Por Acratosaurio Rex
(1) Para los lectores de allende los mares, que quieran ver un escrache en condiciones, que le echen un ojo a la salida de la Pantoja del Juzgado de Málaga. https://www.youtube.com/watch?v=zEm8R1igRNI
Las
declaraciones de altos cargos del Partido Popular igualando el terror
nazi con los escraches son sorprendentes, porque demuestran que esos
elementos conocen de la existencia de Hitler. Y nadie lo diría dadas las
graves carencias culturales de las que adolecen —a pesar del colegio de
pago—, en materia de filosofía, ética, moral e historia. En fin, para
la señora de Cospedal, por ejemplo, un escrache es «nazismo puro». Es
decir, que los políticos y legisladores que salvan la banca, se embolsan
millones y lanzan a sus perros contra quien les tosa, son —para la
plana mayor reaccionaria— una minoría étnica estigmatizada y perseguida,
similar a los judíos, gitanos, homosexuales, polacos, checos,
antifascistas… —masacrados por millones en tiempo de entreguerras—.
¿Puede haber un mayor ejercicio de relativismo moral?
No obstante, un juez ha dictado, en
consonancia con el Tribunal de Derechos Humanos y tal, que el escrache
de veinte minutos llevado a cabo frente al domicilio de Soraya Sáenz de
Santamaría (Vicepresidenta del Gobierno del Reino) en abril, no fue
ningún delito: ni acoso, ni violencia, ni coacción, ni nazismo. La
libertad de expresión ampara a los protestatarios —de momento—, y Soraya
no es judía.
Para más abundamiento, el juez detalla
el comportamiento que han de tener los activistas para no ser
entrullados: tienen que ser pacíficos y han de acudir al acto sin armas.
Nada de ametralladoras, por favor. Tampoco pueden llamar al timbre de
la casa, ni lanzar insultos soeces, ni pintar paredes, ni montar
barricadas, ni rebasar el cordón policial... Es decir: los activistas
sociales, que van con sus nombres y DNI por delante, y que son
identificados del primero al último, tienen que ir con pies de plomo.
Todo esto es un tanto diabólico, porque
a lo largo de los años se nos ha enseñado que se puede acosar a
personajes de postín con cámaras, asaltos, preguntas indignantes…
Incluso hay periódicos que para dar más lustre a la cosa contratan a
gritones para que animen el cotarro a la salida de juicios y
aeropuertos. La apoteósica salida de Isabel Pantoja del juzgado tras ser
condenada a veinticuatro meses de sombra y multa… Joder. Si los de la
PAH son nazis, los paparazzi que esperaron a la Pantoja son ultracuerpos
caníbales de otra Galaxia (1).
Claro, uno se pone algo melancólico,
porque esta gentuza del Gobierno, plutócratas de vía estrecha y usureros
de mierda, son verdaderamente dignos de pena. Sí, pena. Marx, que era
judío y alemán, en alguna parte explica no sé qué de la alienación del
obrero. No estoy de acuerdo. Los mencionados truhanes, de conciencia
tranquila y manos manchadas de sangre ajena, están completamente
alienados.
Y en mi opinión, vivir y obrar en contra del bien, y creerse un gran tipo, es algo bastante penoso, miserable. Los verdaderos alienados, son ellos. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTA(1) Para los lectores de allende los mares, que quieran ver un escrache en condiciones, que le echen un ojo a la salida de la Pantoja del Juzgado de Málaga. https://www.youtube.com/watch?v=zEm8R1igRNI
Y para los peninsulares que los peligros que corre la prensa en esos
menesteres, a lo que lleva el exceso de celo cuando Maradona llega en
coche (que es como el domicilio sagrado e inviolable)
https://www.youtube.com/watch?v=2gKAbde84_U
Maradona siempre en el punto de mira.
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