Por Acratosaurio Rex
El
pasado 4 de julio trece socios de la Asociación de Cultivo y Consumo de
la Marihuana de Elche eran detenidos en su propia sede, acusados de
atentado a la pulesía y compraventa de droga. Del lugar en cuestión me
llega esta crónica con petición de difusión, y le doy curso.
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EXITOSO GOLPE A LA NARCOMAFIA ILICITANA TRAS UNA INDAGACIÓN Y UN TRABAJO POLICIAL SIN PRECEDENTES.
La
prensa dio por sentada la versión policial. No les faltó más que poner
eso en el titular, como ya darán por hecho que la mayoría de la gente no
leerá el desarrollo de la noticia, ni siquiera se molestan en maquillar
las ridículas cifras que manejaron de material incautado
Como
podremos comprobar (según noticia ofrecida por el diario INFORMACIÓN),
tras las pesquisas correspondientes (despliegue de medios: ministerio
fiscal, secretas, brigadas anti-narcos, el cesid, la interpol, la DEA,
la agüela el visillo...) descubren en la ciudad la sede de la
"Asociación y Consumo de Marihuana" y tras una exhaustiva y minuciosa
investigación, se procede a la localización y vigilancia del lugar donde
se supone que se cultiva y consume marihuana, además de practicar una
presunta actividad de compra-venta... Según
fuentes de la investigación, los agentes pudieron comprobar que del
local se "desprendía" un fuerte olor a hierba y un trasiego continuo de
jóvenes entrando y saliendo del local...
Nos
ha jodío..., si han descubierto previamente que el local es la sede en
la ciudad de la Asociación Canábica, ¿a qué coño esperaban que oliese
cuando arrimaron las narices al local? ¿A nubes blancas y esponjosas de
anuncio de compresas?
El
trasiego continuado de jóvenes entrando y saliendo también es digno de
destacar, porque un poco más y el diario confiesa que sus fuentes les
han confirmado que entraban jóvenes y salían viejos, que dada la
presunta criminalidad de la práctica del local y la retahíla ridícula de
material confiscao que se atreven a hacer público, tampoco hubiera
extrañao...
Vamos con el material confiscado:
Sin
ningún pudor ni comedimiento el periódico cita de sus fuentes
policiales las partidas de objetos y material que (presuntamente)
servirán como pruebas irrefutables de que en el local se practican actos
delictivos relacionados con el narco-tráfico y relatan el inventario
dando las ridículas cifras y aplicándoles funciones de forma oportunista
a objetos y a material meramente cotidianos o aumentando y exagerando
cantidades afirmando que:
Se
encontraron cuarenta y dos gramos de marihuana en el registro
practicado, tanto en el local como a los propios detenidos; tres
balanzas electrónicas de precisión; un transformador de luz; lámparas de
calor; libros de compra-venta; 200 € (Doscientos euracos) en efectivo.
Toma ya exitazo policial y ataque de risa al que se detenga un poquito a leer la lista de material requisao...
-En
primer lugar, no fueron tres balanzas electrónicas de precisión, más
bien fueron dos (una de ellas totalmente escacharrada) y la tercera no
es más que una inocente pesola de cocina de las que cualquiera puede
tener en una repisa cogiendo grasa.
-Un
transformador de luz, como el que cualquiera guardaría en el trastero
cuando cuenta con una instalación eléctrica deficiente.
-La
lámpara no era de calor, ni de frío. Era una sencilla pantalla sin
bombilla ni foco que llevaba arrinconada desde antes que alquilásemos el
local.
-Los
doscientos euros (que no miles, cientos de miles o millones escondidos
bajo las baldosas) fueron una redondeada hacía arriba de los realmente
escasos ciento sesenta que requisaron y que iban a servir para pagar el
recibo de luz a punto de vencer, así que tuvimos que rascarnos el
bolsillo y hacer una colecta pa que no nos cortasen el suministro...
-Los
cuarenta y dos gramos (42 gramos, que no kilos ni toneladas no,
GRA-MOS) de marihuana, que recolectaron entre los trece detenidos dan a
menos de un pitillo por cabeza, fueron introducidos por la policía en un
gran saco transparente de esos como los que se usan para precintar
patas de jamón y se quedaron los pobrecitos en el fondo del saco
ofreciendo una penosa imagen de posillo verde-amarronado residual...
-Y
por último la documentación que clasifican como libros de compra-venta,
que no son más que los estatutos y los movimientos de contabilidad que
tiene cualquier asociación constituida, junto con los datos de todos los
socios.
En
fin, que la serie de "pruebas acusatorias" da por sí misma como para
provocarle un ataque de risa histérica al juez más impertérrito y
cara-cartón. Si no fuera porque estamos harticos de comprobar que son
capaces de basarse en lo más absurdo para poder desestabilizar y
reprimir lo que se propongan...
Mención
honorífica (y vuelta al ruedo con las dos orejas y el rabo del
responsable de la operación policial) merece el episodio de la
intervención al local y las trece detenciones, muy especialmente las dos
acusaciones de atentado y agresión a la autoridad que figuran en la
noticia.
A
ver: entran a saco al local de una asociación privada, sin orden
judicial, a empujones (¡que viva la ley Corcuera!) y ante el asombro del
secretario (y una mínima resistencia inicial, el muchacho no es
precisamente un armario ropero ciclao...) que nada más abrir la puerta
ya se encontró con el avasallamiento de los secretas que iniciaron la
operación y la actitud prepotente y amenazadora de la simpática
parejita, que fueron subiendo el tono y la gravedad de las acusaciones
conforme acudió la presidenta a preguntar qué pasaba al oír los gritos.
La mujer (la presidenta de la asociación) no llega al metro sesenta de
altura, tiene cincuenta y dos años, es fibromiálgica, sufre de soriasis
en los huesos, desviación de columna y tiene dificultades para moverse
con soltura por causa de los dolores. Pues hala, esta también, acusada
de terrorista agresora y encaminá pal calabozo junto con el secretario.
A
continuación toman el local el resto del desproporcionao dispositivo
policial, formado ya por el grueso de la operación (unos doscientos tíos
mu grandes, uniformaos y armaos hasta los dientes), comandados por el
mandamás de la brigada anti-narcóticos que se presentó como tal, sin
inmutarse, ante once socios que estaban en aquél momento jugando al
parchís, a las cartas, al ping-pong, a los dardos, leyendo, dibujando...
y se dispusieron a cachearlos e identificarlos y a hacer una redada
completica en el local que dio como resultado el ya célebre y conocido
material incautado, de 42 gramos de hierba.
Para
esto utilizaron técnicas tan avanzadas como agarrar los cojines y
llevárselos a la nariz pa olerlos o tratar de intimidar al que más
vulnerable intuyeron para que cantara por soleares aónde estaba el gran
alijo. Impresionante y apabullador comprobar la preparasión de estos
efectivos de operasiones espesiales y la habilidá innata pa descubrir a
los criminales mas criminalosos.
Ya
hasta a los propios efectivos, a los que encargaron que se llevasen al
calabozo a todos los que había en el local, les daba vergüencilla de la
situación y conscientes de que entre los que iban a ser detenidos no
había ningún delincuente, manifestaron en voz alta su malestar por tener
que proceder de la forma en que les habían ordenado.
Con
tó y con eso, aunque sin esposar a ninguno, fueron conducidos al
calabozo de las dependensias polisiales a pasar una larga noche de
viernes para terminar saliendo todos el sábado a mediodía, libres y con
cargos.
Y
que digo yo que si se hicieran pruebas de dopaje (como las que se les
practica a algunos deportistas) a miembros del gobierno, periodistas de
medios oficiales, funcionarios del orden, miembros de brigadas de
anti-disturbios y personajes reputados varios que se supone velan por
nuestra seguridad, no daría más de uno resultados positivos de
substancias que sí son perjudiciales y además solo pueden obtenerse
incursionando en el mercao negro...
Y
ahora a esperar a ver qué se les ocurre a estos iluminaos pa
castigarnos, porque claro, reconocer que han hecho el ridículo es
imposible.
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Que
Bob nos coja confesaos. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos
es de nadie, lo que es de nadie es de uno. En este caso, 42 gramos de
yerba.
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