Una gran revolución se prepara en tu patria; los crímenes de vuestros soberanos,
sus crueles exacciones, sus orgías y su ineptitud han lacerado a Francia
Donatien Alphonse François de Sade
El marqués de Sade sigue vivo en el siglo XXI. Esas historias
porno-eróticas y misóginas, de abuso sexual, donde frecuentemente los
personajes dominantes (sádicos) son hombres con poder, mientras los
personajes femeninos (masoquistas) son cuerpos a voluntad de los deseos
de los primeros, existen en la realidad y son parte sistemática
(ideológica) de las relaciones de poder contemporáneo: el placer de infligir dolor y la victimización hacen dialéctica.
Sade será recordado por sus polémicas historias, pero no por su visión
crítica de los excesos sexuales de la alta sociedad francesa a la que
pertenecía. Sin ser un revolucionario, en el sentido estricto del
término, vino a trastocar la sexualidad de la modernidad.
Sociológicamente ahora podemos comprender la permisividad sexual (entre
otras) de las clases dominantes patriarcales sobre el resto en una
sociedad jerárquica; de llegar a extremos de perversión en contra de la
voluntad del Otro, no necesariamente en términos de libertad, sino de
poder, conceptos frecuentemente confundidos. Mientras existan sociedades
de este tipo, también los abusos de todo tipo (violaciones, guerras,
fraudes económicos y electorales, etcétera) seguirán.
Dos siglos de por medio después, desde de la Tijuana posmoderna cancliniana, surge del underground transfronterizo e hipercapitalista, una lectura avant gard
necesaria para entender la cultura de la violencia actual. Se trata de
un trabajo filosófico y feminista de Sayak Valencia, donde nos deja ver
un Necropoder ejercido por Sujetos Endriagos al servicio del Mercado Nación,
todos estos neologismos, son algunos de los conceptos clave que ofrece
Sayak para comprender la saña del neoliberalismo, que no es otra cosa
que la última etapa del capitalismo, capitalismo gore (sinónimo de sanguinario en extremo, snuff).
Al leer Capitalismo Gore (Editorial Melusina:2010) es inevitable relacionar el tema del control del
cuerpo y la represión sexual en el meollo de la “civilización” actual,
con otros autores críticos y notables como Wilhelm Reich, Michel
Foucault o el mismo Sade, quienes han advertido el poder sexual de
distintas maneras, como formas de control social; y de autores como Naomi Klein, Antonio Negri, y
por supuesto, Marx, quienes describen las formas del control de masas
del capitalismo moderno. A final de cuentas hay un embrión de revolución
sexual que no termina de formarse, incluso como ciencia. El problema de
la sexualidad o sexualidades, es harto conocido, pero poco abordado.
Las consecuencias de ello da una sociedad ingenua, a veces depresiva,
manipulable, miedosa, ¿cómo? A través de la televisión comercial, por
ejemplo, con las imágenes de violencia de ciertos programas (películas,
noticieros, series).
Los conceptos de Sayak aplican muy bien a la realidad de ciudades como
Juárez, para comprender los alcances despiadados del capitalismo gore,
un estilo sangriento y destructivo, entrópico. Ahora no se trata sólo de
la máxima ganancia, que para muchos sería excitantemente suficiente,
sino de un placer enajenadamente consciente de demostrar el poder fálico
en formas sangrientas, bélicas y de tener escenarios anómicos
apropiados en complicidad con las autoridades; de ahí la importancia de
los círculos sociales político-económicos, sociedades cerradas que a
veces funcionan clandestinamente para hacer realidad fantasías sádicas
por placer o iniciación. Pero en la actualidad esto no es exclusivo de
las clases altas, el patriarcado también se ha vuelto gore, por que es
parte intrínseca de la cultura machista dominante capitalista y eso
significa, por ejemplo, la aparición de fenómenos anómicos como el
feminicidio, inexplicables hasta que Julia Monárrez del Colef,
complementa como feminicidio sexual sistémico,
para entender el alto número de asesinatos de jóvenes mujeres en Ciudad
Juárez; ahora también le podríamos agregar el epíteto de feminicidio gore.
Pero la violencia de género alcanza también para combatir a todas las
identidades sexuales no aceptadas socialmente. El sexólogo Efráin
Rodríguez en sus escritos y libro ha dado cuenta también de la saña de
los crímenes de odio por homofobia, estudiando casos en Ciudad Juárez.
Las desapariciones, los secuestros, las extorsiones, la
paramilitarización de la frontera, los genocidios de niñ@s, jóvenes,
adult@s y viej@s, no son muertes sin sentido; todo parece encajar en la
lógica gore de un capitalismo conservador en lo político e imperialista
en lo económico, formas de dominación que no cesan de existir en el
mundo a través de desarrollar una industria bélica, por ejemplo, donde
existen mercados de armas, agencias de mercenarios o cárceles privadas y
con el visto bueno de las democracias representativas. Como dice Reich,
tanto los regímenes fascistas como las democracias capitalistas tienden
a ser conservadoras y represivas.
La frontera es también una circunstancia a considerar en el libro de
Sayak. Esta condición geopolítica y particular de las ciudades del norte
de México con la gran potencia mundial, son susceptibles de la
contaminación cultural y económica de esta cercanía. La situación de
enajenación es terriblemente real y constatable tanto como en lo global.
Lo que pasa en Juárez, Laredo o Tijuana, luego puede ser probado en
otra parte del país o del mundo. La frontera se borra de repente, luego
es muy gruesa, mientras los cuerpos transitan en una libertad
controlada, autocensurada y a plena disposición de poderes como la
iglesia, el Estado, el mercado; es el poder de la biopolítica de los
cuerpos en acción.
El capitalismo gore es vampirezco, no sólo chupa la energía laboral
(económica) y material (ecológica) también aspira a algo que no puede
alcanzar: la plenitud y felicidad. Por su deformación violenta,
destructiva y enfermiza no puede aspirar al amor, se ha convertido en
fábrica masiva de endriagos, destructivos monstruos medievales que
representan actualmente al hombre ultraviolento y con bajísimo nivel de
consciencia, un marqués de Juárez.
No todo es oscuro y gris, sin esperanza. Sayak hace un salto desde la
academia a la realidad cotidiana y política de las identidades sexuales y
de las mujeres, a la resistencia y propuesta contracultural de las
relaciones sociales; una nueva dialéctica que va más
allá de los conceptos propuestos, pero que implica cambios en lo
político económico, una transgresión de las normas, justo hoy cuando
estás son claramente injustas, depravadas y asesinas, qué mejor antídoto
que una subversión sexual, largamente esperada y muy necesaria. Plena
consciencia sexual mata capitalismo gore; conocimiento y educación matan ignorancia y sumisión.
Fuente:Carmugo sociológico
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar, puedes decir lo que quieras, solo trata de aportar.