Tantas guerras que iniciar, tan poco
tiempo. Cuando se es dirigente político de la nación más militarizada
del planeta –como es el caso con el primer ministro israelí Benjamin
“Bibi” Netanyahu– hay que encontrar maneras de jugar con sus juguetes.
Incluso si ardes de deseos de hacerlo, no
puedes bombardear porque no tienes las bombas revienta búnkeres
adecuadas y suficiente capacidad de reaprovisionamiento de combustible
para tus cazas. Y para colmo, el presidente reelegido de EE.UU., Barack
Obama, ha dejado absolutamente claro: el camino adelante es la
diplomacia, no las bombas.
Lo siguiente puede ser una indicación de
que Obama por lo menos considera un trato: “Debe haber un camino
mediante el cual ellos [Irán] puedan tener energía nuclear pacífica
mientras satisfagan sus obligaciones internacionales y suministren
claras garantías a la comunidad internacional de que no andan tras de un
arma nuclear”. Esto ha llevado al compromiso del presidente de
“realizar un impulso en los próximos meses para ver si podemos abrir un
diálogo”, rompiendo el Muro de la Desconfianza entre EE.UU. e Irán.
¿Qué puede hacer Bibi? Es simple. Lanzar
la Operación Columna de Nube (luego Pilar Defensivo, vea este invaluable
artículo sobre las ramificaciones “divinas”) contra el único lugar en
la Tierra en el que las Fuerzas de Defensa Israelíes [IDF – ejército
israelí] pueden crear un infierno y hacer estragos con toda impunidad y
un “daño colateral” carente de importancia; la prisión al aire libre
conocida como Gaza, sitiada, bloqueada ilegalmente, con sus habitantes
castigados colectivamente.
Por cierto no encontraréis esta
explicación al leer la prensa de Murdoch o al mirar ‘CNN’. Tampoco
obtendréis alguna explicación detallada de la verdadera línea de tiempo
que condujo a lo que puede ser otra guerra.
Esta es la mejor línea de tiempo hasta
ahora. Crucial en ella es lo que ocurrió el domingo pasado. El portavoz
del ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al-Qidra, anunció que un niño de
13 años, Hameed Abu Daqqa, recibió un disparo en el estómago mientras
jugaba fútbol con sus amigos frente a su casa en el sudeste de Gaza. El
terrorista futbolista representaba evidentemente una amenaza para la
miríada de helicópteros israelíes que sobrevolaban el lugar.
Lanzar una guerra es un juego de niños
para las IDF. Basta con matar a unos pocos civiles palestinos como el
peligroso futbolista terrorista – y enviar algunos tanques más. Las
facciones en Gaza tuvieron que responder – y atacaron a soldados
israelíes (no civiles). Era la excusa perfecta para que Tel Aviv lanzara
su ofensiva destructora.
El lunes, Hamás y otras facciones
palestinas en Gaza ofrecieron una nueva tregua a Israel. No sirvió para
nada. El miércoles, el jefe del ala armada de Hamás, Ahmed al-Yabari,
fue muerto en un asesinato selectivo (preguntad al general David
Petraeus y a sus compinches en la CIA al respecto, son especialistas en
el asunto).
No es necesario leer ‘Haaretz’ para saber
que al-Yabari había sido el máximo subcontratista israelí en Gaza
–estaba a cargo de asegurar la seguridad de Israel– durante los últimos
cinco años y medio. A cambio, Israel arrojaba de vez en cuando unos
pocos shekels a los bancos de Gaza, mediante camiones a prueba de balas.
¿Por qué entonces liquidar a al-Yabari?
Es simple. Israel va a las urnas en enero. Así emerge la campaña
política de Bibi en plena acción. Consigna de la campaña: Matemos
palestinos. Con la oferta de semejantes emociones se ahoga cualquier
otra voz política israelí – aunque discrepe ligeramente.
Cambiemos de tema
Respecto a Irán, el ex analista de la CIA
Paul Pillar, y luego John Glaser en antiwar.com tuvieron toda la razón.
Bibi apostó al caballo equivocado en EE.UU. – su patético amigo
derrotado Mitt Romney.
Para agravar las cosas, la relación entre
Obama y Bibi es tan gélida como vacaciones en el Ártico – por lo menos
desde 2010, cuando Obama quiso una congelación en la construcción de
asentamientos en Cisjordania y Bibi respondió mediante la provocación a
Irán para que ataque a Israel, en la esperanza de arrastrar a EE.UU. a
una nueva guerra.
Ahora, Bibi obviamente intuyó que Obama
está considerando la posibilidad de orientarse hacia un acuerdo con
Irán. Por lo tanto mató a dos pájaros (árabes/persas) mediante una (o
varias) piedras (o misiles) en asesinatos selectivos; cambió de tema
–una vez más– de “amenaza existencial” de Irán al “terrorista” Hamás, a
sabiendas de que mientras Israel mate palestinos y Washington mire a
otro lado (¿Asia-Pacífico?), la dirigencia en Teherán nunca aceptará o
confiará en negociaciones significativas.
Es Bibi diciendo a Obama: “¿Quiere
negociar con esos mullahs dementes? ¡De ninguna manera, amiguito!” Y
además se sale con la suya ante la opinión pública occidental con sus
cerebros totalmente lavados por los medios corporativos: una vez más
esos malévolos “terroristas” palestinos están aterrorizando a los oh tan
inocentes israelíes. El mortífero toque final tiene lugar cuando un
portavoz de las IDF elucubra demencialmente que la Franja de Gaza
gobernada por Hamás es una “base avanzada iraní”.
Como un reloj, solo unas pocas horas
antes del colapso total de la tregua/cese al fuego, el gobierno de Obama
en su forma anterior a su segundo período proclamó debidamente que
Israel tiene “derecho” a atacar a cualquiera, en cualquier sitio, en
“autodefensa”. ¡Y cómo se atreve Hamás a tomar represalias!
Es posible que una invasión por tierra
sea inminente. Pero es posible que Bibi –una vez más– esté tragando más
gefilte fish de lo que puede digerir. No hay que esperar ninguna condena
de las cobardes petromonarquías del Club de Contrarrevolución del Golfo
(CCG), previamente conocido como Consejo de Cooperación del Golfo. Y no
esperéis ninguna condena de todos esos “Amigos de Siria” occidentales
que se muestran tan indignados diciendo que el régimen de Asad está
matando “a su propio pueblo”.
No obstante, Egipto bajo el presidente
Mursi de la Hermandad Musulmana, tendrá que hacer… algo; la calle
egipcia, que está totalmente a favor de eliminar los acuerdos de Camp
David, lo exigirá. Además, Hamás es apoyado por Turquía y, crucialmente,
por el emir de Catar y sus petro-millones. ¿Se quedarán mudos y
contemplarán la carnicería? En cuanto al Rey Playstation en Jordania, no
puede hacer de conciliador hacia Israel porque es posible que tenga que
comprar un pasaje de ida a Londres antes de lo que piensa.
Si Obama tuviera cojones estaría furioso.
Y daría un tortazo a Bibi. No vale la pena apostar a que lo haga.
Sabemos que no lo hará.
Asia Times Online. Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Sacado de http://www.lahaine.org
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