Con la profunda voz de Amy Wynehouse afirmando que no, que no y que no quiere rehabilitarse, el politono del móvil, a las ocho en punto, sin faltar a su inexorable cita, da la noticia al desempleado, con estos mensajes: Varios recibos impagados hipoteca, ejecutamos judicialmente próximo día uno. Caja Sol. Rogamos ingresos mínimos 311 euros, evitando que el lunes iniciemos demanda judicial. Caja Sol. Rogamos se dirija a la mayor brevedad a su oficina habitual de Caja Sol para regularizar sus operaciones de riesgo con la entidad.
Estas prácticas de acoso pueden ser calificadas de terrorismo empresarial. Díganme con qué espíritu puede uno comenzar el día, si tiene más de cincuenta años, varios hijos que te reclaman para tabaco, para calzoncillos, para deportivas, la mujer que te observa y calla, estreñido, con dolor de muelas, y ni un puto duro en el bolsillo… Pues con un espíritu un tanto macabro. Un par de individuos con este perfil de mi populosa barriada, han preferido suicidarse este año (tirándose de la terraza), a tener que negociar y renegociar nuevas deudas, que de manera misteriosa, pasan de sesenta a ciento veinte euros mensuales por los intereses. Aconsejé a las viudas que entregaran el cuerpo a la ciencia (para ahorrar los gastos de funeraria)… Y aún están pagando el entierro las desconsoladas.
Todo es correcto, y así lo ha avalado recientemente el Tribunal Constitucional, que con su majestuosa pompa y circunstancia, ha sentenciado que embargar a un pobre el piso para dárselo al banco, tasándolo a un precio inferior del de venta, y haciéndole cien mil cabronadas (con perdón de los cabrones), es legal. Sin ningún lugar a dudas, la rata más grande del mundo, es infinitamente más digna en su quehacer de roedor, que un juez dictando justicia. Si tengo que dormir acompañado, imposible dudar con quién.
Todo es constitucional, ya que, por lo visto, el desahuciado no queda indefenso, pues puede (ríanse) o bien pagar, o bien iniciar el procedimiento de salvaguarda para que el juez te diga que pagues. Qué graciosas son sus señorías. El alto Tribunal reconoce que el tema puede ser complicado, farragoso, enrevesado y desquiciante. Pero es legal, porque el banco, sobre todas las cosas, tiene que cobrar, estando esta cuestión por delante del derecho a la vivienda digna y toda esa mierda. Una vez dictada sentencia, se han comido a un desempleado asado y luego se han fumado un puro.
Terrorismo capitalista, eso es lo que nos dan. El noruego ese ha demostrado a las claras lo que los extremistas financieros piensan a todas horas: a los pobres, hay que exterminarlos, porque no consumimos, porque no compramos, porque no pagamos, porque no tenemos dinero y por lo tanto, sobramos si no nos rehabilitamos… Y no, no queremos rehabilitarnos, no, no, no. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
-----------------------NOTA
(1) http://www.deia.com/2011/07/27/economia/el-tribunal-constitucional-avala...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar, puedes decir lo que quieras, solo trata de aportar.