Por Acratosaurio Rex
Ahí
vamos con el tema de la buena policía. Decía en anteriores entregas (1 y
2), que las cualidades de un buen cuerpo de policía, debían de ser las
siguientes: la policía tenía que estar desarmada, debía de ir a pie, y
de ahí derivaría el ser inteligente, cercana al pueblo y en buena forma
física y mental. Esas son las bases de una policía competente, capaz de
resolver crímenes complejos, y eso no lo enseñan en las escuelas de
criminología, que están abducidas por el CSI. Seguramente en la
anarquía, la policía tendrá ese estilo, aunque se llamará de otro modo,
como Protección Comunitaria o algo parecido, para evitar el mal rollo.
Podemos hacer un concurso de nombres alternativos. ¿Qué? ¿Que no?
Imagina
que estás en la anarquía, vas a abrir la puerta del economato a las
cinco de la mañana para empezar el reparto de panes y verduras a los
bares de la zona, y te encuentras al Secretario de la Federación de
Panaderos La Espiga, sentado en la mesa, degollado sobre el libro de
Actas.
Las puertas están cerradas por dentro, las ventanas igual.
En
un último gesto de agonía, el secretario ha escrito con su propia
sangre en la mesa de Juntas… «Cuidado con los traidores, quien me ha
matado ha sido…». Una larga raya temblorosa, un charco oscuro y
apestoso, y ahí se acaba el mensaje.
Como
únicos testigos: el retrato de un sonriente Durruti encima del escudo
de Hércules y el León de Nemea. Ninguno de los tres bichos habla.
Acojonante, ¿no? Recuerda:
en un asesinato de habitación cerrada, lo primero que tienes que pensar
es que… ¡Hostias! ¡El asesino está aún dentro!, así que sal por patas y
pide ayuda.
Pero
no hay nadie. Habrá que investigarlo, todo es muy misterioso. Y de
investigar... ¿Quién lo haría? ¿El Pueblo Obrero en Armas? Demasiado
escandaloso. Se ocuparían personas que no alterasen la escena del
crimen, que pudiesen hacer un inventario de pruebas, y que cotilleasen
de forma implacable hasta determinar… ¡Pero quién hostias ha degollado a
la Juaquinita, con lo buena persona que era!
La
otra posibilidad, mandar el muerto al reciclaje de compost, proclamar
al siguiente de la lista y olvidar el asunto, no es recomendable dado
que todo el mundo empezaría a desconfiar de todo el mundo a la hora de
la merienda. Y un asesinato siempre ha de ser visto, en sentido
positivo, como una oportunidad para la unión entre anarquistas.
Un
prisionero de los anarquistas, es una persona libre. Lo que es de uno
es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de
uno.
-----------------------------------------
NOTAS
He hablado de buenos policías y de policía buenos en:
(1) Sobre la policía desarmada y desmontada. http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/23855
(2) Buenos policías y policías buenos. http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/23844
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar, puedes decir lo que quieras, solo trata de aportar.