Nº III
- Oye, como os vengo oyendo hablar este rato aquí en la trasera del autocar, y están siempre saliendo cosas de Dinero, a lo mejor os puedo preguntar una cosa, a ver qué me decís. [Los chavales se quedan callados; no saben qué pasa.] ¿Vale? Bueno, como no decís nada, os pregunto. A ver si me ayudáis, porque le estoy dando vueltas a qué pasaría si no hubiera Dinero. [Murmullos]. ¿Qué creéis que pasaría si no hubiera Dinero? [Salta el escándalo; se atropellan por hablar]
- Chico 1: Pues que nadie haría nada.
- Chico 2: Yo estaría todo el día tumbao en el sillón.
- Chico 3: (Es periodista o algo así.)
- Chico 4: ¡A ver quién iba a ir a trabajar!
- Chico 1: Sin Dinero no habría nada. ¿Tú te ibas a ir a meter a una alcantarilla... te ibas a meter en una zanja, a trabajar con el pico para hacer una casa, si no hubiera Dinero? Nadie haría nada. ¿O tú sí ibas a ponerte con un pico?
- Pero si no hacen falta los picos; ahora hacen los aujeros las máquinas...
- Chico 1: Bueno, pues con una máquina: ¿si no hay Dinero ibas a ir a trabajar para hacer una casa?
- Es que ahora que hay Dinero tampoco voy a hacer casas.
- Chico 1: La gente va a trabajar por Dinero, si no, no iría nadie.
- A lo mejor trabajar no se diría. Pero por ejemplo si alguien es quesero, es que hace quesos: ¿Por qué no los iba a hacer?
- Chico 3: Sí, hace quesos para venderlos y sacar Dinero.
- Bueno, hace quesos porque los quesos se comen y están ricos. Parece que ésa es la razón de verdad.
- Chico 1: Los haría para comérselos él. Cada uno trabaja para sí mismo. Si no sacas nada, no vas a estar trabajando para otro. Mira éste: son panaderos. A ver si iban a hacer pan si no se lo pagan!
- Chico 2, el panadero: No sé, a lo mejor yo sí lo hacía igual...
- Chico 1: ¡Venga ya! ¿Y de dónde iba a haber la harina y todo?
- Bueno, la pregunta es sólo que no haya Dinero, no que no haya harina.
- Chico 3: Ya, pero ¿quién iba a llevar la harina si no le pagas?
- Pues quien la lleve ahora, o como fuera. No haría falta pagarle, porque si no hay Dinero, ya no hay que preocuparse de eso.
- Chico 1: Eso es imposible; si no se gana nada, nadie haría nada.
- Hombre, si es algo útil, no veo por qué no.
- Chico 3: [con risas] Si es útil, lo haces pa ti o para un amigo... [serio de repente] No: hay que ayudar; hay que ser solidario.
-Entonces ¿veis o no problemas sin que haya Dinero?
- Chico 1: Si quitas el Dinero, habría mucha violencia. Sería como una guerra...
[El autocar va en silencio. Es como los de hace años: sin cristales oscuros; sin música. La lluvia gruesa y la noche siguen y siguen.]
- Chico 3: [con más risas] Si no hay Dinero y me encuentro un euro por la calle, me convierto en millonario; en el rey...
- Chico 1: Habría mucha violencia. Eso sí, le podrías dar de hostias a quien quisieras, ¡como no habría multas!, por lo menos te desahogas... [Se van bajando por los pueblos aquí uno, aquí dos o tres. No se ve dónde. Mientras se va hablando sin ni un momento de aburrimiento, bailotean de trasfondo un revoltijo de recuerdos de cunetas, plazas, cigüeñas, nombres: Morales, Peleas, Corrales, Cubo del vino...]
- Chico 1: ¡Y no habría tele!
- Bueno, si sólo es eso. ¿Para qué se quiere? Yo no tengo.
- Chico 1: ¿Que no tienes tele? ¿Y qué haces?... Eso sí que hoy día no puede ser. Sería un aburrimiento. Es imposible.
- ¿Por qué aburrimiento? Coges y te vas por ahí; no te tienes que quedar en casa.
- Chico 1: Sí ¿y si llueve como hoy? ¿Adónde vas?
- Pues adonde sea. Te llevas paraguas. Menudo problema. A los bares...
- Chico 3: Sí... si en los bares también hay tele.
- Es verdad, son plaga. Se puede decir que la quiten.
- Chico 1: Ya, pero cuando estás en el bar, mientras hablas con un amigo: vale. Pero ¿cuando te quedas callao? ¿Adónde miras? Y en casa, igual... ¿Tú vives solo?
- No, ahora vivo con vosotros...
- Chico 1: No. Pero en tu casa... Yo vivo con mis padres, y no es que nos llevemos muy bien. Si no hay tele, ¿qué decimos?... [Dos de los chicos bajan; uno diciendo "A ver si me encuentro un euro".]
- El panaderillo: Yo vivo solo. Bueno, tenemos una casa muy grande, y cada uno con su habitación: es como si viviera solo. Con tele, internet (que es fundamental) y el móvil... [El otro chico se va con una mochila y baja. El panadero, que aún le queda camino, se adelanta dos filas y se sienta al lado del hombre. Va en silencio; ya no mira el teléfono. Llega su pueblo.]
- El panaderillo: Bueno...
- El hombre: Salud...
[El chico desaparece. Queda el hombre, solo. Solo, si no fuera por el viento y la lluvia, que le dan en la cara al echarse a la noche, y que se van mezclando con las palabras que aún resuenan, por Salamanca alante.]
(Trascrito del recuerdo por Pablo Salamanca, febrero del 2013.)
Fuente:hablarycallar
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