¿Quiénes son los 'kostras' y los antitodo?

En el ecosistema urbano podemos encontrar numerosas especies que van desde palomas, gorriones, mapaches, osos, gaviotas, pasando por edificios, árboles y césped, hasta el ser humano común, caracterizado por llevar ropa e ir deambulando a toda prisa entrando y saliendo de los edificios. Sin embargo, rara vez conseguimos ver unos individuos humanos que llevan una estética extravagante y pululan por sucios y malolientes suburbios. Viven en estado tribal, son animales gregarios que comparten una misma estética y unas mismas costumbres que a los ojos del resto de humanos -esos que llevan ropa y van a toda prisa, es decir, los normales- son vistos como tribus urbanas, como otras muchas que hay concentrados en diversas ciudades y dependiendo del tejido social que haya, serán una cosa u otra.
Pero no vamos a comentar el fenómeno de las tribus urbanas y pasemos pues a analizar pormenorizadamente esos singulares individuos que los anarquistas -esos otros seres humanos que habitan los ecosistemas urbanos que han adquirido cierta conciencia y se juntan para luchar contra la explotación capitalista y la opresión gubernamental- los califican como "kostras" o "antitodo". ¿Quiénes son esos individuos? ¿Comparten la misma lucha que los anarquistas? ¿De dónde provienen? Asociamos a esos grupúsculos de gente con la estética punk y skinhead, aunque aquí matizaría una cuestión: en esos movimientos subculturales/contraculturales hay quienes no son para nada kostras, es decir, no comparten las costumbres kostrosas y llevan una vida como el de un anarquista en constante formación y trabajando en la organización. Así pues, prejuzgar por la estética resultaría un error fatal que podría ser una ofensa a aquellos que llevan una actividad militante respetable. Por suerte o por desgracia, los anarquistas no compartimos nada con esas tribus que han nacido a raíz del libertinaje de la vida en los ecosistemas urbanos.
Caracterizamos a los kostras como esos individuos sucios con actitudes prepotentes cuya lucha se encuentra en la autocomplaciencia, haciendo apología del alcohol y las drogas, del Oi!, de dar patadas diariamente a los diccionarios cuando escriben, venerando esas 'A' circuladas al que acompañan con un "AnarKia y Birra FRia" y van de super revolucionarios memorizando consignas que no tienen ni idea de lo que significan. ¿Podría ser una degeneración del movimiento anarkopunk y del Do It Yourself? ¿O quizá una mala idea formada de lo que es realmente el anarquismo? Ambas cuestiones resultan tener una respuesta afirmativa.
Muchos de esos se declaran "antitodo", como estar en contra de todo y reivindicar su narcisismo en la autodestrucción de sus cuerpos mediante drogas,  mientras gritan contra la policía, el gobierno, el fascismo y ¿el capitalismo?, negando toda acción que no sea la reivindicación de la libertad de drogarse y ponerse ciego. Estos detestables individuos que se creen los más anarquistas conviven con sus padres, ¡parasitándolos! para poderse comprar botas, chupas, y demás vestimenta que rondan los  80€, y llenar sus cuerpos de piercings. Sus lugares de ocio se encuentran en casuchas medio derrumbadas o en estado aceptable que ellos las okupan, independientemente de si está habitado o no el inmueble, con el fin de reunirse y hacer el ritual de siempre: ponerse hasta el culo de estupefacientes y alcohol en conciertos de otros de su misma especie aporreando la batería como cosacos, cebándose con las guitarras y gritando como posesos, creando un nido de enormes y molestas ratas en el barrio. E incluso salpicando de mierda a los Centros Sociales Okupados donde llevan un gran trabajo y sirven de lugar de encuentro para diversos colectivos de movimientos sociales.
Otros sencillamente niegan su vinculación con el kostrismo pero siguen haciendo apología del alcohol (y en algunos casos hasta otras drogas), teniendo como excusa que luchan por la causa libertaria y mantienen una militancia más o menos activa (para colmo, algunos pensarán que dicha militancia consiste en escribir textos incendiarios, enquistarse en los locales sindicales...). Sin embargo, esa es una barata excusa para no tener que dejar el ocio autodestructivo y a eso digo que, a parte de despilfarrar el dinero, podrá estar activo y después de una, dos o incluso diez borracheras, pero al paso del tiempo se notaría cómo va decayendo, pues los efectos nocivo del alcohol se van acumulando. Añádese también que en torno a la ello se genera una repulsiva actitud de adoración y veneración hacia un tipo de bebida, como si de su Dios se tratase que le otorga los placeres de la borrachera y aplaudidos por su entorno cercano. Entonces ya se siente autorrealizado y completamente libre, como esa pequeña burguesía puesta hasta las cejas de productos novedosos y segundas residencias en la playa.
Sin querer llegar a ser un pureta, he de decir que tampoco es para alarmarse por una cerveza o una copa de vino en ocasiones puntuales, y mucho menos por un porro de hierba, pero si realmente queremos una transformación radical de la sociedad no podemos estar reproduciendo el pasatiempo más extendido entre los jóvenes que es el botellón y esa tendencia irracional de valorar las bebidas alcohólicas como una necesidad primaria cuya ausencia supondrían sus muertes.
Para finalizar, si por alguna casualidad alguien se da por aludido y se haya picado, que coma ajos, beba mucha agua y se replantee sus pasatiempos. Como bien dijo un compañero anónimo, "muerte a la droga y viva la anarquía".

Luis Pascual

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