viernes, 17 de mayo de 2013

Sobre la alienación y el relativismo moral

Por Acratosaurio Rex

Las declaraciones de altos cargos del Partido Popular igualando el terror nazi  con los escraches son sorprendentes, porque demuestran que esos elementos conocen de la existencia de Hitler. Y nadie lo diría dadas las graves carencias culturales de las que adolecen —a pesar del colegio de pago—, en materia de filosofía, ética, moral e historia. En fin, para la señora de Cospedal, por ejemplo, un escrache es «nazismo puro». Es decir, que los políticos y legisladores que salvan la banca, se embolsan millones y lanzan a sus perros contra quien les tosa, son —para la plana mayor reaccionaria— una minoría étnica estigmatizada y perseguida, similar a los judíos, gitanos, homosexuales, polacos, checos, antifascistas…  —masacrados por millones en tiempo de entreguerras—. ¿Puede haber un mayor ejercicio de relativismo moral?
No obstante, un juez ha dictado, en consonancia con el Tribunal de Derechos Humanos y tal, que el escrache de veinte minutos llevado a cabo frente al domicilio de Soraya Sáenz de Santamaría (Vicepresidenta del Gobierno del Reino) en abril, no fue ningún delito: ni acoso, ni violencia, ni coacción, ni nazismo. La libertad de expresión ampara a los protestatarios —de momento—, y Soraya no es judía.
Para más abundamiento, el juez detalla el comportamiento que han de tener los activistas para no ser entrullados: tienen que ser pacíficos y han de acudir al acto sin armas. Nada de ametralladoras, por favor. Tampoco pueden llamar al timbre de la casa, ni lanzar insultos soeces, ni pintar paredes, ni montar barricadas, ni rebasar el cordón policial... Es decir: los activistas sociales, que van con sus nombres y DNI por delante, y que son identificados del primero al último, tienen que ir con pies de plomo.
Todo esto es un tanto diabólico, porque a lo largo de los años se nos ha enseñado que se puede acosar a personajes de postín con cámaras, asaltos, preguntas indignantes… Incluso hay periódicos que para dar más lustre a la cosa contratan a gritones para que animen el cotarro a la salida de juicios y aeropuertos. La apoteósica salida de Isabel Pantoja del juzgado tras ser condenada a veinticuatro meses de sombra y multa… Joder. Si los de la PAH son nazis, los paparazzi que esperaron a la Pantoja son ultracuerpos caníbales de otra Galaxia (1).
Claro, uno se pone algo melancólico, porque esta gentuza del Gobierno, plutócratas de vía estrecha y usureros de mierda, son verdaderamente dignos de pena. Sí, pena. Marx, que era judío y alemán, en alguna parte explica no sé qué de la alienación del obrero. No estoy de acuerdo. Los mencionados truhanes, de conciencia tranquila y manos manchadas de sangre ajena, están completamente alienados.
Y en mi opinión, vivir y obrar en contra del bien, y creerse un gran tipo, es algo bastante penoso, miserable. Los verdaderos alienados, son ellos. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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NOTA
(1) Para los lectores de allende los mares, que quieran ver un escrache en condiciones, que le echen un ojo a la salida de la Pantoja del Juzgado de Málaga. https://www.youtube.com/watch?v=zEm8R1igRNI
Y para los peninsulares que los peligros que corre la prensa en esos menesteres, a lo que lleva el exceso de celo cuando Maradona llega en coche (que es como el domicilio sagrado e inviolable) https://www.youtube.com/watch?v=2gKAbde84_U
Maradona siempre en el punto de mira.

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