«El lúcido, viejo y bueno Bertrand Russell sabía de lo que estaba hablando. No hay nada peor que un niño cuando entra en cortocircuito con el mundo. ¿Por qué le dijeron que todos éramos iguales? ¿Quién le enseñó que la justicia era justa? ¿Quién fue el responsable de meterle en la cabeza que la libertad existe? El niño simplemente no pudo soportarlo y se dedicó a preguntar. Preguntar es desobedecer. Quien pregunta no está conforme y, por sobre todo, no está tranquilo; las definiciones no le alcanzan. El pequeño Michael Moore nació en Michigan y vive en Nueva York, el ejemplo más perfecto de mentira colectiva, donde todos se levantan dispuestos a vivir el gran día que nunca llega. Michael es un gusano oradando la Gran Manzana: descubre en su camino que la mayor parte de sus compatriotas son analfabetos funcionales, que la Justicia no es ciega sino tuerta y aviesa, que los votos en el Estado de Florida pueden manipularse gracias a las influencias de la familia republicana y que su presidente, George W., es un patán que tiene al alcance de su mano el único botón de la Bomba Final. Demasiados descubrimientos para sólo una vida. Desde entonces se dedica a enfrentar al Sistema con sus propias contradicciones: la batalla es despareja, y el Sistema le responde como sabe, transformándolo en un éxito de ventas, instalándolo de por vida en la lista de best-sellers pero convirtiéndolo, a la vez, en un boom ensordecedor: la radio y la televisión lo ignoran, sus películas son financiadas por los ingleses y la mitad de la Alfombra Roja lo silbó al recibir el Oscar. Este niño gordo y desprolijo, de barba rala y campera comprada en mesa de saldos es un ejemplo de fe en una democracia que, quizá, nunca existió. Su pregunta, molesta. Sus preguntas, molestan. Pero de eso se trata preguntar: preguntarse si todo este gran malentendido puede continuar, si los niños, alguna vez, podrán crecer con respuestas sinceras». (Prólogo, Jorge Lanata)
Estúpidos hombres blancos (2001)
[Extracto del libro escrito por Michael Moore]
texto extraido de Ser pensador
Aquí no hay propiedades, hay unidad, hay solidaridad, hay humanismo, hay seres humanos intentando salir juntos de este fango que es el sistema que nos controla, atemoriza y confunde.
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"Alimenta, Cuida y Ama a tu Hij@, para que el sistema pueda explotar su Cuerpo, embotar su Mente y destruir su Alma"
Koan
miércoles, 13 de octubre de 2010
Preguntar es desobedecer
Etiquetas:
Manipulación,
Medios de Comunicación,
Política
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Este extracto de este libro me parece muy inpirador y cierto, es se es un infante cuando empiezan a programarnos para ser "zombies".
ResponderEliminardejar de preguntar es lo peor para un niño, y que lo eduquen para aceptar sin cuestionar es una abominaciòn.
Hablando de otra cosa, Koan, parece que ya mañana recuperarè la PC, para que nos vayamos organizando para este "proyecto", seria bueno entablar un chat para tal cosa y aportar ideas y objetivos, y tambièn para comentar sobre los detalles. Espero que podamos hacer esto pronto, nos vemos!
Tu dime caundo y como...estoy entrando por las noches como de 12 a 1am, y activo el chat...saludos León.
ResponderEliminarSaludos...
ResponderEliminarEl que pregunta sabe...
Si hay proyecto y objetivos, me apunto, con lo que pueda, me apunto, abrazos...