“el panóptico (…) debe ser comprendido como un modelo generalizable de comportamiento; una manera de definir las relaciones de poder en la vida cotidiana de los hombres”.
Michel Foucault, Vigilar y Castigar (1980)
Posiblemente sí nos asociamos al concepto
de “Panoptismo” de inmediato deberíamos hablar de lo que desde fines
del siglo XVIII fue la estructura de arquitectura carcelaria más
revolucionaria de la época; era el Panóptico, diseño y propuesta del
inglés Jeremy Bentham. El Panóptico -diría después Michel Foucault- “era
un sitio en forma de anillo en medio del cual había un patio con una
torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que
daban al interior y al exterior y en cada una de esas pequeñas celdas
había, según los objetivos de la institución, un niño aprendiendo a
escribir, un obrero trabajando, un prisionero expiando sus culpas, un
loco actualizando su locura, etc. En la torre central había un vigilante
y como cada celda daba al mismo tiempo al exterior y al interior, la
mirada del vigilante podía atravesar toda la celda; en ella no había
ningún punto de sombra y, por consiguiente, todo lo que el individuo
hacía estaba expuesto a la mirada de un vigilante que observaba a través
de persianas, postigos semicerrados, de tal modo que podía ver todo sin
que nadie, a su vez, pudiera verlo. Para Bentham, esta pequeña y
maravillosa argucia arquitectónica podía ser empleada como recurso para
toda una serie de instituciones.
El Panóptico es la utopía de una
sociedad y un tipo de poder que es, en el fondo la sociedad que
actualmente conocemos, utopía que efectivamente se realizó. Este tipo de
poder bien puede recibir el nombre de panoptismo: vivimos en una
sociedad en la que reina el panoptismo.”(1) Entonces bajo está impecable
definición que nos entrega el filósofo francés sobre el Panóptico y el
conjunto de las relaciones de poder asociadas nos deja entrever que la
sociedad -disciplinaria, si se quiere- y su estructura tanto urbana,
institucional y productiva obedece a los principios y direccionamientos
del panoptismo.
En términos generales el panoptismo se
define como la suma de “vigilancia, control y corrección”, estos tres
elementos se vuelven los soportes de las normas prescriptivas sean
culturales y biopolíticas que rigen de manera hegemónica en la sociedad,
y por consecuencia sirven a los agentes e instituciones dedicadas a la
normalización y regulación de los sujetos. Pero el panoptismo cobra
también gran importancia en el tipo de relaciones que se desarrollan a
través de los grupos que la sociedad ofrece y promociona como únicas
formas y espacios de socialización, esto porque estos grupos sociales
funcionan -y son- como instituciones. Quizás sería redundante decir que
la “familia” -al ser en Occidente el grupo social primero- funciona bajo
los principios del panoptismo regulando su desarrollo, y volviendo el
actuar de los miembros una acción pre-determinada por la norma. A partir
de la familia el panoptismo se encuentra siendo la base regulatoria de
nuestras socializaciones jerarquizadas en nuestro actuar y decir,
estipula roles de vigilantes y vigilados -padres e hijos-, configura
dinámicas autoritarias y la protege -a la familia- de posibles
entropías. Lo que viene después son las sociabilidades productivas en
instituciones pre-concebidas como Panópticas, pensemos en la escuela, la
universidad y el trabajo, e incluso grupos asociados como la amistad o
la pareja. En esos espacios/instancias el tipo de socialización se
encuentra totalmente direccionado por el panoptismo, y cohesiona con la
actuación/representación que ofrece el Espectáculo. No es posible el
desarrollo de relaciones espontaneas o sinceras puesto que todas las
dinámicas y roles a la hora de socializar ya han sido escritos y
normados, y se encuentran sujetos a códigos y estructuras panópticas que
funcionan como soportes y defensas establecidas y duraderas del estado
de las cosas.
Quizás en el caos y lo temporal se tejan
lineas de fuga al panoptismo, como decía el viejo filósofo -en “La
Historia de la locura en la época clásica Vol 1″- “El orden de los
Estados no tolera ya el desorden de los corazones”, tal vez ese desorden
se traduzca en los monólogos del loco, en los encuentros informales, en
las sociabilidades egoístas -en términos stirnerianos-, en las
tertulias entre anormales, en lo que Hakim Bey llamaría una Zona
Autónoma Temporal.
Escrito por Orlando S.
Colectivo Antipsiquiatría.
Notas:
(1) M. Foucault, La verdad y las formas jurídicas, cuarta conferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar, puedes decir lo que quieras, solo trata de aportar.