Algun@s dirán que ésta es una pregunta trampa, porque hay corrientes
revolucionarias que contemplan la posibilidad de hacer la revolución en
dos etapas: la primera, apoyar a la burguesía nacional para obtener la
independencia del estado opresor; y la segunda etapa es luchar por el
socialismo contra la burguesía propia. Vale, dicha teoría ya se ha
puesto en práctica antes con resultados desastrosos. Por ejemplo, se
puso en práctica en China en los años 20 (teoría promovida por la URSS,
que animaba a los comunistas chinos a unirse al partido nacionalista
burgués Kuomintang de Chiang Kai-Shek para luchar contra el dominio de
las potencias extranjeras) ¿y cuál fue el resultado? Pues que cuando
Chian Kai-Shek obtuvo la victoria, masacró a los comunistas y siguió
oprimiendo a la clase obrera y campesina china de la misma manera que lo
habían hecho previamente las potencias imperialistas extranjeras.
Si me dan a elegir entre los términos “nación” o “pueblo” me quedo sin dudarlo con el segundo: el concepto “nación” es un término jurídico-político (pero, sobretodo, económico) surgido a lo largo de la historia para que la casta dominante de un pueblo específico pudiera oprimir al resto de los pueblos circundantes. La historia nos da muchos ejemplos de naciones que oprimen a pueblos en pos de la “reunificación nacional”: El reino de Piamonte en Italia, Prusia en Alemania, Inglaterra en Reino Unido y, por supuesto, el reino de Castilla en el estado español (pero tampoco idealicemos el pasado: los reinos de Granada, Aragón o Navarra no eran paraísos terrenales, sino que también tenían su porción de mierda terrateniente nobiliar y eclesiástica privilegiada que oprimía a sus compatriotas).
La clave del asunto independentista es el equilibrio entre el respeto a la identidad de la persona como parte de un pueblo determinado (con sus tradiciones, cultura y lengua) y la pertenencia de la persona a una clase social determinada. Por ejemplo, un/a obrer@ o campesin@ catalan/a debe luchar por conservar y fomentar su cultura, sus tradiciones y su lengua; pero lo que no puede olvidar un/a obrer@ o campesin@ catalan/a es que el burgués catalán le va a oprimir igual que un burgués español.
Cualquiera que se considere anarquista o comunista, lucha por una sociedad sin clases y por la desaparición del Estado; lucha por la solidaridad de los pueblos del mundo y por el respeto a la idiosincrasia de esos pueblos. En última instancia, hoy día, el mundo no está dividido en naciones, sino en clases sociales. Y la burguesía SIEMPRE es (fue y será) nuestra enemiga (sea central o periférica).
Resumiendo: SÍ al derecho de autodeterminación de los pueblos del estado español y del mundo entero, pero NO siguiendo reglas burguesas, sino con nuestros propios términos: sin clases opresoras ni oprimidas, repartiendo la riqueza solidariamente con los pueblos menos favorecidos económicamente; que desaparezcan las fronteras y las divisiones de razas sin perder por el camino nuestra identidad como miembro de un pueblo determinado.
Juanjo Muñoz
Fuente:Portal OACA
Si me dan a elegir entre los términos “nación” o “pueblo” me quedo sin dudarlo con el segundo: el concepto “nación” es un término jurídico-político (pero, sobretodo, económico) surgido a lo largo de la historia para que la casta dominante de un pueblo específico pudiera oprimir al resto de los pueblos circundantes. La historia nos da muchos ejemplos de naciones que oprimen a pueblos en pos de la “reunificación nacional”: El reino de Piamonte en Italia, Prusia en Alemania, Inglaterra en Reino Unido y, por supuesto, el reino de Castilla en el estado español (pero tampoco idealicemos el pasado: los reinos de Granada, Aragón o Navarra no eran paraísos terrenales, sino que también tenían su porción de mierda terrateniente nobiliar y eclesiástica privilegiada que oprimía a sus compatriotas).
La clave del asunto independentista es el equilibrio entre el respeto a la identidad de la persona como parte de un pueblo determinado (con sus tradiciones, cultura y lengua) y la pertenencia de la persona a una clase social determinada. Por ejemplo, un/a obrer@ o campesin@ catalan/a debe luchar por conservar y fomentar su cultura, sus tradiciones y su lengua; pero lo que no puede olvidar un/a obrer@ o campesin@ catalan/a es que el burgués catalán le va a oprimir igual que un burgués español.
Cualquiera que se considere anarquista o comunista, lucha por una sociedad sin clases y por la desaparición del Estado; lucha por la solidaridad de los pueblos del mundo y por el respeto a la idiosincrasia de esos pueblos. En última instancia, hoy día, el mundo no está dividido en naciones, sino en clases sociales. Y la burguesía SIEMPRE es (fue y será) nuestra enemiga (sea central o periférica).
Resumiendo: SÍ al derecho de autodeterminación de los pueblos del estado español y del mundo entero, pero NO siguiendo reglas burguesas, sino con nuestros propios términos: sin clases opresoras ni oprimidas, repartiendo la riqueza solidariamente con los pueblos menos favorecidos económicamente; que desaparezcan las fronteras y las divisiones de razas sin perder por el camino nuestra identidad como miembro de un pueblo determinado.
Juanjo Muñoz
Fuente:Portal OACA
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