Por Acratosaurio Rex
El papa vino a reunirse con sus fieles. Como los antiguos misioneros, llevando la fe a los paganos, el apóstol convence al joven lechuguino de lo importante que fue Jesucristo, que era Dios, hombre y palomo a la vez… Pasado el momento de perplejidad ante la tenebrosa revelación, el ateo dice «joder, menudo sistema de creencias».
Claro que, no podemos decir que la patochada de Jesús sea lo más descabellado que hay en los sistemas de creencias. Por ejemplo, dicen que la suma de todos los bienes y servicios existentes, suma la fastuosa cifra de 50 billones de euros. Frente a esos bienes realmente existentes, lo que los economistas liberales y sus esbirros llaman derivativos, pasan de los 4.000 billones de euros. Es decir, que 79 de cada 80 títulos que se compran y se venden en los mercados, no se corresponden con activos tangibles (1), sino que son meras estampitas, cuyo valor real es el mismo que el de mis cagarros. Pero como los capitalistas son creyentes, invierten en ellos.
Esa entelequia, más vaporosa que la divinidad creadora, es la que circula en eso que llaman los mercados. A diario nos dicen que los mercados están intranquilos. O sea: el Estado emite deuda para financiarse y las agencias de calificación puntúan la fiabilidad del Estado… Pero resulta que esas agencias dan una mala calificación a los EE.UU… Y los mercados corren a comprar deuda gringa (2), a pesar de tener peor calificación (3). ¿Por qué? Porque los mercados creen en los EE.UU.
Pero claro, la pregunta es ¿quiénes son los mercados? Porque Dios tiene cara en la Tierra: Ratzinger, qué feo es el joío. Y los mercados tienen también cara, nombre y apellido. Las 255 fortunas más grandes de la Tierra, tienen más pasta que los 2.500 millones de personas más pobres (4). Y las siguientes 1000 inmensas fortunas poseen más guita que los siguientes mil millones de habitantes. Y si echan las cuentas, tendremos un retrato de familia, en el que unas decenas de miles de tipos, son los mercados que están jugando al monopoly, exigiendo que los currelas se empobrezcan. Y es que no hay mayor riqueza para un país, que una multitud ingente de trabajadores pobres.
Para colmo, a pesar de que el BCE compra deuda española e italiana, baja la Bolsa: ¿de quién es la culpa?.Dicen que de los robots. Máquinas malvadas, sin alma cristiana, que manejan la Economía a corto plazo. (5)
¿Qué consejo podemos dar a los pobres capitalistas? Las creencias en declive siempre se han resuelto mediante la tortura de brujas y herejes. Un buen auto de fe, en Wall Street, quemando vivos a varios economistas, a algunos agentes de inversión miedosos, y a un par de programas informáticos, convenientemente televisados…, y los capitalistas recuperarán la confianza.
Sistemas de creencias contra ateísmo económico, lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTAS
(1) Dato ofrecido por el diario El País, jueves 7 de julio de 2011. Página 27. 4ª Columna. El artículo lo escribe Diego Hidalgo, Presidente del patronato de la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior, y fundador de la Fundación Maimona (toma castaña). La realidad del dinero que ha sustituido a Dios en sus menesteres, viene siendo denunciada desde hace más de treinta años por el filósofo Agustín García Calvo.
(2) La nota de la deuda [de los EE.UU.] baja, pero los bonos suben de precio. Diario El País 15 de Agosto de 2011. Visto en http://www.elpais.com/articulo/economia/nota/deuda/baja/bonos/suben/precio/elpepieco/20110815elpepieco_3/Tes
(3) Así las cosas, las emisiones del Tesoro de EE.UU., que históricamente se han considerado las más seguras del mundo, están peor valoradas por S&P que las de 16 países que mantienen la triple A, entre ellos Alemania, Reino Unido, Francia o Canadá. Visto en http://www.rtve.es/noticias/20110806/agencia-sp-rebaja-calificacion-deuda-eeuu-pierde-primera-vez-nota-maxima/452557.shtml
(4) Dato aparecido en el Diario Público del 19 de Agosto de 2011, página 9, artículo de Félix Población.
(5) Guillermo Escribano, director de inversiones de Metagestión (¡toma ya!), lo explica de este modo: «Estas inyecciones de liquidez [de la Reserva Federal de los EEUU] valoradas en más de 1,4 billones de dólares desde 2008 no han llegado a la economía real, sino que se han dedicado a la compra de bonos norteamericanos y al tráding de bancos de inversión. “El reparto de dinero especulativo y el de largo plazo [inversión sobre bienes tangibles] antes de la crisis era del 50% para cada uno. Hoy es del 80% para corto plazo [inversión irreal] y del 20% para el dinero de verdad”, añade Escribano. Muestra de lo que explica este experto es lo que ocurrió en el Dax alemán el pasado jueves, cuando sus futuros [hay que joderse con los nombrecitos de la liturgia] perdieron casi un 2% en tan solo dos segundos. Detrás de estas sacudidas hay un programa algorítmico o automático, que usan modelos cuantitativos para identificar tendencias, y que operan a una velocidad muy superior a la de cualquier otro operador [humano o no] del mercado. Este tipo de programas están muy de moda, especialmente en las grandes firmas de inversión de Wall Street». Visto en el Diario Expansión del 20 de agosto de 2011, en su página 7, artículo de Jorge Zuloaga; “los secretos del desplome de la Bolsa”.
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