Por Acratosaurio Rex
Bueno,
esta pregunta se la hacen muchos recién iniciados en las ideas.
¿Tendremos que trabajar en la anarquía? Y responden que no, que lo que
se hará en la anarquía no será trabajar, sino que los humanos llevarán a
cabo «tareas no alienadas al servicio de la comunidad». Bueno, el
Acratosaurio lo desmiente. En la anarquía habrá que trabajar, y será un
rollo, como siempre lo ha sido.
Desalentado, el joven continúa y piensa que a pesar de todo alguna diferencia habrá con el ahora.
Y, pues claro. Os lo explico. En la actualidad la pirámide social está
bien clara. Una inmensa masa de trabajadores mexicanos, pakistaníes,
indonesios, nigerianos… Producen comida, ropa, tornillos. Un poco más
arriba están los trabajadores occidentales, que se dedican a los
servicios de unos a otros, que si camareros, que si oficinistas, que si
profesores, que si médicos... A partir de ahí la pirámide se estrecha y
encontramos a un pequeño número de parásitos, ricos hasta la
podredumbre, que no dan palo al agua porque se dedican a cosas
extrañísimas de especulación, dinero virtual y negociaciones de alto
nivel. Esa pequeña casta es la que dirige el mundo de la política, la
economía y la religión. Evidentemente, una pirámide de este tipo, es una
barbaridad. Hay que cambiarla. ¿Cuál será la tendencia en la anarquía?
Si tenemos en cuenta que los
anarquistas son los que en el aquí y ahora construyen el anarquismo,
podemos intuir por dónde van a ir los tiros. Y por ello ilustro este
asunto con dos fotos. El Acratosaurio solo describe.
En la primera podéis ver a cinco
sujetos, con gesto triste. Se han tragado el marrón de la reforma del
local. Han perforado, derribado, arrancado, roto lo viejo. Han
desescombrado y limpiado. Y han levantado, construido y renovado. Todo
ello, sin cobrar. Voluntariosamente. El rostro de los pavos es entre
cansado y resignado. Podéis comprobar que los cinco tienen colocadas las
manos sobre los genitales, diciéndonos sin ningún género de dudas, que
estarían mucho mejor tocándose las pelotas, pero que qué se le va a
hacer. El ambiente es gris y siniestro.
La segunda foto muestra a más de
cincuenta personas de todas las edades, alegres y contentas, celebrando
que el local está nuevecito. Han ido a zamparse el copioso, nutritivo y
artístico ágape, sonríen y se han puesto sus mejores ropas. Todo es de
colorines.
¿Qué quiere decir esto? Que en la
anarquía habrá que trabajar, pero que la pirámide estará invertida.
Trabajarán cinco para mantener a cincuenta, y todos seremos felices.
Cinco fuerzas bien dirigidas para
trabajar el mundo, y nada podrá detenernos. Lo que es de uno es de
todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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