viernes, 20 de mayo de 2011

Operación Gerónimo

Por Acratosaurio Rex

El sarcasmo es grande. El jefe apache, acosado en Sierra Madre por cinco mil cuchillos largos, con un grupito de bravos, se rindió en el año de 1886. Cinco mil tíos a caballo hicieron falta para conseguir pescarle. Con sesenta y seis años (pasada la edad de jubilación), Gerónimo se entregó al enemigo, bandera blanca, he hecho lo que he podido, aquí está mi revólver. No sabemos si harto de persecuciones, guerras, enfrentamientos, cansado de dormir al raso… Gerónimo fue al trullo. Estuvo en él tres años más o menos, luego le enviaron a la reserva en Oklahoma, alejado de los apaches para quitar tentaciones bélicas al anciano, y allí moriría en el año de 1909, tras haber visitado la Expo de san Luis de 1904. Ya había viajes de inserción para presos y salidas terapéuticas.
Total, anda que no han cambiado los tiempos. La moderna Operación Gerónimo, ha debido costar bastante más que el equipamiento de los cinco mil caballeros de la US Army. Y con una orden clara: “a ese, lo asesináis”.
Los medios de comunicación, luego de la masacre, han deleitado al respetable con imágenes sacadas de cámara portátil. Bin Laden se despidió de su familia, y a sangre fría, ante ellas, le pegaron dos tiros, pum pum. Nada de entrega, de ir a la reserva y de pasearle por la EXPO. Hubo algunos muertos más, hijos, mujeres…, daños colaterales los llaman.
¿Por qué le llamaron “Operación Gerónimo”? No se parece en nada.
La otra gran revelación, el cómo obtuvieron los datos de la casa del antiguo aliado de los USA: mediante la tortura. 186 veces o algo así, metieron la cabeza del pobre preso en la bolsa hasta que cantó. Imaginad la cantidad de ochocientos, mil presos, con sus cabezas metidas en bolsas, multiplicados por 186, por trescientas, por mil. Y cada uno, mucho ojo, supervisados por equipos competentes de torturadores.  
Porque para obtener esa pista fiable, han tenido que torturar a miles de personas, que habrán dado todo tipo de pistas falsas intentando que les maten, que les dejen en paz, o algo. Los torturadores expertos, saben que una vez confiesa el reo, hay que seguir torturándolo, para que explique si lo que ha confesado es falso, ya que con la tortura, la gente es tan poco profesional, que confiesa cualquier cosa. Es curiosísimo que el desparpajo torturil haya llegado al extremo de perder hasta la vergüenza. Ya no está mal visto, se considera normal, se confiesa en la tele, tan panchamente. La gente no se espanta. ¿Qué harán todos esos expertos en tortura, ahora que han matado a Ben Laden? ¿Qué nos estarán preparando?
Asesinatos y torturas en nombre de la paz y la justicia…, oh guerreros chiricahuas, cabalgad raudos por Sierra Madre y no os rindáis jamás a un enemigo sin honor. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar, puedes decir lo que quieras, solo trata de aportar.