martes, 18 de junio de 2013

En Contra del miedo

Por Acratosaurio Rex

Echando cuentas aquí y allí, mirando estas y otras, el Acratosaurio comprueba que en estos momentos hay en España miles de personas imputadas por daños, resistencia, agresión a la autoridad, lesiones, tenencia de drogas y mil mentiras, siendo su único delito, el único, haber participado en una protesta o haber largado más de la cuenta. Aquí y ahora, en España, la policía por decir «mierda» en el face, va, registra tu casa, encuentra cinta americana, y ya tienen la prueba: un rollo de un euro comprado en el chino para arreglar el sillín viejo de la bici, se convierte en un tapabocas para efectuar secuestros. No es ninguna broma. Lo han hecho, han informado al juez y el juez de la Audiencia Nacional y el fiscal han aceptado el cargo, mandando a los interfectos a Soto del Real en régimen de aislamiento.
En esta bendita democracia que tenemos, la policía puede detenerte a la salida del trabajo y llevarte a comisaría por haber estado en un piquete en una huelga hace semanas o meses. En cualquier concentración por lo que sea, puede llegarte el agente y decirte… «¿Es usted tan amable de…»? Y, hostias, como para no ser amable. Te toman los datos, te vas para casa y días, semanas o meses después recibes un multazo de no te menees. O luego, en el juicio por daños en el que el mismo poli jura que le mordiste el chaleco anti-balas, llevas testigos y no los aceptan, explicas tu causa y no te escuchan, que verás al juez mirar al techo, al fiscal dormitar y llegado su turno, sacar un papel de acusación fotocopiado vale-para-todo y pedirte una burrada.
Pues claro: son procedimientos de intimidación. Métodos de matón de juzgado. Buscan meterte el miedo en el cuerpo, para que cuando salgas a la calle no seas capaz ni de mirar en los contenedores de basura. Ellos, los dueños de este tinglado que llaman Patria, España o Mercado, se dan perfecta cuenta de que la miseria galopa, y de que ello lleva a la protesta. Y aunque la protesta del los excluidos sea paniaguada, a base de carteles, gritos y peticiones para volver al Sistema del que han sido echados a patadas, no les gusta ver a gente lamentándose. Y te meten miedo, te quieren ver temblar.
Pero hay gente que no teme. Ni identificaciones, ni juicios-farsa, ni multas, ni peticiones de cárcel les hacen recular. Hay personas que ahora mismo afrontan decenas de juicios en los que les exigen que paguen, que se retracten, que cedan. Y no ceden. Y, precisamente por no ceder, son fuertes y todos les prestamos aliento.
Ahora en serio… ¿Vas a ser tú menos? Quienes tienen miedo de ti, en serio, son Ellos. Y por desgracia, si tú caes en el miedo…, lo peor aún estará por llegar. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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