Una vez más el Capitalismo internacional celebró el Foro Económico
Mundial en la ciudad Suiza de Davos el 22 de enero de 2014, para
constatar el vigor propagandístico panfletario del mismo y reconocer la
absoluta inutilidad del capitalismo para dar satisfacción a las
necesidades económicas de la sociedad.
A la vez que reconocen cínica e hipócritamente su ignorancia y la estupidez de la falsa doctrina económica capitalista, a la que solo consideran como dogma y auto de fe para la defensa de sus particulares intereses de poder y riqueza. Sin que un solo dato de la realidad económica y social avale y defienda sus políticas económicas con una validez para el conjunto de la sociedad, sino todo lo contrario.
Su única preocupación es que la pobreza, desigualdades y miserias de la población pongan en riesgo sus sistemas de gobierno y explotación, con la inestabilidad social y política de las manifestaciones y protestas sociales reclamando la justicia económica y social.
No les preocupa la existencia de más de 200 millones de parados en el mundo, ni los más de 100 millones de jóvenes desempleados, ni que en 2013 los parados hayan aumentado en más de 6 millones de personas. Tampoco les inquieta que 85 individuos tengan tanta riqueza como 3.570 millones de personas, o que la mitad de la riqueza mundial esté en manos del 1%, y que en España los 20 más ricos tengan más riqueza que el 20% de la población más pobre, unos 9 millones de personas.
Las estupideces panfletarias capitalistas, sobre todo del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre el crecimiento como única manera de creación de empleo y de riqueza social, se convierten en mentiras con los datos de acumulación de riqueza en Estados Unidos desde 2008 por el 1% más rico que ha acumulado el 95% del crecimiento económico, y los datos previstos de crecimiento en España del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,6% para 2014 y el aumento del paro de forma continuada por encima de los 7 millones de personas.
La economía social requiere otro discurso, coherente y justo, de igualdad económica social, de orientación económica al servicio de la humanidad. La destrucción de la propiedad de los medios de producción y la socialización autogestionaria de los recursos económicos con una finalidad común es primordial. Junto a la organización económica federalista, de acuerdos libres e iguales entre partes libres e iguales, con una finalidad común e igualitaria, de a cada uno según sus necesidades y de cada uno según sus posibilidades.
El capitalismo y sus políticos han mostrado al mundo su rostro de barbarie y de creación de pobreza, sus falsas y mentirosas propuestas esconden privilegios y riquezas para unas minorías, sus recetas de poder, de propiedad, de mercado, de competencia, de autoridad y jerarquía solo generan pobreza y miseria.
La sociedad tiene que cambiar, caminar para destruir el capitalismo y el gobierno, caminar para construir una economía que distribuya toda la riqueza social de forma justa y equitativa, por igual, una economía comunista, autogestionaria y federalista: el comunismo libertario, una economía para satisfacer todas las necesidades de la sociedad, gestionada por los propios trabajadores en propiedad social, ni estatal ni privada. La honestidad y humanidad intelectual de todos aquellos que conocen de la economía y del conocimiento sería una aportación fundamental y sobre todo ética.
José Luis Velasco Periódico CNT nº 408 - Febrero 2014 http://www.cnt.es/noticias/para-una-econom%C3%ADa-social-destruyamos-la-propiedad
A la vez que reconocen cínica e hipócritamente su ignorancia y la estupidez de la falsa doctrina económica capitalista, a la que solo consideran como dogma y auto de fe para la defensa de sus particulares intereses de poder y riqueza. Sin que un solo dato de la realidad económica y social avale y defienda sus políticas económicas con una validez para el conjunto de la sociedad, sino todo lo contrario.
Su única preocupación es que la pobreza, desigualdades y miserias de la población pongan en riesgo sus sistemas de gobierno y explotación, con la inestabilidad social y política de las manifestaciones y protestas sociales reclamando la justicia económica y social.
No les preocupa la existencia de más de 200 millones de parados en el mundo, ni los más de 100 millones de jóvenes desempleados, ni que en 2013 los parados hayan aumentado en más de 6 millones de personas. Tampoco les inquieta que 85 individuos tengan tanta riqueza como 3.570 millones de personas, o que la mitad de la riqueza mundial esté en manos del 1%, y que en España los 20 más ricos tengan más riqueza que el 20% de la población más pobre, unos 9 millones de personas.
Las estupideces panfletarias capitalistas, sobre todo del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre el crecimiento como única manera de creación de empleo y de riqueza social, se convierten en mentiras con los datos de acumulación de riqueza en Estados Unidos desde 2008 por el 1% más rico que ha acumulado el 95% del crecimiento económico, y los datos previstos de crecimiento en España del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,6% para 2014 y el aumento del paro de forma continuada por encima de los 7 millones de personas.
La economía social requiere otro discurso, coherente y justo, de igualdad económica social, de orientación económica al servicio de la humanidad. La destrucción de la propiedad de los medios de producción y la socialización autogestionaria de los recursos económicos con una finalidad común es primordial. Junto a la organización económica federalista, de acuerdos libres e iguales entre partes libres e iguales, con una finalidad común e igualitaria, de a cada uno según sus necesidades y de cada uno según sus posibilidades.
El capitalismo y sus políticos han mostrado al mundo su rostro de barbarie y de creación de pobreza, sus falsas y mentirosas propuestas esconden privilegios y riquezas para unas minorías, sus recetas de poder, de propiedad, de mercado, de competencia, de autoridad y jerarquía solo generan pobreza y miseria.
La sociedad tiene que cambiar, caminar para destruir el capitalismo y el gobierno, caminar para construir una economía que distribuya toda la riqueza social de forma justa y equitativa, por igual, una economía comunista, autogestionaria y federalista: el comunismo libertario, una economía para satisfacer todas las necesidades de la sociedad, gestionada por los propios trabajadores en propiedad social, ni estatal ni privada. La honestidad y humanidad intelectual de todos aquellos que conocen de la economía y del conocimiento sería una aportación fundamental y sobre todo ética.
José Luis Velasco Periódico CNT nº 408 - Febrero 2014 http://www.cnt.es/noticias/para-una-econom%C3%ADa-social-destruyamos-la-propiedad
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