: “la multitud rebasó a los que iban a preparados para el combate callejero y también a la policía, tanto a los que infiltrados provocaban como a los granaderos que reprimían. La multitud dio la batalla.”
Este es el punto para adentrarse en la cuestión de la lógica que cobró el combate callejero, siempre desde la perspectiva del participante. “Tenemos la duda en realidad –hace hincapié este nuevo relato– de cuántos infiltrados aproximamos a calcular, para así valorar cuánta gente fue preparada. El gobierno dice que identificó entre 70 y 200 ‘rijosos’. Pero en una de las escaramuzas más fuertes nosotros vimos aproximadamente un conglomerado de 1500 y 2000 personas del lado de los manifestantes, entre ‘rijosos’ y observadores y un número no calculado de antimotines. En un momento dado, ya que los pertrechos escasearon del lado de los manifestantes, la policía arremetió y un número considerable de manifestantes salió del campo de batalla por un lateral hacia el lado izquierdo. […] Lo curioso fue ver que un igual número considerable de personas, ante la arremetida de la policía se movió hacia la derecha, hacia donde estaban los policías.” Para confirmar este argumento, vale la pena abundar en otro testimonio presencial: “En la detención masiva que se dio momentos después, de aproximadamente 70 manifestantes, y de la cual afortunadamente salimos librados, no vimos a los que estaban en la línea de frente de batalla. Algunos si, otros no. Lo que parece posible es que muchos de los que corrieron hacia la derecha, hacia los policías, eran también policías; de otra manera hubiesen sido detenidos ese momento y no pasó así.” La conclusión es obvia: “¿Por dónde escaparon si estaba todo cercado?”.
El valor de los testimonios aquí brindados se destacan porque cada uno de ellos no se relaciona con los otros sino que fueron expresados independientemente de los otros. Autoconvocados, anarquistas, comunistas y otras expresiones más tuvieron lugar aquí. “Esta situación que nosotros pudimos observar –agrega un colectivo político-social– sumado a comentarios de otros compañeros que han estado en otras batallas, nos ha puesto a pensar si hay efectivamente grupos de compañeros preparándose para el combate callejero y de cuántos activos estamos hablando, porque realmente puede ser una minoría a pesar de nuestros ‘buenos’ deseos; y su contraparte, de qué tamaño es el operativo de control y neutralización por parte del gobierno. El gobierno habla de 4000 efectivos antimotines, pero mínimo había el doble. ¿Con cuántos efectivos infiltrados contaba el operativo policíaco, ¿100?, ¿500? Realmente no lo sabemos y eso nos preocupa bastante.”
Se llega al momento de expresar la idea de “ganar batallas”, como una máxima anarquista de lucha cuerpo a cuerpo, momento tras momento, y el ahora como instancia sublime. “Ganar batallas” es, en definitiva, una definición política pero también cultural, de quien define cuándo, cómo y dónde se declara una guerra –social en este caso– tal como la han declarado un sector del anarquismo y con mayor fuerza desde el fetiche 2010, aunque hay registros previos a esa fecha en México, como los butanazos contra instituciones bancarias, símbolos de la explotación del hombre por el hombre, y también contra empresas cosméticas, medicinales y otras que usan animalitos indefensos –y sin escatimar en crueldad­– para su vivisección, entre 2008-2009.
Los costos
El “costado romántico”, elogioso por otra parte, trae consecuencias concretas, necesarias para resolver en el momento concreto y en la realidad que ha tocado vivir: “eso de ir ‘ganando batallas’ es demasiado relativo porque ni se ha ganado territorio, ni se gana prestigio, ni nada, porque luego además de tener una decena de compañeros en la cárcel tienes que pagar tus $130 mil, y en tres o cuatro batallas [por cada uno] que si se tuvieran como organización podrían utilizarse en otras estructuras instrumentales. Aparte del evidente desprestigio de los movimientos […] habría que explorar otras consecuencias políticas de enfrentarse a la policía, en el propio discurso de quienes llaman a ello.” La lectura política de la situación no se hizo esperar: “finalmente, el otro punto es que uno de los motivos para considerarlos ‘batallas’ y no simples ‘combates’ callejeros es que hay estrategias militares en acción. Habría que hacer observaciones más precisas para afirmar que [Coordinadora de] las sombras o que los magonistas dispusieron de unas ciertas estrategias para ordenar un frente o varios frentes en las batallas del 1 y del 2 de octubre; pero incluso a pesar de no tenerlas no podemos obviar que las corporaciones policiacas, locales y federales, dispusieron de un operativo de batalla para conducir la marcha, para iniciar la batalla, para enfrentar a la multitud, para hacer la detención masiva, para presentar el evento en los medios en un discurso hecho, es decir, de una estrategia de batalla. Que si efectiva o deficiente o sobrepasada ese ya es otro tema, el punto es que son batallas porque también el gobierno está dispuesto a dar batalla a defender los suyo (y ahí está el recién salido protocolo de actuación policial para control de multitudes) no sólo porque unos grupos se preparen para enfrentarse. En ese sentido los infiltrados no son para provocar la represión, son para potenciar los desmanes, robo a tiendas, etc. es decir, que eso de ‘ganar batallas’ no solo es cultural y político sino también militar.

* * *
Como conclusión, a partir de los argumentos aquí esgrimidos, queda una duda pendiente: ¿las células anarquistas que operan en distintos puntos de México adoptaron medidas anti-infiltración?; o, más aún, ¿cómo es posible distinguir el accionar de grupos en pos de una idea libertaria respecto a otros que, travestidos de tales, operan funcionalmente para lo contrario? Lleva tiempo ya que se nota la actividad de infiltrados para potenciar desmanes y destrozos, atribuyendo en pleno fragor de la batalla a los anarquistas de esa responsabilidad sin otro argumento que la repercusión que alcanzarán en los medios masivos. Y no sólo se trata de desviar la discusión de su punto nodal hacia otros periféricos, sino que son los medios y las formas que el sistema busca para legitimarse y reproducirse. La preocupación fundamental es que el anarquismo y sus células autónomas sean “infiltrables” y vulnerables a tal efecto y el mayor recelo es que se utilicen para desprestigiar a todo el movimiento social. Es sabido que si no fuese así, el sistema buscará otras formas y medios (ayer el peligro rojo, hoy la amenaza negra: da igual); pero, en tanto, todo seguirá igual o ¿qué hacer?

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Jorge Lofredo

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