viernes, 17 de diciembre de 2010

Algunas características del Síndrome de Viridiana

Encontre este articulo en un foro de alasbarricadas me a gustado mucho y creo que puede servirnos a muchos para no confundirnos o hacernos un auto-cuestionamiento de que es lo que queremos y como queremos ayudar. Es un poco duro pero creo que para los que tal vez "no hemos sufrido tanto" (y reitero las comillas) como la gente pobre, muchas veces podemos no estar en la realidad de los que es ser y vivir en pobreza extrema. A mi, debo confesarlo, me cuesta mucho a veces entender, soportar y tolerar a la gente de los barrios pobres, en el sentido de como se aniquilan unos a otros, su total inconciencia acerca de los verdaderos motivos que los oprimen y de la tremenda manipulación de la que son objeto. Me molesta mucho la total inconciencia por el bienestar de los demas a menos que eso les traiga un beneficio inmediato.
De la clase rica y oligarquica , entiendo su total despreocupación por su entorno y su egoismo hacia los demás, pues despues de todo de eso viven, de ignorar que lo que ellos tienen, es porque a otros se lo estan quitando. Los pobres deberían de ser mas solidarios y unidos para luchar contra lo que los oprime...Pero despues de mi enojo hacia su "valemadrismo", trato de tan solo repasar los motivos y causas del porque de la pobreza y sus consecuencias en cuanto a su percepción del mundo, de la tremenda explotación a la que son sometidos y de la complicidad de la clase media que con tal de tener lo" indispensable" solapan y ayudan a la clase acomodada a que todo siga igual...me doy cuenta que en verdad la pobreza esta sola. 
Asi entonces, se contra que y quien debo pelear y en la medida demis posibilidades ayudar a que la pobreza desde sus bases y origenes sea erradicada.
escuche alguna vez de un Pankahacker: "CONTRA LA POBREZA NO, CONTRA LA RIQUEZA SI"
Koan


Algunas características del Síndrome de Viridiana
Por Acratosaurio Rex 


Escribe un chaval con ansias redentoras que quiere ponerse al servicio de "la causa de los pobres", y me pregunta que dónde debería colocarse a ayudarlos: en las cárceles, en los barrios marginados, en las leproserías, en la cola del INEM… Parece que nos encontramos ante un caso de Síndrome de Viridiana.
Viridiana, protagonista de la película de Buñuel, es una mujer que busca pobres a los que ayudar, para ella ir al Cielo. Ella los capta, los abduce y los acoge en su casa, donde funda una comunidad utópica. Viridiana acaba mal. Los pobres a los que ayuda, por poco la matan y la violan. No sé si en ese orden o al contrario.
Traducido a nuestro tiempo, el síndrome de Viridiana ofrece las siguientes características, según nos explica Pedro García Olivo en El sindrome de Viridiana en la política
Alguien que no es pobre, que vive aparte de ellos (aunque alquile una casa en el barrio, y aunque se disfrace de pobre para hacer creíble su papel), que no padece sus problemas (abstenerse de comer, teniendo comida, no es pasar hambre, sino ayunar), decide ayudar a los pobres.
Una vez entra en acción el ayudador, se desilusiona: los pobres no reaccionan como él espera a sus esfuerzos. Aparecen seres egoístas, llenos de defectos, aprovechados dispuestos a comerse el último tarugo de pan sin compartirlo. Llegado el caso, los pobres pueden intentar aprovecharse del abnegado benefactor. Esto le produce desencanto.
El desencanto se resuelve (a veces) con el abandono de los ideales, empleando el título universitario (sicólogo, asistente social…) para explotarlo, por ejemplo, montando una clinica dental en un barrio pudiente.
Pero puede que el benefactor persevere y, aunque desilusionado, persista en el empeño. Y cambia. Una vez que el enfermo detecta el colectivo a salvar, cae sobre él como la araña sobre su presa. Tomando a la víctima entre sus peludas y pegajosas patas, la envuelve en el capullo de su verborrea, y la arrastra a su cueva para sorberle los jugos vitales con chuperreteos variados. No sólo se dedicará a mejorar la vida de esos desgraciados en los que ya no cree, sino que conseguirá vivir de ellos. Es el mal que aqueja a tantos liberados sindicales, asistentes sociales, curas de parroquia, políticos de medio pelo, valedores de indígenas, inmigrantes y etnias infames, profesores de universidades públicas y demás funcionarios del Ministerio del Malestar...
La mejora que persigue pasa, inevitablemente, por eliminar las características propias del colectivo ayudado (forma de vida, idioma, costumbre) para insertarlo en el engranaje del Estado moderno: trabajo asalariado, pago de facturas, declaración de Hacienda. No sin antes exprimirles hasta la última gota de lo que puedan aprovechar de ellos en materia de conocimientos (tradiciones, habilidades, folklore), y recursos (semillas, medicamentos, tierras, esfuerzo…)
¡Mucho cuidado con el Síndrome de Viridiana! lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

2 comentarios:

  1. Un saludo, gracias por hacerte eco de este síndrome nefasto, y en un futuro artículo intentaré explicar brevemente, mi opinión de por qué los pobres son como son, y no como otros piensan que debieran ser.

    Acratosaurio rex

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  2. Hola Acratosaurio, gusto en saludarte.
    Tu artículo me ha dejado una importante reflexión y tan solo la quise compartir. Creo que a muchos nos falta a veces contacto con la realidad mas cruel y como lo comentas en tu artículo, a veces tendemos a idealizar las situaciónes, pero eso es porque no estamos metidos en ellas directamente.
    En lo personal nunca e sido rico ni nada por el estilo pero afortunadamente he tenido familia que me ayude, lo cual me ha privado de algunas carencias.
    Pero para hecer honor a la verdad cada vez mas me veo en una condición económica mas difícil cuyo punto bueno es que me ha empujado a reflexionar mas en lo injusto que es el mundo actual con quienes piensan y actúan bajo otros principios que no sean el capitalismo y la explotación del mas débil.

    Saludos y gracias por particpar.

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