México DF.
La historia de ataques de grupos de porros a estudiantes –sobre todo
aquellos involucrados en actividades políticas– del Colegio de Ciencias y
Humanidades (CCH), plantel Vallejo, no es nueva. Sin embargo, ante el
reciente recrudecimiento de las agresiones, colectivos de esta
institución de educación media superior han decidió organizarse para
frenar de forma pacífica los embates.
“Hemos organizado brigadas autónomas de
seguridad, somos cerca de cien de estudiantes del CCH Vallejo, quienes
vigilamos las instalaciones. No utilizamos la violencia como quieren
hacer creer algunos maestros. Rodeamos al porro y lo llevamos con las
autoridades”, explican integrantes de Regeneración Radio.
En días pasados, un estudiante e
integrante del colectivo Revuelta fue golpeado por miembros del grupo
porril 3 de marzo. Este colectivo, junto con Multimedios Cronopios y
Regeneración Radio, son los grupos que dentro del CCH Vallejo organizan
la resistencia.
Ante esta agresión los estudiantes
trataron de refugiarse dentro de las instalaciones del plantel, pero las
autoridades les negaron el acceso, permitiendo que fueran golpeados por
porros y policías.
Bajo el amparo de la policía de la
Delegación Gustavo A. Madero, dichos grupos “lanzaron explosivos
(petardos) contra los estudiantes”, dijeron a Desinformémonos integrantes de la radio.
Se conocen como porros a las
agrupaciones organizadas para “actividades deportivas” que son cooptadas
por ciertos grupos políticos para generar inestabilidad y violencia, y
así poder negociar puestos en las administraciones en turno. El
desarrollo y mutación organizativa de estos grupos se ha generado a raíz
del avance de la organización social del movimiento popular.
Durante décadas las autoridades del
Partido Revolucionario Institucional (PRI), de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han
utilizado grupos que promueven la violencia organizados en “grupos de
actividades deportivas”, para tener y mantener el control de los jóvenes
en las universidades. Sin embargo, como parte de una nueva dinámica de
actuar de estos grupos, denuncia una integrante de la radio, “ahora
utilizan la parte jurídica: causan destrozos, golpean y levantan actas
en los ministerios públicos, amparados por asociaciones civiles, como
Cauce Ciudadano”.
En el 2003, después de varias
movilizaciones y enfrentamientos con grupos porriles, se firmaron
acuerdos entre autoridades del CCH Vallejo y la comunidad estudiantil
para expulsar a los porros. “Se creó una base de datos con fotografías
de estudiantes vinculados al grupo porril, y hubo 80 expulsiones”.
Desde los años Cuarenta, Cincuenta y
principios de los Sesenta, el Estado mexicano organizaba a grupos
porriles cuyo objetivo era mermar la “amenaza” del crecimiento de la
disidencia popular de ferrocarrileros, maestros y estudiantes.
En 1968 se consolidó la Central Nacional
de Estudiantes Técnicos (CNET), cuyo objetivo era agrupar y recuperar
el movimiento estudiantil que estaba ganando base social en los Comités
de Lucha del movimiento popular. El origen de esa organización fue la
Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), en un principio
liderada por el Partido Comunista, y que con los años pasó a estar bajo
el control de los grupos porriles.
El 10 de junio de 1971, bajo el auspicio
del ejército y de las autoridades del PRI, del gobierno de Luis
Echeverría Álvarez y del gobierno de la Ciudad de México, grupos
paramilitares asesinaron a jóvenes que se manifestaban en una marcha en
solidaridad con estudiantes de Monterrey. La movilización fue
violentamente reprimida por un grupo al servicio del Estado llamado Los
Halcones.
En entrevista para La Jornada, en 2008, Hugo Sánchez Gudiño, investigador de la Facultad de Estudios Superiores Aragón y autor del libro Génesis: desarrollo y consolidación de los grupos estudiantiles de choque en la UNAM (1930-1990), definió
a los porros como “grupos que por dinero son capaces de realizar los
actos más violentos. Su principal presa son activistas universitarios”.
De acuerdo con Arlen Serna y Hugo
Espinal, de la generación de jóvenes que se organizó después del
levantamiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional en 1994, y
se adhirió a las iniciativas zapatistas formando con otros estudiantes
el Komité de Base Vallejo (KOBVA), “el grupo porril 3 de marzo
resurge con más fuerza durante la huelga estudiantil de los cinco
planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, que estalló
en 1995, debido a los cambios en los planes de estudio”.
Hugo Espinal refiere: “A nosotros nos
tocó enfrentar a los porros en un contexto de efervescencia social,
después del levantamiento zapatista. Los estudiantes reaccionamos con
paros y asambleas de apoyo.
“En el Colegio de Ciencias y Humanidades Vallejo surgió entonces una organización de porros llamada 3 de marzo,
vinculada con diputados del Partido Revolucionario Institucional
(PRI)”, expone Espinal, “que era patrocinada por la Comisión Nacional
del Deporte (CONADE)”.
Este grupo de porros, recuerda Arlen,
“realizaba las ‘las fiestas’, los partidos de fútbol americano y
fomentaba la rivalidad entre instituciones con la ‘quema del burro’, un
evento contra el Instituto Politécnico Nacional. Las autoridades los
financiaban, los protegían y los utilizaban como grupos de choque”.
En 1997 y 1998, cuando el gobierno del
Distrito Federal pasó del Partido Revolucionario Institucional al
Partido de la Revolución Democrática (PRD), la violencia llegó de forma
muy marcada a los espacios de actividad política.
Por esa misma época, la convocatoria a
la Convención Nacional Democrática, organizada por el EZLN, fue un éxito
y reunió a casi todos las escuelas y universidades del país. El
movimiento estudiantil, que surgió de esas convocatorias, comenzó a
realizar reuniones propias con la intención de generar una organización
metropolitana.
Esto provocó que la Organización Democrática de Estudiantes Técnicos (ODET) y la Federación de Estudiantil Politécnica, que junto con el grupo 3 de marzo, generaran una red porril que llegó a controlar los Colegios de Bachilleres y algunas secundarias en el Estado de México.
Este grupo de porros logró también tener
presencia en los cinco planteles de los CCH de la UNAM, en
prácticamente todo el bachillerato, es decir, en los nueve planteles de
la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y en algunas facultades de la
UNAM.
“Denunciamos a los porros y se pidió que
se les investigara”, pero “el 17 de marzo de 1997, un integrante del
Frente Estudiantil de Derecho de Acatlán asesinó a un estudiante dentro
de la escuela con una arma automática. Después, vino la huelga de 1999
en la UNAM, y esto logró calmar las actividades de los porros por un
tiempo, pero una vez terminada regresaron nuevamente”, señala Hugo
Espinal.
“Nosotros nos dimos a la tarea de
denunciar mediante campañas que consistían en difundir y denunciar las
formas en que actúan los grupos porriles y la relación que hay entre
ellos y las autoridades. La meta de estas jornadas informativas era
poder generar una asamblea lo bastante amplia que convocara a acciones
de presión a las autoridades para hacerlos responsables de atender y
combatir el problema. Además, como organización estudiantil, queremos
promover y construir mecanismos propios para dar seguridad y protección a
la comunidad”, explica Serna
En el CCH Vallejo, relata la activista,
los estudiantes estaban cansados del “taloneo y las novatadas” de los
porros y se organizaron en una asamblea en la que acordaron “detener a
todos los porros que identificaran que cometían abusos, y llevarlos a la
dirección para que se les sancionara. Se estableció también
comunicación con las autoridades de la delegación Gustavo A. Madero para
hacer las denuncias legales”.
“Al principio las autoridades ignoraron
la situación, hasta que la asamblea decidió tomar la dirección del
plantel. Con esta presión se logró que el entonces director expulsara a
varios de los porros. Durante mucho tiempo el grupo 3 de marzo se
mantuvo replegado y disminuyó la inseguridad de la escuela”.
Ahora hay nuevas generaciones, han
pasado más de 20 años desde que el grupo porril 3 de marzo nació y son
otros los colectivos que están en lucha, pero las amenazas son las
mismas y se ejerce bajo la tutela del Partido de la Revolución
Democrática y el amparo del Partido Revolucionario Institucional.
“No estamos por la violencia, estamos
por el diálogo en la escuela y la discusión política. Por eso, estamos
organizando foros para el 25 de octubre, y para el 3 y 15 de noviembre,
donde se tratarán temáticas de violencia, inseguridad y criminalización
social”, finalizan los integrantes de Regeneración Radio.
Fuente:desinformemonos
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