No hay día que ocurra acontecimientos movilizadores en contra de esta
situación surrealista. Gracias a las redes sociales podemos disponer de
mucha información, interacción, comunicación, creándose un sin fin de
foros para agruparnos en afinidades ideológicas, con otras afinidades
más profundas en relaciones sociales hacia objetivos que podamos
organizar y combatir el acoso económico y político.
El paralelismo entre los de arriba y los de abajo cuestiona la lejanía de las decisiones tomadas para "rescatar" a los bancos con una crisis de dudosa credibilidad. Lo que están haciendo es "secuestrar" a la población como rehenes sirviendo de garantía para los "mercados", es decir los especuladores del sistema, una casta minoritaria que ha tomado el mando en este decrépito mundo.
Lo que tenemos delante de los ojos, son los políticos y sus esbirros llamados "fuerzas de seguridad del estado" los que protegen a los cómplices de esta barbarie. No sería tan simple, si no comprobáramos que estos políticos-verdugos no pueden contener a los rehenes en las mazmorras de la democracia, que empieza a tambalearse con las fuertes sacudidas que se empieza a sentir. La prueba está en que la pólvora empieza a correr en el seno de la política, con elecciones anticipadas en tres comunidades llamadas históricas en muy poco espacio de tiempo, es como si en la mesa redonda de la estructura autonómica se acobardara por no saber como pueden sacar más provecho a las exigencias del papa estado. El edificio democrático ya no es tan sólido como pretendían con recursos del pasado que se agotaron hace tiempo y guiones superlativos para su supervivencia, aunque se aferren a la legitimidad de las urnas, ya no hay caramelo con que engañarnos.
Parece que todo esté revuelto, sin organización, ni conceptos claros u objetivos a gusto de todos, lo que está claro, es que se ha iniciado un proceso aparentemente sin entidad revolucionaria, pero las luchas que suceden acabará en una conciencia colectiva producto del des-valor que ejercen sobre nosotros, desertizando todos los derechos sociales que una vez tuvimos. No deseo desprestigiar los nuevos movimientos surgidos, todo es un proceso inevitable que necesita encontrar los cauces naturales para llegar a desembocar en algún lugar que queramos construir. Pero debemos ser cuerdos y no aceptar caramelos para atraernos con nuevos poderes que quieran dominarnos con estructuras similares a las existentes, cambiando fachadas de otros colores y otros oradores disfrazados de iluminados.
Otra premisa que me preocupa, es el pacifismo con que se vayan a conseguir los objetivos que se desean, mientras la democracia se ha convertido más si cabe en una auténtica represión monopolizando la violencia y trasladando esa violencia como un status legal. El pacifismo no existe y nunca ha existido, solo es un síntoma de desmarque para evitar males mayores. Pero quiero recordar a estas generaciones que abogan por esta actitud neutral, que tarde o temprano, vamos ha tener que tomar posturas más contundentes si queremos de verdad cambiar lo que nos oprime desde todos los ámbitos de nuestras vidas tan evidentes como ahora. Quiero recordaros que las luchas adquieren compromisos muy fuertes y enfrentamientos inevitables, los marcos legales siempre son marcos cuadrados sin salidas posibles, con vértices cerrados dentro de un círculo vicioso y repetitivo.
No pretendo dar lecciones a nadie, pero si os puedo decir que en la dictadura, no existía ningún derecho y mucho menos legal, todas las luchas se iniciaron sin ningún soporte legal con una pena de muerte vigente desde el inicio de la dictadura. Se superó el silencio, después el miedo y luego las tímidas organizaciones desde una clandestinidad necesaria para no ser carne de cañón. Los muertos que hubieron, en su mayoría obreros fuimos los nuevos pioneros del desafío y la solidaridad, de las huelgas asamblearias denominadas "salvajes" no porque fuéramos salvajes, si no porque eran indefinidas y con una buena capacidad de resistencia y solidaridad, los movimientos vecinales el corazón de las luchas y las reivindicaciones, la toma de conciencia de los desposeídos, de los sin nada, los ignorados del sistema franquista y la oligarquía burguesa. Pero las luchas nunca fueron pacíficas porque la opresión y la represión era el pan nuestro de cada día. No digo que volvamos a la ilegalidad o si?? pero es esencial si seguimos hablando de revolución como se anuncia en los movimientos actuales, la autodefensa organizada no es ilegítima, es nuestra supervivencia de quienes nos oprimen democráticamente, conque la legitimidad que se otorgan no es de recibo. El pacifismo nunca ganará a la represión del estado, a no ser que dimita en pleno el gobierno y eso no sucederá mientras mantengan el aparato represor a su servicio.
Todos los que están en el poder son a su vez los defensores acérrimos del capitalismo y forman parte del club de millonarios que con sueldos públicos invierten en empresas y forman parte de las especulaciones del mercado neoliberal, todo un ejercicio de dinamismo capitalista con idearios fascistas para abusar de los poderes otorgados por la población. No se puede separar una cosa de la otra porque forma parte del sistema integral de poder político y económico. Sus ensayos especulativos están dando los resultados deseados, estructurar una crisis monumental dirigida hacia una población exenta de asociaciones organizativas capaz de controlar a sus supuestos representantes, representantes que representan a las élites neoliberales, camuflados como garantes de libertades ficticias para nosotros y reales para ellos, la libertad de explotar, de expoliar, la libertad de matar y la libertad de subyugar, el dominio total sin cortapisas.
Ante esta atroz realidad, nuestras armas sería, la unificación de fuerzas para destrozar sus estructuras en el propio corazón de la bestia, donde suscita sus ambiciones, su razón de ser, su aparto económico y político, superando su atropellada ideología con una conciencia que no tenga nada que ver con sus sistema.
Maijos Cuacos Fuente:Portal OACA
El paralelismo entre los de arriba y los de abajo cuestiona la lejanía de las decisiones tomadas para "rescatar" a los bancos con una crisis de dudosa credibilidad. Lo que están haciendo es "secuestrar" a la población como rehenes sirviendo de garantía para los "mercados", es decir los especuladores del sistema, una casta minoritaria que ha tomado el mando en este decrépito mundo.
Lo que tenemos delante de los ojos, son los políticos y sus esbirros llamados "fuerzas de seguridad del estado" los que protegen a los cómplices de esta barbarie. No sería tan simple, si no comprobáramos que estos políticos-verdugos no pueden contener a los rehenes en las mazmorras de la democracia, que empieza a tambalearse con las fuertes sacudidas que se empieza a sentir. La prueba está en que la pólvora empieza a correr en el seno de la política, con elecciones anticipadas en tres comunidades llamadas históricas en muy poco espacio de tiempo, es como si en la mesa redonda de la estructura autonómica se acobardara por no saber como pueden sacar más provecho a las exigencias del papa estado. El edificio democrático ya no es tan sólido como pretendían con recursos del pasado que se agotaron hace tiempo y guiones superlativos para su supervivencia, aunque se aferren a la legitimidad de las urnas, ya no hay caramelo con que engañarnos.
Parece que todo esté revuelto, sin organización, ni conceptos claros u objetivos a gusto de todos, lo que está claro, es que se ha iniciado un proceso aparentemente sin entidad revolucionaria, pero las luchas que suceden acabará en una conciencia colectiva producto del des-valor que ejercen sobre nosotros, desertizando todos los derechos sociales que una vez tuvimos. No deseo desprestigiar los nuevos movimientos surgidos, todo es un proceso inevitable que necesita encontrar los cauces naturales para llegar a desembocar en algún lugar que queramos construir. Pero debemos ser cuerdos y no aceptar caramelos para atraernos con nuevos poderes que quieran dominarnos con estructuras similares a las existentes, cambiando fachadas de otros colores y otros oradores disfrazados de iluminados.
Otra premisa que me preocupa, es el pacifismo con que se vayan a conseguir los objetivos que se desean, mientras la democracia se ha convertido más si cabe en una auténtica represión monopolizando la violencia y trasladando esa violencia como un status legal. El pacifismo no existe y nunca ha existido, solo es un síntoma de desmarque para evitar males mayores. Pero quiero recordar a estas generaciones que abogan por esta actitud neutral, que tarde o temprano, vamos ha tener que tomar posturas más contundentes si queremos de verdad cambiar lo que nos oprime desde todos los ámbitos de nuestras vidas tan evidentes como ahora. Quiero recordaros que las luchas adquieren compromisos muy fuertes y enfrentamientos inevitables, los marcos legales siempre son marcos cuadrados sin salidas posibles, con vértices cerrados dentro de un círculo vicioso y repetitivo.
No pretendo dar lecciones a nadie, pero si os puedo decir que en la dictadura, no existía ningún derecho y mucho menos legal, todas las luchas se iniciaron sin ningún soporte legal con una pena de muerte vigente desde el inicio de la dictadura. Se superó el silencio, después el miedo y luego las tímidas organizaciones desde una clandestinidad necesaria para no ser carne de cañón. Los muertos que hubieron, en su mayoría obreros fuimos los nuevos pioneros del desafío y la solidaridad, de las huelgas asamblearias denominadas "salvajes" no porque fuéramos salvajes, si no porque eran indefinidas y con una buena capacidad de resistencia y solidaridad, los movimientos vecinales el corazón de las luchas y las reivindicaciones, la toma de conciencia de los desposeídos, de los sin nada, los ignorados del sistema franquista y la oligarquía burguesa. Pero las luchas nunca fueron pacíficas porque la opresión y la represión era el pan nuestro de cada día. No digo que volvamos a la ilegalidad o si?? pero es esencial si seguimos hablando de revolución como se anuncia en los movimientos actuales, la autodefensa organizada no es ilegítima, es nuestra supervivencia de quienes nos oprimen democráticamente, conque la legitimidad que se otorgan no es de recibo. El pacifismo nunca ganará a la represión del estado, a no ser que dimita en pleno el gobierno y eso no sucederá mientras mantengan el aparato represor a su servicio.
Todos los que están en el poder son a su vez los defensores acérrimos del capitalismo y forman parte del club de millonarios que con sueldos públicos invierten en empresas y forman parte de las especulaciones del mercado neoliberal, todo un ejercicio de dinamismo capitalista con idearios fascistas para abusar de los poderes otorgados por la población. No se puede separar una cosa de la otra porque forma parte del sistema integral de poder político y económico. Sus ensayos especulativos están dando los resultados deseados, estructurar una crisis monumental dirigida hacia una población exenta de asociaciones organizativas capaz de controlar a sus supuestos representantes, representantes que representan a las élites neoliberales, camuflados como garantes de libertades ficticias para nosotros y reales para ellos, la libertad de explotar, de expoliar, la libertad de matar y la libertad de subyugar, el dominio total sin cortapisas.
Ante esta atroz realidad, nuestras armas sería, la unificación de fuerzas para destrozar sus estructuras en el propio corazón de la bestia, donde suscita sus ambiciones, su razón de ser, su aparto económico y político, superando su atropellada ideología con una conciencia que no tenga nada que ver con sus sistema.
Maijos Cuacos Fuente:Portal OACA
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