Motivaciones policiales en el desalojo de Plaça de Catalunya

Por Acratosaurio Rex

¿A qué se debió la golpiza que otorgaron a los manifestantes los Mossos en la Plaça de Catalunya? Eso me pregunta un tal “paz&amor_ 33” (1), que en días anteriores pensaba que la policía estaba de nuestra parte.

Bueno, las motivaciones profundas es imposible conocerlas, ya que la idea se gestó en el seno de algún Consejo en Trance del Gobierno Autonómico. Se especula, se habla de ese tío con cara de pajillero que dio la orden.  Pero la actitud de los mossos es harto conocida, y se resume en:

1.- Golpearon a la gente, porque podían hacerlo. Van bien cubiertos con escudos, cascos, uniformes especiales, y llevan como herramienta una porra larga que permite dar estocadas, sablazos, golpes laterales, verticales y demás modalidades de terribles porrazos. 

2.- Golpearon a la gente, porque sabían que su oponente era un rebaño inofensivo, que no poseía capacidad de respuesta a pesar de ser muy numeroso, y que no tenían nada que temer de él, más que ser fotografiados, cosa que yendo con un buen casco, les trae al fresco.

3.- Golpearon a la gente, porque en caso de que a alguien se le fuera la pelota, e intentase devolver la hostia, en escasos segundos les llegarían refuerzos con diverso material antidisturbio y de guerra, y gozarían de lo lindo gaseando a la multitud y viéndola correr enloquecida.

4.- Golpearon a la gente porque están bien respaldados por otro matachín, y saben que finalizado el evento, cualquier rozadura que tenga un mosso en el culo, por uniforme-demasiado-apretado, puede ser achacada a un Atentado a la Autoridad. Pueden detener a cualquier incauto, meterle en comisaría, olvidarlo en una celda, acusarle (cometiendo perjurio) de haber provocado un esguince de cuello al cabo Pujol o al teniente Martínez, y echarle cuatro años de cárcel. 

Por lo tanto, se unen en esos jundos, todas las cualidades de un matón de discoteca: brutalidad, sensibilidad cero y escrúpulos nulos, unidos a una fuerte cobardía, ya que sus actitudes se apoyan en un chulo mayor, mucho más letal que ellos.

Evidentemente, cobardía. Todos esos funcionarios, si fueran dejados en pelotas frente a una sentada, sin casco, sin uniforme, sin placa y sin artículo 550, tendrían menos valor que un gusano frente a un mirlo.  No sabrían dónde meterse. Es lo que va a pasarles en los próximos años, cuando todo se vaya al carajo y vayan al paro y a meterse en un iglú de a veinte euros en Plaça de Catalunya. Pero, como (de momento), tienen empleo fijo, cobran un buen sueldo, gozan de impunidad y disfrutan dando caña… Se hinchan de hormonas y endorfinas, obedecen órdenes (2) y zurran la badana a personas de menor tamaño.

Así son, en líneas generales, esos tipos que dicen defenderos y estar de vuestra parte. De la mía no. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

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NOTAS

(1) Informo que Paz y Amor se llama realmente así (Paziamor o similar, porque cuesta trabajillo pronunciarlo). No es su culpa. El nombre se lo pusieron sus padres que eran unos jipis de los noventa. Pero ya está haciendo las gestiones para cambiarlo en el Registro por otro más a tono con la época.

(2) Obedecer la ley y el orden, fue la excusa de muchos nazis antes de ir a la horca. Es una frase que se escucha mucho en diversos desastres épicos, olvidando que por detrás de la Ley, el Orden, la Nómina y el Cargo, está la voluntad, la moral, la ética, la desobediencia, el sentido común y un montón de chuminadas. Un diez a la desobediencia. Profundo desprecio a los matasietes.