Las dos convocatorias en Madrid contra los recortes en las ayudas al carbón se cerraron con cargas policiales, 17 detenidos y al menos 48 manifestantes o viandantes heridos.
Tras el emotivo recibimiento a la marcha minera de la noche anterior, decenas de miles de personas participaron en la manifestación matinal hasta la sede del Ministerio de Industria, que se encontraba completamente vallada y rodeada de furgones de antidisturbios. La manifestación contó con la presencia de otros sectores también afectados por los recortes centrales y autonómicos, como los bomberos y el profesorado, así como con la simpatía de miles de personas que se acercaron a las 11 de la mañana al punto de partida en la plaza de Colón.
A su término, la Policía Nacional cargaba mientras a menos de 100 metros tenía lugar el mitin de UGT y CC OO. Según el Ministerio del Interior, el balance total de heridos fue de 43 manifestantes y 33 policías. La Policía Nacional detuvo a ocho personas.
La marcha de los mineros, escoltada por un fuerte cordón de sindicalistas, avanzaba en su recorrido cuando parte de los simpatizantes desbordaron de forma pacífica la cabecera y se anticiparon para coger posiciones frente a Industria. A su llegada al ministerio, los primeros grupos se agolparon frente al recinto vallado que protegía el edificio. La policía marcó el territorio lanzando balas de goma hacia los manifestantes. Éstos contestaron echando el vallado abajo y con una lluvia de petardos y objetos que iban desde cáscaras de plátano a adoquines.
Los mineros avanzaban, tras los primeros momentos tensos de choque entre manifestantes y antidisturbios, por en medio del Paseo de la Castellana, recibiendo aplausos de los manifestantes que realizaban un pasillo de honor. La policía hizo una pausa en su actuación hasta que la marcha llegó cerca del escenario sindical. Entonces, los agentes invadieron la calzada cortando la manifestación en dos mitades, disparando balas de goma por encima de la altura reglamentaria.
Mientras se multiplicaban los heridos, las dotaciones que protegían tras el vallado el ministerio recibieron el refuerzo de otras que aguardaban en los aledaños. A ambos lados de la Castellana se agolparon pelotones de antidisturbios que cargaban contra los manifestantes y lanzaban balas de goma, en ocasiones sin bajarse de los furgones.
Las carreras se sucedían por todo el paseo, con el ruido de fondo de petardos y disparos. Conforme se iba despejando la Castellana, iba siendo más fácil localizar a personas heridas: manifestantes que habían recibido porrazos, cabezas ensangrentadas y moratones. La violencia también afectó a la prensa que cubría la marcha, ya que al menos cuatro reporteros gráficos -uno de ellos colaborador de DIAGONAL- recibieron golpes en la cabeza, y otra periodista ha recibido un pelotazo en el codo.
Mientras, en el escenario sindical continuaban los mítines, aunque el público fijaba su atención en lo que sucedía más cerca del estadio Santiago Bernabéu. Allí es donde se produjeron las últimas cargas y detenciones cuando muchos de los manifestantes regresaban a alguno de los 500 autobuses que han llegado del resto del Estado.
Antes de partir, Víctor, minero asturiano, esperaba que "con todo lo que estamos haciendo hoy aquí y lo que tenemos a nuestro alrededor el Gobierno despierte, recapacite y reconsidere y que nos den lo que es nuestro y lo que está firmado". Para José Fernández, minero de Villablino, "no tiene palabras cómo nos ha apoyado Madrid. Se ha volcado con nosotros y tenemos que agradecérselo toda la vida".
Brutalidad policial durante la noche
En la tercera marcha en apoyo a la lucha minera en 24 horas, convocada a las 19.30 en Atocha por la plataforma Hay Que Pararles Los Pies, participaron más de 15.000 personas. Centenares de personas esperaban ya en la Puerta del Sol a las 21h la llegada de la manifestación, en la que se conjugaron las demandas de los mineros, que en su mayoría abandonaron la capital horas antes, con las protestas contra los recortes del Gobierno de Rajoy aprobados por la mañana. Un cordón de antidisturbios acompañó a los manifestantes a lo largo del recorrido hasta su llegada a la plaza, donde esperaban diez furgones policiales.
A las 22h, en Sol se encontraban todavía centenares de personas concentradas en distintos grupos cuando se produjo de manera repentina una brutal carga policial que empujó a muchos de los presentes a escapar por la calle Preciados, donde se vivieron momentos de pánico y caídas en la huida de un ataque policial indiscriminado con porras y pelotas de goma Furgones y decenas de antidisturbios han tomado Sol y el centro de Madrid.
Como respuesta, varios contenedores y papeleras fueron quemados a modo de barricadas en varios puntos del centro de la capital. Las persecuciones y las cargas se sucedieron durante una hora, llegaron hasta Callao y la Gran Vía y también se produjeron en Lavapiés, La Latina y Tirso de Molina, donde los antidisturbios llegaron a disparar pelotas de goma desde la puerta de un bar aterrorizando a los niños allí presentes, según varios testigos.
La actuación policial se saldó con 9 personas detenidas y 5 atendidas por el servicio de emergencias sanitarias. Los agentes empujaron a quienes consumían en terrazas de bares y algunas personas tuvieron que refugiarse en comercios, tal como han documentado numerosos testigos a través de redes sociales. "Yo había quedado en Sol para ir a ver una peli con unos amigos. Ahora estoy corriendo para que no me abran la cabeza a hostias", decía por ejemplo el usuario @oyejuan en Twitter.
Tras el emotivo recibimiento a la marcha minera de la noche anterior, decenas de miles de personas participaron en la manifestación matinal hasta la sede del Ministerio de Industria, que se encontraba completamente vallada y rodeada de furgones de antidisturbios. La manifestación contó con la presencia de otros sectores también afectados por los recortes centrales y autonómicos, como los bomberos y el profesorado, así como con la simpatía de miles de personas que se acercaron a las 11 de la mañana al punto de partida en la plaza de Colón.A su término, la Policía Nacional cargaba mientras a menos de 100 metros tenía lugar el mitin de UGT y CC OO. Según el Ministerio del Interior, el balance total de heridos fue de 43 manifestantes y 33 policías. La Policía Nacional detuvo a ocho personas.
La marcha de los mineros, escoltada por un fuerte cordón de sindicalistas, avanzaba en su recorrido cuando parte de los simpatizantes desbordaron de forma pacífica la cabecera y se anticiparon para coger posiciones frente a Industria. A su llegada al ministerio, los primeros grupos se agolparon frente al recinto vallado que protegía el edificio. La policía marcó el territorio lanzando balas de goma hacia los manifestantes. Éstos contestaron echando el vallado abajo y con una lluvia de petardos y objetos que iban desde cáscaras de plátano a adoquines.
Los mineros avanzaban, tras los primeros momentos tensos de choque entre manifestantes y antidisturbios, por en medio del Paseo de la Castellana, recibiendo aplausos de los manifestantes que realizaban un pasillo de honor. La policía hizo una pausa en su actuación hasta que la marcha llegó cerca del escenario sindical. Entonces, los agentes invadieron la calzada cortando la manifestación en dos mitades, disparando balas de goma por encima de la altura reglamentaria.
Mientras se multiplicaban los heridos, las dotaciones que protegían tras el vallado el ministerio recibieron el refuerzo de otras que aguardaban en los aledaños. A ambos lados de la Castellana se agolparon pelotones de antidisturbios que cargaban contra los manifestantes y lanzaban balas de goma, en ocasiones sin bajarse de los furgones.
Las carreras se sucedían por todo el paseo, con el ruido de fondo de petardos y disparos. Conforme se iba despejando la Castellana, iba siendo más fácil localizar a personas heridas: manifestantes que habían recibido porrazos, cabezas ensangrentadas y moratones. La violencia también afectó a la prensa que cubría la marcha, ya que al menos cuatro reporteros gráficos -uno de ellos colaborador de DIAGONAL- recibieron golpes en la cabeza, y otra periodista ha recibido un pelotazo en el codo.
Mientras, en el escenario sindical continuaban los mítines, aunque el público fijaba su atención en lo que sucedía más cerca del estadio Santiago Bernabéu. Allí es donde se produjeron las últimas cargas y detenciones cuando muchos de los manifestantes regresaban a alguno de los 500 autobuses que han llegado del resto del Estado.
Antes de partir, Víctor, minero asturiano, esperaba que "con todo lo que estamos haciendo hoy aquí y lo que tenemos a nuestro alrededor el Gobierno despierte, recapacite y reconsidere y que nos den lo que es nuestro y lo que está firmado". Para José Fernández, minero de Villablino, "no tiene palabras cómo nos ha apoyado Madrid. Se ha volcado con nosotros y tenemos que agradecérselo toda la vida".
Brutalidad policial durante la noche
En la tercera marcha en apoyo a la lucha minera en 24 horas, convocada a las 19.30 en Atocha por la plataforma Hay Que Pararles Los Pies, participaron más de 15.000 personas. Centenares de personas esperaban ya en la Puerta del Sol a las 21h la llegada de la manifestación, en la que se conjugaron las demandas de los mineros, que en su mayoría abandonaron la capital horas antes, con las protestas contra los recortes del Gobierno de Rajoy aprobados por la mañana. Un cordón de antidisturbios acompañó a los manifestantes a lo largo del recorrido hasta su llegada a la plaza, donde esperaban diez furgones policiales.
A las 22h, en Sol se encontraban todavía centenares de personas concentradas en distintos grupos cuando se produjo de manera repentina una brutal carga policial que empujó a muchos de los presentes a escapar por la calle Preciados, donde se vivieron momentos de pánico y caídas en la huida de un ataque policial indiscriminado con porras y pelotas de goma Furgones y decenas de antidisturbios han tomado Sol y el centro de Madrid.
Como respuesta, varios contenedores y papeleras fueron quemados a modo de barricadas en varios puntos del centro de la capital. Las persecuciones y las cargas se sucedieron durante una hora, llegaron hasta Callao y la Gran Vía y también se produjeron en Lavapiés, La Latina y Tirso de Molina, donde los antidisturbios llegaron a disparar pelotas de goma desde la puerta de un bar aterrorizando a los niños allí presentes, según varios testigos.
La actuación policial se saldó con 9 personas detenidas y 5 atendidas por el servicio de emergencias sanitarias. Los agentes empujaron a quienes consumían en terrazas de bares y algunas personas tuvieron que refugiarse en comercios, tal como han documentado numerosos testigos a través de redes sociales. "Yo había quedado en Sol para ir a ver una peli con unos amigos. Ahora estoy corriendo para que no me abran la cabeza a hostias", decía por ejemplo el usuario @oyejuan en Twitter.
La marcha minera llega al ministerio de Industria from diagonal on Vimeo.
El 11 de julio de 2012 fue la fecha elegida para el estreno del esperadísimo vídeo de la tienda Welcome en los cines Callao de Madrid. Esa era la intención, hasta que unos disturbios callejeros en el centro de Madrid nos pillaron en medio...
Fuente:Portal OACA
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