Atenas, 26 de septiembre. La
policía usó granadas de aturdimiento y gas lacrimógeno este miércoles
contra decenas de miles de personas que tomaron las calles de Atenas
como parte de las protestas a escala nacional que se convocaron en
respuesta a una nueva ronda de medidas de austeridad que prevén
nuevamente recortes a salarios, pensiones y servicios de salud.
Decenas de jóvenes, algunos con el rostro cubierto con cascos y
camisetas arrojaron cocteles molotov y piedras a la policía que
respondió en un intento por dispersar a las multitudes furiosas que se
congregaron alrededor de la sede del Parlamento. Se estima que más de 50
mil personas participaron en las protestas de hoy, tan sólo en Atenas.Médicos, pensionados y comerciantes estaban entre los manifestantes que han participado en más de 60 marchas en todo el endeudado país. Hasta oficiales de la policía presidencial participaron en las movilizaciones sindicales al lado de colegas uniformados del departamento de bomberos y los guardacostas.
No le debemos dinero a nadie, devuelvan lo que se robaronfue una de las consignas que se escucharon en Atenas, con lo que se hizo eco al violento resentimiento que muchos griegos tienen contra los políticos, por su presunto involucramiento con escándalos de evasión de impuestos y corrupción.
Evangelos Meimarakis, el vocero del Parlamento y ex ministro del partido conservador Nueva Democracia, fue suspendido de sus labores a principios de esta semana debido a acusaciones en su contra por lavado de dinero. El equipo de investigación de fraudes del Ministerio de Finanzas investiga a al menos 30 políticos y servidores públicos por posibles delitos de corrupción, incluidos dos ex ministros conservadores quienes, al igual que Meimarakis, rechazan las acusaciones.
Mientras tanto, el gobierno ha negociado con sus aliados políticos y acreedores obtener un mínimo de 11 mil 600 millones de dólares en recortes a pensiones y salarios, así como en salud pública y la defensa. Pero la tardanza al decidir la naturaleza exacta de los recortes posterga el desembolso del préstamo de 31 mil 500 millones de dólares que ayudará a Grecia a mantenerse a flote e inyectará recursos líquidos a la economía. El Ministerio de Finanzas dijo a The Independent que un tramo por 23 mil 500 millones de dólares del plan de rescate pretende destinarse a recapitalizar los bancos que no han podido aprobar préstamos, lo que ha paralizado el sistema. Parte del resto de los fondos se usarán para pagar algo de la deuda del Estado con contratistas privados y otras organizaciones.
Giorgos Loukas, un electricista retirado, dice que las medidas de austeridad han reducido su pensión mensual de mil 100 a 750 dólares.
Nos están quitando todo lo que tenemos, dijo el hombre de 66 años. Tanto su esposa como su hija están desempleadas y los tres viven de su pensión.
¿Dónde está la solidaridad europea? Nos insultan como nación, pero nunca mendigaré alimento en los comedores para pobres; mi dignidad es todo lo que me queda, dijo.
Grecia tiene órdenes de implementar una sucesión de recortes y reformas estructurales en un esfuerzo por reducir su inmensa deuda a cambio de un rescate monetario de unos 200 mil millones de dólares, pero expertos advierten que dichas medidas sólo han profundizado la recesión. Uno de cada dos jóvenes está desempleado, mientras miles de profesionistas con escolaridad y aptitudes salen del país en busca de oportunidades.
Siento que están subastando mi país y que no somos más que un experimento económico, dijo Dimitris Palles, físico de la Fundación Nacional Helénica de Investigaciones. Palles, de 49 años, ha visto su salario anual caer de 24 mil a 19 mil 500 dólares.
Ningún nivel de ineptitud política puede justificar el dolor que se nos exige tolerar, afirmó.
Los acreedores internacionales de Grecia también están en disputa sobre cómo resolver la crisis de la deuda de Atenas, al tiempo que el Fondo Monetario internacional (FMI) exigió a los gobiernos europeos condonar algo de lo que Grecia les debe. Según la agencia Reuters, las tensiones entre Grecia y la troika, formada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI ha escalado a medida de que el Fondo hace presión para restructurar la deuda que la nación mediterránea tiene con el sector público, mientras líderes europeos prefieren dar a Atenas plazos mayores para cumplir las condiciones del rescate económico.
La salud pública es uno de los sectores más gravemente afectado por la crisis en Grecia. Compañías de químicos y farmacéuticos han dejado de dar medicamentos a crédito a las aseguradoras con el argumento de que el Estado no les ha pagado en meses.
En tanto, la compañía estatal griega de electricidad cortó el
servicio por varias horas a un hospital de nefrología en en la isla de
Egina el pasado martes mientras pacientes eran sometidos a diálisis, lo
que obligó a la clínica a recurrir a su generador.
Fuente:La Jornada
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