martes, 4 de octubre de 2011

Simulación, sushi y la firma del ACTA

 Por Geraldine Juárez

Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y Korea del Sur firmaron el documento del ACTA, el pasado sábado en la ciudad de Tokyo, lo cual además de demostrar una absoluta carencia y respeto a los principios más básicos de la democracia, también ratifica la incapacidad de los gobiernos para servir y proteger a sus gobernados.
La firma del ACTA fue grave pero más que nada por ser una farsa, una simulación.
La Unión Europea, México y Suiza no firmaron, aunque un comunicado de la USTR de los Estados Unidos afirma que solo 8 de las 11 partes negociadoras — en donde Europa representa a 27 países — plasmaron una firma en el documento y que los:
Representantes de la Unión Europea, México y Suiza asistieron a la ceremonia y confirmaron su continúo apoyo para preparar la firma del Acuerdo en cuanto pueda practicarse. Todos los participantes expresaron su firmeza para trabajar cooperativamente y lograr que el Acuerdo entre pronto en vigor, y apoyar activamente sus objetivos.
El hecho de que estos países se abstuvieron de firmar debido a la cuestionable legalidad y constitucionalidad que enfrenta ACTA en sus Congresos y Parlamentos, principalmente en Europa y México, no significa que no puedan firmar más tarde el tratado, ya que el periodo de firma esta abierto hasta mayo del 2013. En el caso de México la firma no significaría nada sin la ratificación del Senado, mismo que se encuentra en franca oposición de hacerlo.
Las 8 firmas tampoco son suficientes para que ACTA sea implementada o entre en vigor, ya que se necesitan que al menos 6 países depositen sus instrumentos de ratificación, aceptación o aprobación y algunos países, como Nueva Zelanda, aún tienen que obtener la ratificación. Para que esto suceda tienen que modificar ante sus legislación local.
La firma de ACTA en Japón fue un acto puramente simbólico y de total desesperación ante la carencia de legitimidad institucional que desde el día uno de las negociaciones perdieron (y jamás se recuperará ni olvidará), gracias a la opacidad y el secretismo en torno a un asunto de interés público y que fue deliberadamente ocultado.
El texto final de ACTA dista mucho de los propósitos iniciales y aunque omitan su irremediable falla democrática de origen al decidir seguir adelante, su implementación requeriría que los países participantes modifiquen sus legislaciones locales para complacer a la industria que se vería beneficiada con ACTA, lo cual no será fácil de lograr, pero tampoco imposible ya que el respeto a la ley y la justicia no es precisamente algo de lo que se puede jactar un tratado que es la definición pura y simple de falsificación de la democracia.
El Profesor Sean Flynn de Washington University of Law y director del Programa de Información y Justicia, responsable del estudio Media Piracy in Emerging Economies y loables esfuerzos como el Congreso de Propiedad Intelectual e Interés Público, resume algunos pequeñitos problemas a los que aún se enfrenta ACTA, especialmente en Estados Unidos.

Estados Unidos

La administración de Barack Obama, argumenta que ACTA es completamente consistente con las leyes de Estados Unidos y que no requiere aprobación del congreso ya que es un acuerdo ejecutivo. Pero Flynn considera que este racional no tiene lógica:
La regulación de la propiedad intelectual y de comercio exterior a través de los acuerdos internacionales es el “Artículo 1ero” de los poderes del Congreso. Esto significa que el Ejecutivo no puede obligar a los EE.UU. a los acuerdos en esta materia sin el consentimiento del Congreso. El presidente carece de autoridad para entrar en un “acuerdo únicamente ejecutivo” en esta área, incluso aunque el acuerdo no requiera a los EE.UU más que seguir los contornos de la ley actual. Esto es debido a que el acuerdo no pretende obligar a los EE.UU. a modificar su legislación, ya que cambiar la ley de EE.UU es un poder del Congreso. Este punto se ha hecho notar en varias ocasiones por profesores de derecho de EE.UU sin que haya podido refutarse efectivamente.
Como hemos explicado en otras ocasiones, el punto es que los Estados Unidos pretenden firmar ACTA más no implementarla en su país. Pero como Sean Flynn detalla, esto es imposible:
No es cierto que ACTA no tendría efecto legal si solamente es firmada por el Presidente, y por lo tanto si no hay daño no hay falta. De hecho, si ACTA obtiene 6 ratificaciones y entra en vigor con la firma presidencial , Estados Unidos estaría comprometido bajo las leyes internacionales. Esto abre la posibilidad de sanciones comerciales sí no se cumple con ACTA, aunque el Congreso jamás hubiera acordado el Acuerdo. Esta situación es cierta aunque la ACTA no fuera consistente con la ley de EE.UU, pero vale la pena señalar que no ha sido aceptado que ACTA es completamente consistente con las leyes de Estados Unidos.
De hecho, Jamie Love de Knowledge Ecology International, enlista claramente las partes de ACTA que no estan en línea con la ley estadounidense.
Por otra parte, Flynn indica que la funcionaria que Estados Unidos envió a firmar, Miriam Sapiro, es una representante de segundo nivel y probablemente no cuenta con los poderes del Congreso para firmar ACTA, lo cual sugiere otro problema constitucional en ese país.

Canadá

Michael Geist explica que para que ACTA entre en vigor en Canadá, se necesitan al menos dos nuevas legislaciones. Armonización que le llaman. Una de estas leyes es la C-11 y la otra es una nueva ley de protección de propiedad intelectual que ya esta en camino y que daría más poderes a las aduanas (como ACTA requiere) , y más herramientas para perseguir delitos. En Canadá también tendrá que ratificarse el acuerdo, no basta la firma.

México

Documentado extensamente en ALT1040, la situación de ACTA en México es quizá la más contundente ya que el Senado — la institución encargada de ratificar tratados internacionales (ACTA no fue negociado por México como “acuerdo interinstitucional”)— ha decidido no ratificarlo. Si el Gobierno Federal decidiera firmar, al menos en esta legislatura, sería rechazado.
Los organismos responsables de ACTA en México — la Secretaría de Economía, IMPI e Indautor — aún no han hecho ninguna delcaración oficial hasta el momento, pero es un hecho que estuvieron presentes en el #sushigate que se ofreció en Tokyo. Se espera que el día de mañana den una conferencia de prensa.

Europa

En Europa se necesita la aprobación del Parlamento Europeo para implementar ACTA, decisión que de hecho será votada próximamente. Pero además de todas las irregularidades que el texto de ACTA presenta y que van en contra de las leyes de la Unión Europea, para que ACTA sea válida en Europa se necesita que todos los países de la Unión la firmen y la ratifiquen. Si un parlamento local no lo hace, de hecho, puede “matar” ACTA en toda la Unión Europea.
Lo anterior sin contar que se ha demostrado que ACTA amenaza derechos fundamentales de ciudadanos europeos y además, el tratado podría ser enviado a la Corte Europea de Justicia ya que la Comisión Europea no cumplió con los lineamientos necesarios para negociar un tratado comercial, con un impacto como el de ACTA.

El Sushi

A pesar de todos estos evidentes problemas constitucionales, los negociadores de ACTA decidieron llevar a cabo un acto de simulación que nada tiene que ver con la realidad. Es en verdad admirable que la RIAA sea tan optimista como para considerar estos problemas que enfrenta el tratado, como un triunfo.
El jueves, dos días antes de la ceremonia de firma en Japón, el lobby de la poderosa (y no por eso realista) industria musical ya celebraba:
Saludamos a los diferentes negociadores del ACTA por tener la voluntad y la visión de llegar a un acuerdo sobre un conjunto de principios de protección [que] subrayan la importancia de mejorar la lucha contra la piratería y la falsificación a nivel mundial.
Los legisladores de todo el mundo han reconocido el impacto perjudicial de la piratería en el desarrollo cultural y económico, y ACTA representa un paso en la evolución hacia una respuesta global al problema.
No dudo que el lobby de las industrias que dependen de la explotación de los derechos de propiedad intelectual tenga muchísimo dinero para poder seguir impulsando ACTA por encima de la ley, pero eso, no cambia la realidad. El hecho es que es una mentira que los legisladores del mundo reconozcan al ACTA como una evolución… De hecho Brasil, no se expresa muy bien de su maravilloso tratado.
Es el colmo que una industria que se dedica a hacer dinero fabricando simulaciones, no haya podido engañarnos a todos. ¿Hasta cuando seguirán pretendiendo que la realidad es como ellos quieren que sea?
Afortunadamente, cada paso que ACTA da para demostrar su poder, resulta en un mayor número de personas interesadas en el tema y la oposición ante la posibilidad de que ACTA sea impuesta sin ningún consenso popular que la legitime, también crece.
El mundo entero busca una verdadera democracia y se rebela ante la distribución injusta de poder todos los días y en todas partes— el ACTA no es un instrumento legal realista y aunque muchos quieran simular lo contrario… ya no hay lugar para abusos disfrazados de protección a la propiedad intelectual.

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