El día uno de diciembre del 2012 un gran número de individuos demostró
su ira por vivir en un sistema de muerte, represión y explotación.
Saludamos fraternalmente a todos los compañeros que ejercieron la acción
violenta contra los guaruras del estado y la destrucción contra los
símbolos del capital; aunque no estamos de acuerdo en que se diera en un
contexto de indignación por un fraude electoral, discurso en el que se
exalta la democracia burguesa, situación en la que nunca estaremos de
acuerdo; aún así queremos reiterarles nuestro apoyo solidario.
En relación con el nada nuevo discurso de la infiltración, nuestra postura es la siguiente: no negamos el hecho de que existen provocadores pagados por el estado con la finalidad de favorecer las detenciones sobre personas que creen en la acción directa y la llevan a cabo; porque para ellos representan el mayor peligro contra el estado, pero rechazamos contundentemente la idea de que las acciones emprendidas en las pasadas protestas hayan surgido por la provocación. Estamos convencidos de que los hechos de ese día son resultado del hartazgo generalizado; por un lado, hacia las políticas que agudizan las condiciones de miseria de la clase históricamente empobrecida y explotada y por otro lado hacia las protestas pacíficas que sirven como válvula de escape del descontento social y con ello dan vida nueva al capitalismo.
Si el estado actúa con tanta saña en contra de los que se oponen a él, no es sólo para terminar con esa expresión de forma inmediata sino para infundir miedo y dar un castigo ejemplar con la intención de evitar que estas acciones proliferen.
Muchos piensan de manera ingenua que la pasividad y el pacifismo son la mejor estrategia para combatir la represión por parte del estado y con ello obtener dádivas de éste, no pueden estar más equivocados. Sin embargo es necesario denunciar que esas posiciones también las enarbolan personas para nada ingenuas que tienen por objetivo evitar el desbordamiento de la protesta. Personas con intereses definidos a quienes viene bien el sistema capitalista y sólo pretenden obtener mejores privilegios de éste. Para nosotros la cuestión es clara: cualquier matiz de gobierno de uno o varios individuos sobre otros (sea de izquierda o de derecha) tiene que ser combatido de manera violenta hasta su total destrucción.
La mejor forma de combatir la explotación, sometimiento y represión es la acción directa violenta y no sólo como defensa que, como hemos visto, ha sido insuficiente; sino también como ofensiva contra el estado.
La revuelta sigue y seguirá en cada rincón, en cada calle, cada día y cada noche. No descansaremos hasta que la libertad sea la única mediación entre los individuos.
Nos solidarizamos con los 14 compañeros que aún continúan presos, enviamos un saludo fraterno y combativo a nuestro compañero Mario López Hernández secuestrado por el estado y a todos los presos y presas de todas las cárceles. ¡A derribarlas con dinamita!
Saludamos a todos los compañeros anarquistas o no, que el primero de diciembre desataron su furia en las calles, confiamos en su imaginación para seguir combatiendo al estado sin que este ponga sus garras sobre ustedes, también confiamos en su solidaridad para lograr la liberación de todos los compañeros presos.
La pasión por la destrucción también es una pasión creadora Presos políticos libertad Presos a la calle Muerte al estado que viva la anarquía
Individuos Libertarios
Fuente:Ke arrecie la tormenta
En relación con el nada nuevo discurso de la infiltración, nuestra postura es la siguiente: no negamos el hecho de que existen provocadores pagados por el estado con la finalidad de favorecer las detenciones sobre personas que creen en la acción directa y la llevan a cabo; porque para ellos representan el mayor peligro contra el estado, pero rechazamos contundentemente la idea de que las acciones emprendidas en las pasadas protestas hayan surgido por la provocación. Estamos convencidos de que los hechos de ese día son resultado del hartazgo generalizado; por un lado, hacia las políticas que agudizan las condiciones de miseria de la clase históricamente empobrecida y explotada y por otro lado hacia las protestas pacíficas que sirven como válvula de escape del descontento social y con ello dan vida nueva al capitalismo.
Si el estado actúa con tanta saña en contra de los que se oponen a él, no es sólo para terminar con esa expresión de forma inmediata sino para infundir miedo y dar un castigo ejemplar con la intención de evitar que estas acciones proliferen.
Muchos piensan de manera ingenua que la pasividad y el pacifismo son la mejor estrategia para combatir la represión por parte del estado y con ello obtener dádivas de éste, no pueden estar más equivocados. Sin embargo es necesario denunciar que esas posiciones también las enarbolan personas para nada ingenuas que tienen por objetivo evitar el desbordamiento de la protesta. Personas con intereses definidos a quienes viene bien el sistema capitalista y sólo pretenden obtener mejores privilegios de éste. Para nosotros la cuestión es clara: cualquier matiz de gobierno de uno o varios individuos sobre otros (sea de izquierda o de derecha) tiene que ser combatido de manera violenta hasta su total destrucción.
La mejor forma de combatir la explotación, sometimiento y represión es la acción directa violenta y no sólo como defensa que, como hemos visto, ha sido insuficiente; sino también como ofensiva contra el estado.
La revuelta sigue y seguirá en cada rincón, en cada calle, cada día y cada noche. No descansaremos hasta que la libertad sea la única mediación entre los individuos.
Nos solidarizamos con los 14 compañeros que aún continúan presos, enviamos un saludo fraterno y combativo a nuestro compañero Mario López Hernández secuestrado por el estado y a todos los presos y presas de todas las cárceles. ¡A derribarlas con dinamita!
Saludamos a todos los compañeros anarquistas o no, que el primero de diciembre desataron su furia en las calles, confiamos en su imaginación para seguir combatiendo al estado sin que este ponga sus garras sobre ustedes, también confiamos en su solidaridad para lograr la liberación de todos los compañeros presos.
La pasión por la destrucción también es una pasión creadora Presos políticos libertad Presos a la calle Muerte al estado que viva la anarquía
Individuos Libertarios
Fuente:Ke arrecie la tormenta
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