La Liga para la Libertad de Vacunación ha difundido
un informe con el que pretende “reorientar” el debate sobre los efectos
del virus del ébola. Para esta entidad el ébola es tan común que los humanos lo portamos y sólo las malas condiciones de vida lo hacen “maligno”. ¿Existe una campaña de marketing del miedo al ébola? Para ellos sí… y para mí también.
Desde la Liga dicen que
Si la alimentación es suficiente, si el desarrollo económico es progresivo y sostenible, si la estabilidad sociopolítica impera, si no existen procesos bélicos en el territorio y si no se producen desigualdades, la infección es benigna y se presenta como un proceso viral idéntico a la varicela, resfriado, malaria, gripe y dengue benigno.
Sobre porqué atravesamos por una racha “informativa” sobre el ébola destacan motivos geoestratégicos y político-económicos:
La población existente supera un desempleo del 80% y malvive con una pobreza superior al 68%. Su alta natalidad actual y el desempleo enorme hacen que las migraciones internas hacia las ciudades populosas y externas hacia otros países sean frecuentes y elevadas. Todas estas circunstancias hacen que una infección viral pueda convertirse en una situación mortal.
Cualquier infección viral o no del tipo viruela, dengue, malaria, sarampión y ébola, en estas condiciones de vida puede presentar una Tasa de Letalidad (muertes en relación a las personas afectadas) que oscila entre un mínimo del 25% y un máximo del 90%. En agosto de 2014 la letalidad ha rondado el 60%. Sin embargo, continúan desde la Liga
Comentarios similares surgieron el domingo por la noche en el espacio televisivo Cuarto milenio, presentado por Iker Jiménez en la cadena Cuatro, al que me invitaron para hablar del ébola (min. 20).
Sí estoy de acuerdo y es lo que fui a explicar al programa, que hay unos claros intereses financieros en acelerar la producción y venta de remedios de patente para combatir el ébola y las farmacéuticas, como ocurrió con la falsa pandemia de gripe A de 2009, se ven favorecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al declarar el estado de emergencia. Asistimos pues a una campaña de marketing del miedo al ébola que favorece los intereses financieros de las industrias sanitarias.
Fuente: Miguel Jara
Desde la Liga dicen que
ni ha habido epidemia, ni el reservorio está en el murciélago, ni existen fármacos adecuados y menos vacunas que disminuyan esta situación infecciosa. Este virus y sus modificaciones está presente en las personas, animales, vegetales y seres minerales de manera natural, simbiótica, saprófita y como todas las moléculas ADN/ARN ejerce una función básica necesaria para el desarrollo de la vida biológica de los minerales, vegetales y animales”.Es un virus ARN que pertenece a la familia Filoviridae, la misma que el virus Marburgo descrito en 1967 y que se observó a partir del primer brote referido en 1976 entre los ribereños del río Ébola (antiguo Congo). Su letalidad depende entre otras cosas del estado general de la población.
Si la alimentación es suficiente, si el desarrollo económico es progresivo y sostenible, si la estabilidad sociopolítica impera, si no existen procesos bélicos en el territorio y si no se producen desigualdades, la infección es benigna y se presenta como un proceso viral idéntico a la varicela, resfriado, malaria, gripe y dengue benigno.
Las manifestaciones más frecuentes pueden ser fiebre, cefalea, erupción maculopapulosa, diarrea, tos, artralgia y cansancio generalizado”, argumentan los cinco médicos que han realizado el informe.Añaden que como toda viriasis, si las condiciones de vida son de hambre, pobreza, desigualdad, enfrentamiento bélicos y gran precariedad sociopolítica, la posible evolución benigna inicial deriva hacia una malignización al igual que la viruela terminal, el sarampión negro, el dengue grave y la malaria letal. En esta situación es frecuente la aparición de alteraciones graves de la coagulación, siendo la hemorragia generalizada interna (respiratoria, digestiva o de cualquier órgano) la que causará la muerte rápida de la persona afectada.
Sobre porqué atravesamos por una racha “informativa” sobre el ébola destacan motivos geoestratégicos y político-económicos:
En el territorio geográfico de África en el que se ha descrito esta infección aparecen datos de gran interés para entender lo que sucede. Las situaciones difundidas sobre la infección Ébola por los medios de comunicación en fecha 2 de septiembre se han producido mayoritariamente en Liberia, Guinea Conakry, Costa de Marfil y Sierra Leona ( África Occidental). Estos territorios se caracterizan por tener en sus suelos una gran riqueza de hierro, diamantes, azúcar, caucho, coca, bauxita, aluminio, oro, uranio, algodón café, cacao, marfil, rutilo y cacahuete”.Son todas ellas materias que manufacturadas son de gran utilización y por lo tanto muy buscadas por la industria del consumo. Esa zona del mundo lleva decenios envuelta en conflictos bélicos internacionales debido a la extracción masiva de sus materiales por las potencias industriales y de luchas civiles desde su independencia en 1960 y sobre todo desde 1980.
La población existente supera un desempleo del 80% y malvive con una pobreza superior al 68%. Su alta natalidad actual y el desempleo enorme hacen que las migraciones internas hacia las ciudades populosas y externas hacia otros países sean frecuentes y elevadas. Todas estas circunstancias hacen que una infección viral pueda convertirse en una situación mortal.
Cualquier infección viral o no del tipo viruela, dengue, malaria, sarampión y ébola, en estas condiciones de vida puede presentar una Tasa de Letalidad (muertes en relación a las personas afectadas) que oscila entre un mínimo del 25% y un máximo del 90%. En agosto de 2014 la letalidad ha rondado el 60%. Sin embargo, continúan desde la Liga
es bueno recordar que no se trata de una epidemia, como han dado a entender los medios de comunicación, sino de una endemia. Estamos hablando de 3.000 personas afectadas de un total de 42.000.000 de habitantes entre los cuatro países susodichos. Si hacemos el cálculo vemos que la Tasa de Morbilidad ha sido del 7/100.000 habitantes siempre inferior a la tasa morbilidad 10/100.000 habitantes considerada internacionalmente como mínima para clasificarla como epidemia“.La Liga considera que la información vertida por los medios de comunicación y con el respaldo de las autoridades sanitarias internacionales ha estado, por general, manipulada.
La industria farmacológica ha creado un terreno propio para dar a conocer sus productos estrella vendibles a muy corto plazo como son los medicamentos antivirales (monoclonales como el ZMapp) y las próximas vacunas (combinación del virus del resfriado común o gripe y virus ébola desactivado). Todo este proceso de producción ha desencadenado intensos movimientos bursátiles en el mes de agosto de 2014 que indican desplazamientos de capital de unas inversiones a otras. Es el mismo cuento explicado en el verano del 2009 para acelerar la producción de productos de consumo farmacéutico sin ninguna eficacia ni utilidad“.Me ha llamado la atención que todas las personas portemos el virus de ébola, no lo sabía. Sobre las riquezas de los países afectados por la endemia, concepto que me parece razonable (no sería una epidemia, no) comentar que no le veo mucha relación y que eso va a ocurrir casi siempre que se desate un problema de salud pública similar en cualquier otro sitio. Es decir, cada espacio geográfico del planeta tiene sus riquezas particulares. No le veo relación a lo uno con lo otro.
Comentarios similares surgieron el domingo por la noche en el espacio televisivo Cuarto milenio, presentado por Iker Jiménez en la cadena Cuatro, al que me invitaron para hablar del ébola (min. 20).
Sí estoy de acuerdo y es lo que fui a explicar al programa, que hay unos claros intereses financieros en acelerar la producción y venta de remedios de patente para combatir el ébola y las farmacéuticas, como ocurrió con la falsa pandemia de gripe A de 2009, se ven favorecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al declarar el estado de emergencia. Asistimos pues a una campaña de marketing del miedo al ébola que favorece los intereses financieros de las industrias sanitarias.
Fuente: Miguel Jara
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