lunes, 18 de octubre de 2010

El peligro para México

Por Esteban Garaiz
Con el reiterado propósito de esta columna de seguir analizando políticas públicas y no políticos candidatos: Cómo se echa de ver la diferencia de actitudes desde el poder republicano hacia las dos fuerzas reales aspirantes al mismo para el ya cercano 2012. En un caso hay férrea competencia entre congéneres, despiadada, sí, pero con posibilidad de toda clase de arreglos en lo oscurito antes, durante y después. Frente al otro caso hay pánico, rencor, amargura, odio de cara a un proyecto político realmente alternativo publicado desde 2004 por Editorial Grijalbo, que significaría cambiar radicalmente el rumbo de lo hecho en los últimos 30 años en el país.
En el primer caso es competencia de Fórmula Uno. En el segundo se trata de duelo a muerte, de Guerra Fría: No se trata de adversarios políticos, se trata de enemigos: así lo ven y sienten. Pero hay millones de ciudadanos que creen en la validez de la Constitución vigente. Para quienes el análisis es otro muy distinto.
Peligro para México es que en 2003 sólo dos fracciones parlamentarias hayan integrado (legalmente) el cuerpo arbitral electoral, o sea el Consejo General del IFE, haciendo a un lado a las otras 6 fuerzas políticas contendientes en el 2006; y que hayan sido precisamente las ganadoras oficiales con el 0.56 por ciento de diferencia.
Peligro para México es que se haya encomendado la educación de la niñez mexicana precisamente a la gran cómplice electoral, que había integrado a modo el Consejo General del IFE, con las desastrosas consecuencias que hoy vemos en la formación juvenil y en el proceso de integración nacional, cobrando por la educación gratuita.
Peligro para México es haber contratado, contra lo establecido en el artículo 33 de la Constitución, al catalán Antonio Solá, para importar de España, donde ya se había usado por el Partido Popular, el lema de “es un peligro para España” y aplicarlo al candidato adversario en nuestro país, con gran impacto, por cierto.
Peligro para México es haber concedido a ese mercenario, en castigo por su violación constitucional, la nacionalidad mexicana el día 4 de diciembre del 2006, a cuatro días de haberse adjudicado el actual Ejecutivo la banda presidencial.
Peligro para México, y muy serio, es que el titular del Ejecutivo haya firmado el Acuerdo de Seguridad Energética de América del Norte, entre los tres países de la zona geográfica: dos de ellos con capacidad sobrante de hidrocarburos y uno tercero que necesita vorazmente importar la mitad de los que a diario consume; y que nadie haya levantado la voz, que se sepa, ni en el Senado de la República, que es la entidad ratificadora.
Peligro para México, serio y grave, es que el Estado mexicano no haya podido impedir que cientos de miles de armas de alto poder ingresaran al territorio nacional en los últimos 10 años y estén en manos de la delincuencia organizada, que hoy reta abiertamente a las fuerzas del propio Estado, poniendo en entredicho la primera de sus obligaciones.
Peligro para México, a la vista de todos, es haber lanzado a la calle imprudentemente, sin trabajo previo de inteligencia (como se puede deducir), al Ejército nacional, que tiene otras atribuciones constitucionales diferentes a enfrentarse a la población civil. Que esta decisión se haya tomado con el pretexto de combatir los daños contra la salud; y que, en cambio, en nada se haya reducido la drogadicción, que es el mal social que se declara combatir.
Peligro para México es haber reducido sistemáticamente durante 34 años la masa salarial, como política pública, hasta llegar al insulto de un salario mínimo de 57.80 pesos, que perciben, según cifras oficiales, 5 millones y medio de trabajadores. Consecuentemente estrangulando la economía nacional, polarizando arriesgadamente a toda la sociedad nacional y deteniendo su integración y aun revirtiéndola.
Peligro para México es haber pervertido el federalismo por la vía hacendaria con el sistema arbitrario y sesgado, incluso caprichoso, de las “participaciones”, que obligan a los ayuntamientos, y también a los estados, a gestionar indignamente o “negociar” los recursos imprescindibles para cumplir con su obligaciones constitucionales.
Peligros para México son el duopolio televisivo, el descarado favoritismo en las licitaciones del espectro, el caos agrario, las elusiones fiscales opacas, la mísera recaudación a las grandes empresas desangrando a Pemex, los abusos bancarios, el FOBAPROA, la PGR y el Poder Judicial. Muchos más que no caben aquí.
Fuente: Apia Virtual


Creo que hay  peligros mas peligrosos...pero sin duda estos son algunos.
No soy afecto a ningun partido politico pero no hay que dejar de ver lo que el actual poder (y sirvientes o amos,da igual) quiere hacer con y en México.
Koan

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