Hagamos visible el gobierno escondido, construyamos otra sociedad

(Texto final del periódico CRISI de Enric Duran)

“Nadie es más esclavo que aquel que falsamente se cree libre” Goethe

Las oligarquías económicas, a las cuales nunca vemos las caras, financian gobiernos de izquierda o derecha mientras confluyen en los mismos clubs secretos para debatir amistosamente sobre el nuevo orden mundial. ¿Contradicción? No, estrategia rigurosamente planificada.
Nuestro voto cada 4 años en un sistema prácticamente bipartidista es la manera más sencilla de hacernos creer que estamos en una democracia. Y esta tipo de democracia dirigida, surgida de unos planes meticulosamente orquestados después de la segunda guerra mundial, ha demostrado ser la manera menos costosa de mantener sometida a la población mientras el poder de unas pocas familias se hacía imperial.

A lo largo de los años el oscuro sistema financiero se ha hecho cada vez más omnipotente, llevando la máxima del crecimiento exponencial hasta la exageración. La economía real se ha convertido en un apéndice de las finanzas, cumpliendo aceleradamente la función de convertir créditos en deudas y consumo. Todo esto mientras a los pueblos se nos roba por partida doble: plusvalía empresarial y plusvalía para los banqueros privilegiados con la creación de dinero.
En este contexto, las crisis hasta ahora no habían planteado ningún problema, ya que precisamente son momentos que aprovechan los peces más grandes para comerse a los medianos y los pequeños.
Pero este sistema perfecto tiene un enemigo insuperable de ahora en adelante: los límites planetarios. No se puede crecer siempre en un planeta con recursos finitos. Ahora, a principios del siglo XXI, estamos llegando a estos límites. El oro negro nos ha dado el primer aviso, otros combustibles fósiles, minerales para la industria, fertilizantes para la agricultura, tierras cultivables, calentamiento global y un largo etcétera de recursos limitados vienen después.

Mientras los que ostentan el poder invisible continúan debatiendo amistosamente como será el nuevo orden mundial que relevará a la actual crisis estructural y si la guerra, el hambre o las enfermedades son mejor o peor estrategia para sus intereses, nosotros los pueblos, tenemos la responsabilidad de aprovechar esta oportunidad para actuar antes de que sea demasiado tarde. El poder no es tal sin obediencia, ni sin miedo. Cada vez más somos más las voces insumisas y nos estamos organizando. Lector, lectora, te hacemos saber que puedes escoger si quieres seguir sometida o quieres ser libre.
Esta publicación del 17 de setiembre del 2008 quiere llamar la atención a quién quiera escuchar, que los movimientos sociales estamos al caso para oponernos a la dictadura económica tramada a espaldas de la población y construir otra sociedad, ahora y aquí.