miércoles, 9 de febrero de 2011

Thomas Hobbes

¿Y porque no pensar o aspirar a que el supremo gobernante sea la conciencia? ¿Porque no pensar que el poder no provenga del miedo al gobernante o gobierno, sino del entendimiento, de la conciencia misma?
Creo que hay dos formas de lograr esta conciencia y solidaridad:
Una es la EMPATÍA y el sufrimiento, esto es: Conforme pasa  el tiempo y vamos creciendo, vamos acumulando experiencias y estas nos asemejan y hermanan en sufrimiento y alegrías con los demas seres humanos; Aqui lo mas notorio es el sufrimiento, en el sentido de que al sufrir nosotros, vamos reconociendo el sufrimiento de los demas y con este nos vamos hermanando en algrías si, pero sobre todo en sufrimiento. Ahora, entendamos que estamos hablando de un sufrimiento natural, inevitable, tal vez hasta inconciente. No estoy justificando en ningún momento, el sufrimiento gratuito, creado, elaborado, estipulado, calculado, organizado, impulsado, solapado y mantenido en nuestra sociedad y cultura actual.
La segunda vía para el reinado, mandato o gobierno de la conciencia, es la EDUCACIÓN  libre, coherente, analítica, crítica, sin coersiónes , obligaciónes, abusos, criticas a la naturaleza o caracter del individuo, sino mas bien orientada a la guía, consejo, amistad y facilidad de desarrollo de cada quien.
Koan





La ociosidad es la madre de la filosofía.


Al deseo, acompañado de la idea de satisfacerse, se le denomina esperanza; despojado de tal idea, desesperación.


Un hombre libre es aquel que, teniendo fuerza y talento para hacer una cosa, no encuentra trabas a su voluntad.


La base de todas las sociedades grandes y duraderas ha consistido, no en la mutua voluntad que los hombres se tenían, sino en el recíproco temor.


Una democracia no es en realidad más que una aristocracia de oradores, interrumpida a veces por la monarquía temporal de un orador.

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