Pedro Echeverría V.
1. Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), señaló que nunca le parecerá bien que los estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, hayan elevado su nivel de demanda y bloqueado la carretera, porque eso no contribuye en modo alguno a construir una cultura civilizatoria de diálogo. Dijo que en beneficio de los estudiantes, las puertas de las normales se están cerrando para evitarles el fracaso de no encontrar una plaza. “Es preferible decir a los jóvenes que no hay espacios antes de que entren a la normal porque el cambio demográfico es lo que ha llevado a reducir los sitios del normalismo”. ¿Acaso, preguntan los estudiantes, permitiremos que se sigan cerrando las normales que han sido la única oportunidad de estudio para los campesinos y esperando diálogos que nunca se dan y que sirven de burla? ¿Permitiremos que nos cierren espacios de estudio cuando las normales privadas crecen como enormes negocios?
2. Por esa enorme incapacidad de funcionarios de la SEP, impuestos por los presidentes de la República en turno, la educación mexicana ocupa los últimos lugares del mundo. Ayer se publicó que Lujambio, tras “descubrir” que en escuelas de pre primaria, primaria y secundaria se cometen “criminales” fechorías, pronunció un ¡ya basta! y anunció que en todas las escuelas de educación básica en el Distrito Federal, ya sea públicas como privadas, regirá un nuevo reglamento que penaliza diversas actitudes y acciones de los menores. Se ajustarán al Marco para la Convivencia Escolar ya que se mostró escandalizado de las conductas que en esos planteles se encuentran. El acoso escolar, agregó, el robo, la información falsa, la discriminación por etnia, color, religión u orientación sexual, así como la posesión de medicamentos sin prescripción médica o las apuestas de azar. Anunció que distribuirán entre los padres y los alumnos, una carta para que firmen de aceptado esas nuevas reglas.
3. Obviamente el secretario de Educación es un derechista autoritario que como sus antecesores no entiende nada de educación: penaliza a los menores, promete castigarlos por manifestación de efectos y protestas de niños y jóvenes cuyas causas –explotación, miseria, ignorancia, analfabetismo, desempleo- producidas por el capitalismo y profundizadas por los gobiernos en turno, no entiende o quiere soslayar. ¿Por qué no va al fondo, a las causas y nos enseña cuántos niños van a la escuela sin desayunar, sin dinero para el transporte, literalmente “encabronados” por la violencia que sufren, cuyos profesores, autoritarias sólo saben maltratarlo. ¡Qué jodido está Lujambio, así como otros secretarios de Educación, que sólo hablan de leyes, reglamentos y castigos! ¿Para qué han servido los estudiosos Neil, Goodman, Ferrer Guardia o Illich que han defendido la libertad y con los mejores argumentos han combatido el autoritarismo?
4. La SEP fue creada en 1921, es decir, hace 90 años. En ese tiempo tuvo secretarios de educación distinguidos como José Vasconcelos (su creador 1921-24), Narciso Bassols (1931-34) y Torres Bodet (1943-46 y 1958-64); por decenas de mediocres burócratas, y por rematadamente tontos como los tres panistas Reyes Tamez, (2000-06) Vázquez Mota (2006-09) y Alonso Lujambio (2009-2012). Vasconcelos, aunque derechista, fue su magnífico creador en el momento más alto de la Revolución Mexicana; Bassols, de izquierda, combatió la educación clerical y creo las escuelas mixtas, y Torres Bodet, institucional, que estuvo tras la creación del Sindicato Nacional (SNTE) supeditado al gobierno, pero creó –según el estudioso Latapí- el positivo Plan de Once Años. Quizá Muñoz Ledo (1976-77) y Reyes Heroles (1982-85) pudieron brillar, pero por remoción y por muerte, dejaron la SEP.
5. Pero además en México la educación ha sufrido la intervención de los dirigentes de un sindicato charro, es decir, traidor a los intereses de los profesores y la educación. No ha sido el culpable de la mala educación, pero ha contribuido con la SEP para que la educación mexicana esté entre las peores del mundo. Los dirigentes charros se han aprovechado de la terrible incapacidad de los altos funcionarios de la SEP y han hecho con ellos lo que han querido. Durante los sexenios del PRI los dirigentes del SNTE fueron priístas y durante los del PAN fueron panistas, es decir, se han sabido acomodar a los gobernantes en turno con el objetivo de recibir subsidios millonarios, así como secretarias de Estado, diputaciones y senadurías. Se han registrado tres cacicazgos que han pisado a los maestros por el cuello: de 1943 a 1972 los Robles Martínez, desde 1972 los Jonguitud Barrios y a partir de 1989 Esther Gordillo.
6. ¿Se necesitan más maestros, médicos, ingenieros, artistas, pensadores, en el México de 114 millones de habitantes? Se necesitan decenas o cientos de miles para que puedan trabajar con una plaza en el campo o en sectores urbanos marginados porque todos se reconcentran en las grandes ciudades. En los años 30, para ser profesor sólo se requería la primaria de cuatro o seis años; luego en los sesenta se requería el título de profesor o de bachiller, pero desde 1980 –ante la crisis- se recortó la inversión social, comenzó el acelerado proceso de privatización, a los normalistas les impusieron más años de estudio (18 años) para retrasar su entrada al servicio, se abrieron miles de escuelas privadas o de negocio y se comenzaron a cerrar las normales públicas. Debe ser muy claro: el aumento de años de escolaridad no fue para crear profesionistas más capaces, sino para resolver problemas de empleo y evitar mayor inversión social.
7. No piensen que Calderón, Vázquez Mota o Lujambio son retrasados mentales. Ellos conocen el problema pero dado que son del PAN –partido derechistas y proempresarial- sus propuestas son autoritarias y represivas. También el PRI con Peña Nieto será pan de lo mismo. Las únicas esperanzas que tenemos en México para que cambie un poco la educación en beneficio del 70 por ciento de la población más pobre del país, es mediante las luchas de los profesores agrupados en la CNTE –la organización independiente con más de 30 años de lucha en las escuelas, las plazas y las calles- en cuyos congresos educativos ha planteado transformar a fondo la educación. Personajes como Lujambio (SEP) y Esther Gordillo (SNTE) –que sólo han estado al servicio del sistema de opresión- tienen que ser combatidos y esas batallas deben contribuir a levantar la conciencia de los profesores y de los padres de familia.
Correo: pedroe@cablered.net.mx
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